Diana
Al abrir la puerta al que menos espero ver es a Simón. Él al ver mi sorpresa me habla:
- Hola.
Yo no le contesto e intento cerrar la puerta, lo que es en vano porque la empuja y entra.
- Tenemos que hablar. - ¿Hablar de qué?
- Yo no tengo nada que hablar contigo. - Le digo tratando de ser fría, aunque en realidad solo tengo ganas de besarlo, la verdad se ve guapísimo, visualicé tantas veces nuestro reencuentro, pero nunca lo vi de esta manera.
- Te escribí un WhatsApp diciéndote que vendría, pero no lo leíste, como los otros cien que te he escrito.
Ojalá lo hubiese leído para no haber abierto la maldita puerta.
- Te tengo que enseñar algo. - saco mi teléfono y busco mi chat con la chica esa, que aún no he borrado porque soy masoquista, y se lo enseño. - Se parece mucho a ti. - le digo con tono irónico al mostrarle la foto.
- Sí, soy yo. Perdóname por favor Diana, yo te quiero demasiado y no puedo permitirme perderte, cometí un error, pero por favor perdóname. - me dice poniéndose de rodillas ante mí.
- Simón por favor levántate. Es que a mí lo que más me duele es que me dijiste que ella era tu prima y yo te creí como una tonta.
- Diana, fue un desliz, te juro que no volverá a pasar. - me viene a la mente las palabras de mi padre. - Tú estabas tan lejos de mí y...
- ¿Tú me perdonarías si yo te fuese infiel? - no sé por qué le hago esa pregunta, pero es que yo también le fui infiel, tampoco puedo venir como la figura ejemplar de la fidelidad.
- ¿Qué? - lo dejo sin palabras con mi pregunta porque en la forma en qué lo dije creo que dejé claro que yo también lo traicioné.
En eso se oye la puerta abrirse, es mi madre.
- Hola Dianita. ¿Tú eres? - le pregunta a Simón.
- Simón, el novio de Diana.
- No sabía que Diana tenía novio.
En realidad no sabes muchas cosas de mí, mamá, pero que él es mi novio no lo sabía ni yo.
- Un placer conocerla. Justo estábamos hablando de usted. El problema es que yo no soy de la ciudad y vine a visitar a Diana, entonces estábamos pensando en si me podía quedar a dormir aquí esta noche, solo es hoy ya mañana me voy.
¿Qué? ¿En serio tiene el descaro de decir que es mi novio y luego de quererse meter en mi casa? Sé que mi madre no lo permitirá, es muy anticuada para permitir algo así.
- Claro que puedes quedarte.
- Muchas gracias señora, es verdad lo que dice su hija de su gran corazón.
No puedo creer lo que estoy viendo, mi madre siendo buena persona y este chico mintiendo cada vez que abre su boca.
- Está bien, prepararé la habitación de invitados. - no lo dejaré dormir en la calle por más daño que me haya hecho, además solo será una noche.
- ¿Cómo que habitación de invitados? Es tu novio, dormirá contigo. ¿No me digas que ahora que la madre es moderna, la hija es la anticuada? Por mí no te preocupes, voy a dormir que estoy muy cansada y mañana me espera un largo día en el trabajo.
Pienso en contarle la verdad a mi mamá, pero se encierra en su habitación.
- ¿Cómo puedes tener la cara tan dura para inventarle todo eso a mi madre?
- Tenía dos razones para hacerlo: Número uno, no tenía donde dormir y dos, no me vas a dejar sin saber la verdad.
- ¿Qué verdad? - le digo haciéndome la tonta.
- ¿Me fuiste infiel?
Quiero decirle que no, pero esos ojos verdes mirándome fijamente, no me dejan mentirle.
- Sí.
- Entonces, ¿por qué no me perdonas si tú también lo hiciste?
- No sé.
- Diana, yo te perdono y te comprendo, porque sé lo que se siente estar tan lejos de la persona que quieres, necesitar de sus besos, su cariño e intentas buscarla en otras personas, eso es normal en una relación a distancia.
- Yo no lo veo normal.
- Pero si también lo has hecho. No entiendo.
- Simón, estoy cansada, quiero dormir.
- Está bien.
Los dos vamos a mi habitación. Pongo una sábana y una almohada en el suelo para que Simón duerma ahí.
- ¿Por qué no puedo dormir contigo?
- Agradece que por lo menos estás debajo de un techo.
Mis palabras cortantes hace que se calle. Después de varias vueltas en mi cama consigo quedarme dormida.Al día siguiente, cuando me despierto me doy cuenta de que Simón está a mi lado.
- ¿Qué haces aquí?
- Tenía frío ahí abajo.
- Estamos prácticamente en verano.
- Pero quería tu calor.
- Mi madre ya se fue, te comes tu desayuno y te vas, no me importa a que hora salga tu avión.
- No me voy hasta que no aclaremos lo nuestro.
- Ya no existe nada nuestro.
- Diana por favor.
- Voy a prepararte el desayuno.
Salgo de la habitación lo más rápido que puedo, no quiero caer en la tentación por más que él me guste, y voy para la cocina a preparar el desayuno.Cuando termina de comer, se levanta de la mesa y recoge sus cosas para irse.
- ¿Simón?
- ¿Sí?
- Que tengas buen viaje.
- Gracias.
Antes de que pueda salir vuelvo a hablar:
- Nos vemos en tres años y algo más, cuando termines la universidad. - no estoy segura de lo que estoy haciendo, pero lo hago.
- ¿Qué quieres decir?
- Sigue con tu vida que yo seguiré con la mía, si esto está para nosotros en algún momento ocurrirá. No mantendremos más ninguna relación a distancia, cuando termines la universidad, ya veremos qué pasa. Eres libre y yo también.
- No es lo que quiero exactamente, pero es más que nada.
Simón camina rápido hacia mí y me besa, cuántas noches soñé con este beso.3 años y 6 meses después...
Hoy regresa Simón a la ciudad, ya hace una semana se graduó de medicina y pudo conseguir un trabajo aquí. En estos años hemos sido muy buenos amigos por chat. Yo no he tenido ninguna relación y según él tampoco, la verdad no me interesa. Mi sobrino, es decir el hijo de Camila, ya dentro de unos meses cumplirá 3 añitos, es un niño hermoso, adorable y algo travieso. Camila y Max aún están juntos y se ven tan felices. Mis padres volvieron, después de ver sufrir tanto a mi madre, no estaba de acuerdo con que volvieran, pero no podía impedirlo.Voy de camino al aeropuerto. Estoy desesperada por ver, abrazar y besar a Simón.
Cuando estoy esperando a que llegue, alguien choca sin querer su equipaje con mi pierna.
- Auch.
- Lo siento, no fue mi intención.
- ¿Julio? - no puedo encontrarme con él justo hoy, anda disfrazado con gafas oscuras, sombrero y casi no se reconoce.
- Estarás confundiéndome con alguien más. - me dice y se aleja lo más rápido que puede, yo actúo como si le creyera y continúo esperando a Simón.Después de unos minutos por fin llega su avión. Cuando lo veo acercarse mi corazón se acelera, no voy a negar que en estos 3 años ha mejorado muchísimo, ahora se ve más maduro y más sexy, puedo decir que me gusta más.
- Por fin juntos. - me dice cuando llega a donde estoy.
- La espera valió la pena.
Simón me abraza con fuerza y nos besamos apasionadamente.
Y pasamos de estar a 1730 km de distancia a estar tan cerca el uno del otro.
FIN
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1730 km de distancia
RomanceDiana encuentra a el que cree que es el amor de su vida, pero ¿la distancia entre ellos puede más que tantos sentimientos?