Las vueltas del destino.

22- Londres.

Cuándo se despidió de Ben en la casa y el no fue al aeropuerto con los demás se dió cuenta de que todo era real. El jamás estaría con ellos y que todo lo que habían vivido había sido un sueño, sólo éso.

Suspiro y sólo cuándo subió al avión empezó a llorar, no l hizo mucho y quitó sus lágrimas, sería un vuelo largo así que se durmió.

Despertó cuándo faltaban unos minutos para aterrizar y sintió frío. Estaba en su hogar aunque hace tantos años que no venía que no lo había sentido así, suponía que era cosa de acostumbrarse.

Salió la gente del avión, ella llegó a la sala de espera; agarró su maleta y salió.

Tomó un taxi y dió la dirección, cuándo llegó la vio, no era en la ciudad así que estaba un poco abandonada. Pago y bajó del taxi dirigiéndose hacía la casa, entró y puso manos a la obra.

Sacudió todo lo que pudo y barrio toda la casa, lo bueno es que ya estaba amueblada, así que sólo tendría que comprar las cosas del bebé y una que otra cosa que faltará.

Fué a la cocina y se dió cuenta de que estaba vacío. Agarró su bolso y salió, camino hacia la carretera y llegó a la parada del autobús, significaba que éstos todavía funcionaban.

Cuándo llegó al centro comercial se dió cuenta de que había mucha gente, agarró su carrito y entró a la tienda. Empezó a agarrar su super y cuándo acabó fue a pagar. Vio una playera de los Simpson y se entristeció, eran los personajes favoritos de Ben. Pensó en él, que estaría haciendo a miles de kilómetros de ahí. Salió de sus pensamientos cuándo llegó su turno de pagar.

Pagó sus cosas y salió, entrando a la tienda de bebés que había afuera. Se quedó viendo todo cuándo observó unos pañaleros, era un paquete de 3. Los compró y le dieron una bolsita. Cuándo salió vio la bolsita y las lágrimas se formaron en sus ojos sin derramarlas. Siempre pensó que ella y Ben escogerían la primera prenda de su primer hijo, pero nada salía cómo ella había esperado.

Se dió cuenta de que ya era muy tarde, así que agarró sus compras y se dirigió a la parada.

Tomó el autobús y llegó a su casa, entró y empezó a guardar todo.

Después entró al baño y se dió una ducha, se puso su pijama y se fue a preparar la cena.

Mientras cenaba pensaba en Ben, que estaría haciendo en ese momento, de seguro ya estaría trabajando; fotografiando personas famosas y codeandose con gente importante. Suspiró, ella jamás estaría a su altura, ahora lo entendía. Ella y el bebé sólo serían un estorbó para él y su trabajo.

Dos lágrimas bajaron por sus mejillas pero se las limpió. Acabó de cenar y se fue a su cama agarrando su manta mientras pensaba en lo que vendría. Se quedó dormida y cuándo se despertó ya era de día.

Fue al baño y después se puso a desempacar y encontró su bata, se la puso y fue a preparar su desayuno.

Tenía que buscar un trabajo de medio tiempo, se aburriría si se quedaba todo el tiempo encerrada, necesitaba hacer algo. Se puso a terminar el desayuno porque su estómago empezaba a gruñir, cuándo acabó se sentó a desayunar y fue por su laptop, era hora de buscar.

Siguió desayunando mientras buscaba y anotó todo en su libreta, direcciones y qué papeles tenía que llevar, cuándo acabó de desayunar se levantó y se sentó en el sillón, buscó otros trabajos, estaba decidida a seguir adelante, tenía que hacerlo por ella y su hijo.

Otra actualización.

Saludos.