6-Convivencia.

233 39 33
                                    

Pasó el fin de semana. Rey empacó todas las cosas de Mark, para llevarselas a su mamá. Metió todo en su auto y se fue.

Ellos iban a ayudar a Ben en la mudanza y cuando ella regresará esté ya viviría con ellos.

Rey llegó a la casa de la mamá de Mark, está la vió y la saludó:

-Hola Rey, me da gusto ver que ya estas mejor hija.

-Hola señora. Sí, ya estoy mejor, gracias.

-Pasa cariño, ahorita metemos todo.

-Esta bien.

Se sentaron en la mesa, le ofreció un refresco y le preguntó:

-Cómo estás hija?

-Bien, señora Jones.

-Me alegra ver que estás mejor que en el funeral.

-Sí lo estoy.

-Que gustó- le dijo la señora sonriendo.

-Y usted?- le pregunta.

-Oh, estoy bien, me recuperó a mi modo hija.

-Me alegra oír éso.

Se quedaron platicando un poco más, después Rey bajó las cosas de Mark y las dejó en su habitación, se sentía raro; suspiro y salió de ahí, se sentó en la mesa de nuevo y la señora le sirvió de comer y así estuvieron hasta que anocheció. Está se levantó y le dijo:

-Bueno, debo irme señora Jones, cuídese mucho.

-Cuidate mucho Rey y ven a visitarme, de acuerdo.

-Lo haré, lo prometo.

Rey la abrazó y la señora Jones le dijo cariñosamente:

-Hasta luego Rey y ten cuidado.

-Usted también.

-Adiós cariño.

-Hasta luego señora Jones.

Rey se sube a su auto y se va pero a la mitad del camino se queda parado. Intenta arrancarlo pero no puede, golpea el volante, suspira, agarra su celular y le marca a Finn cuando le contesta le pide:

-Finn, puedes venir por mí.

-Porque, qué pasó?

-No lo sé, el carro ya no arranca.

-No puedo, le diré a Ben que vaya.

-Oh, está bien.

Finn colgó y ella se encerró en su auto. Después de unos diez minutos llegó Ben, le tocó el vidrio, está lo bajo y el preguntó:

-Quiere que la lleve señorita?

-Que gracioso-le dijo sarcásticamente.

-Jajaja, vámonos.

Está salió de su auto, agarró su bolsa y lo miró y Ben le dijo tranquilizandola:

-Le hablaremos a la grúa, de acuerdo.

-Esta bien.

Entraron al carro de Ben; Rey llamó a la grúa, en diez minutos llegó está y se lo llevó, ellos se fueron y Ben le preguntó:

-Rey, porque no funcionó tú auto si estaba bien?

-No lo sé, apenas lo llevé al taller.

-A qué taller lo llevas?

-Al del señor Mitaka.

-En serio, pues eres muy tonta- le dijo casi riéndose.

-Disculpa, qué dijiste!- exclamó está muy molesta.

-Perdón, pero todos saben que Mitaka es un sinvergüenza y cobra muy caro.

-Yo no lo sé.

-Se nota.

Ben se rió y Rey se enojó y volteó a ver al otro lado. No supo cuánto tiempo estuvo así hasta que Ben le dijo:

-Voy a estacionarme.

-Porque? Dónde estamos? Ya llegamos?

-Tranquila Rey, es el supermercado.

-Ah bueno, voy contigo.

Entraron al súper y Ben agarró varias cosas que quería llevar, Rey tomó unas papas y un jugo y las puso con las cosas de Ben y esté alzó la ceja y preguntó:

-Qué es éso?

-Tú lo pagarás- le contesta.

-En serio...

-Claro, por haberte burlado de mí- le dice ella frunciendo el ceño.

Ben se ríe y le dice al cajero que también se cobré éso, ella agarra sus cosas y salen del lugar. Al llegar al auto el le dice:

-Sabes, te habría comprado algo aunque no agarraras nada Rey.

-En serio!

-Claro que sí, vámonos.

Entraron al auto y se fueron a la casa, Rey sonrió, al parecer la convivencia no iba a ser tan complicada cómo ella creía.

Otra actualización.

Las vueltas del destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora