Two Warriors. | Traduccion | Clexa

Chapter 2: The Death of The Commander.

No era costumbre que un guerrero visitara a su Segundo si habían ido a Polis para comenzar su entrenamiento para convertirse en Comandante. Nada iba a afectar la preparación que un Sangre Nocturna debía someterse allí. Los tres pilares de El Comandante, la compasión, la sabiduría y la fuerza eran la columna vertebral del liderazgo y los rasgos que sabía que Lexa ya poseía.

Me había llegado la noticia de que estaba sobresaliendo en su entrenamiento, pero su naturaleza ardiente de Trikru a veces estaba poniendo a prueba la paciencia del Guardián de la Llama conocido como Titus. No esperaba menos de una chica que una vez derribó a un hombre el doble de su tamaño con solo un bastón de madera después de que le dijeron que era demasiado pequeña para luchar como una verdadera guerrera. Lexa siempre tuvo una fuerte voluntad.

Recuerdo el día en que todos vimos el humo rojo que se elevaba hacia el cielo y oímos el sonido de los cuernos resonando en la tierra. Esto significaba solo una cosa, el Comandante había muerto, asesinado a tiros por hombres con trajes de radiación mientras cazaba en el bosque. Había estado librando la guerra incansablemente contra los que habitaban dentro de Mount Weather. Este enemigo de los Clanes Grounder había estado secuestrando a nuestra gente durante muchos años, realizando experimentos en nosotros dentro de la Montaña. No podían caminar en nuestro mundo, la radiación de cuando cayeron las bombas los mantenía atados a su hogar subterráneo.
Su muerte fue un mensaje para todos nosotros, "continúa luchando contra la montaña y haremos más que tomar a tu gente en la oscuridad de la noche, destruiremos tu camino, tu cultura, ¡el Espíritu del Comandante!"

La muerte de Heda significó que el cónclave pronto estaría sobre nosotros. Lexa lucharía a muerte contra los otros Sangre Nocturna por el derecho a ascender, para convertirse en el próximo Comandante. Cabalgué hasta Polis para buscar audiencia con ella antes del combate. El cónclave fue una brutal prueba de habilidad y combate. Solo el guerrero más fuerte que quedara en pie sería digno de convertirse en el próximo Heda.
Me reuní con Lexa mientras se preparaba para la batalla. En cierto modo, había cambiado desde la última vez que la vi, tenía una naturaleza casi regia. Se había vuelto aún más fuerte, pero aún mantenía ese corazón de Trikru. Fue este día que le di la espada que una vez llevó su padre. Lo sostuvo con tanto orgullo, pero se entristeció de tener que usarlo para derrotar a aquellos con los que había entrenado. Recordé mis palabras para ella ese día,
"Todos ustedes están en honor en esa arena, todos enfrentando su destino. La muerte no será una compañera fácil hoy, Lexa. Si desea mostrar su dolor, hágalo a la manera de los guerreros, hágalo con la pintura de guerra que usa tu cara."

Vi como marcaba líneas negras en sus ojos,
"Lágrimas negras por los que debo matar. ¡Que el destino sea misericordioso!" Lexa pronunció antes de entrar en la arena, con la cabeza en alto, sujetando con fuerza la espada de su padre, lista para luchar.