𝓕𝓲𝓰𝓱𝓽 𝓸𝓻 𝓓𝓲𝓮 [ 𝙻𝚎𝚎 𝚂𝚞𝚑𝚢𝚎𝚘𝚔 ]

𝐋ó𝐠𝐢𝐜𝐚

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Tomar la decisión de vivir puede ser en algunas ocasiones mas difícil o valiente que decidir morir, tienes que estar dispuesto a recibir golpes y levantarte para seguir luchando.

Aveces puedes recibir pocos y devolver varios pero hay veces en las que nos golpean tan fuerte que no queremos levantarnos, es en esos momentos en los que nuestro remes debe llevar más fuerza que nunca, demostrar que la vida no nos domina sino que nosotros a ella.

Esa fue la decisión que tomó Cheong-San, arremeter con todo porque aún tiene personas a las que quiere proteger, aún le queda mucho por demostrar y decir en este mundo como para rendirse.

¿El único problema? "Esta puerta no se abre desde adentro" Leyó en la etiqueta de la pequeña compuerta de metal, si se queda más tiempo en este pequeño lugar hay una alta probabilidad que se vuelva claustrofóbico.

Apago la linterna del celular tras ver lo que necesitaba pensando en alguna solución, para comprobar que tan resistente es la compuerta le dio unos leves empujones procurando no caer de su agarre en los tubos con sus piernas.

La compuerta lo es para nada gruesa si se lo preguntan, tal vez con unos buenos golpes o patadas saldrá volando y eso es lo que necesita ahora mismo a Cheong-San, sacar toda la frustración por medio de unos golpes.

Así fue como los empujones comenzaron a ser golpes más certeros llamando en el exterior la atención de los zombies, no fue hasta que optó por darle una muy buena patada abriéndola con brusquedad golpeando en el rostro a cuatro muertos en vida.

Si estuvieran con vida de seguro les habría roto la nariz o quitado la dentadura, suertudos que ya no les importe el físico...o en si lo necesiten.

De un buen impulso salió de aquel estrecho lugar esquivando a los zombies soltando un grito, uno lleno de frustración e ira contra estos monstruos que han arruinado su día y lo más probable es que vida.

Intento llegar hasta el final del pasillo pero se vio obligado a volver por una pequeña rosa que se acercaba a gran velocidad, ni con las tijeras que llevaba por arma hubiera hecho mucho contra todos los zombies, desearía tener el hacha de la vicepresidenta en estos momentos.

De una manera impresionable esquivó a los zombies hasta entrar en una d e las pocas aulas habitables libres de zombies, todo era un desastre y al fondo se escuchó un corto pero sonoro estruendo.

Tomó lo primero que vio en su defensa siendo una guitarra acústica, está en el salón de música.

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- Perdón si lo que dije te molesto - Se disculpo-

- Solo...- Intentó explicarse - Yo no permitiré que ninguno de esos monstruos te muerda, así que no pienses en morir, por que no lo harás - Sentenció en un tono algo serio pero de alguna forma se sintió dulce, como una caricia al corazón algo frió de la castaña -

Ambos volvieron a apoyarse en el marco de la ventana - No tienes que protegerme - Soltó una pequeña risa que no pudo contener - Puede que la hacha sea pesada para alguien tan débil como yo pero me puedo defender - El muchacho tampoco pudo evitar soltar una pequeña risa - Además ellas son las que necesitan protección - Le murmuro señalando con disimulo a sus espaldas las tres chicas sentadas -