La siguiente semana se sintió un poco rápida, más sin embargo ocurrió mucho durante esta misma, para Taeyong fue una semana sorprendente confinada con algo de confusión, para Yoonoh fue increíble pues se superó a él mismo pero a la vez algo arriesgada, mientras que para Doyoung fue una semana totalmente extraña.
Yoonoh, como se lo había propuesto, fue bastante extrovertido y alegre, cosas que nunca había sido antes. Pasó mucho tiempo con Taeyong, algunas veces bromeando, muchas veces hablando e incluso algunas otras demostrándole afecto a su crush como por ejemplo el miércoles que lo abrazó agradeciendo que no le dijera al profesor que había comido en clase o el viernes que igualmente le dio un abrazo con la diferencia de que esta vez fue para despedirse, era ya fin de semana y no se verían hasta que llegara nuevamente el lunes. Ese fin de semana sonrió totalmente feliz de lo que había conseguido, casi podía llorar de felicidad por el simple hecho de haber abrazado a Taeyong por unos segundos, era de los pocos grandes logros que había conseguido en toda su vida.
Taeyong se sintió muy confundido por el comportamiento nuevo de Yoonoh durante esa semana, había cambiado de la noche a la mañana literalmente. Se mostraba más alegre y expresivo, como si algo en su fin de semana lo hubiera motivado o tal vez obligado a cambiar y ser de esa forma, no le molestaba pero realmente le había sorprendido. Nunca antes había visto la sonrisa con dientes o escuchar la linda risa de Yoonoh, pero al hacerlo pudo sentir claramente como su corazón se aceleraba de solo verlo ¡su sonrisa junto a su risa eran totalmente hermosas!, ahora sentía la inmensa necesidad de hacerlo sonreír o reír más seguido, quería ser quien le provocara hacer eso.
Doyoung por su lado no la pasó del todo bien, Yoonoh se había vuelto extrovertido, Taeyong no se negaba a las muestras de afecto, Mark le había hablado varias veces, ya no sabía ni que esperar capaz y llovía para arriba al día siguiente. De igual forma se encontraba algo contento, primero por los logros de su amigo y segundo por el acercamiento de Mark, pero no debía confiar así de fácil, no podía hacerlo de nuevo.
El lunes de la siguiente semana fue muy parecido a la de la anterior, Yoonoh siendo alegre y expresivo, Taeyong pasando mucho tiempo con él y Mark le dirigió la palabra a Doyoung a la hora del descanso aunque solo fueron unas cuantas palabras el moreno su puso feliz de escuchar su nombre salir de los labios del canadiense.
El martes iba a ser muy diferente para los cuatro chicos, en especial para Taeyong y Yoonoh. El mayor ya había hecho los planes la noche anterior para lo que sucedería en el receso de ese día.
Le pidió a Yoonoh acompañarlo a la azotea de la escuela, ningún estudiante tenía acceso a esta área pero Taeyong había conseguido las llaves de la puerta antes de irse a casa el día anterior. Yoonoh estaba muy confundido con este repentino encuentro y debía admitir que tenía nervios de lo que su crush le diría ahí o lo que harían ahí. Juntos se sentaron en el lado en el que las paredes de la entrada cubrirán el sol de medio día, se miraron las caras por unos segundos y entonces Taeyong comenzó a hablar.
—Yoonoh, necesito decirte algo muy importante.— Dijo antes de tomar algo de aire preparando las palabras correctas para lo que estaba por expresar.
