04 𔘓 nido.

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Allí se encontraba él, en el suelo, tomando y lanzando con desespero diferentes sábanas al suelo

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Allí se encontraba él, en el suelo, tomando y lanzando con desespero diferentes sábanas al suelo.

El instinto de su omega había despertado hace una media hora, en la cual no había podido evitar sentirse desesperado por conseguir un lugar seguro.

Tenía diferentes mantas y algunas sudaderas de SooBin, también sus dos almohadas y había robado el suéter que más usaba el alfa, que se encontraba impregnado del aroma de este para colocárselo encima. Aun así, nada lograba tranquilizarlo ni a él ni a su omega.

Doblaba y desdoblaba mantas en el suelo, pero terminaba por deshacerlo todo cuando quedaba insatisfecho. Estaba comenzando a entrar en pánico, con un nudo en su garganta miraba de vez en cuando la puerta esperando a que el alfa volviese del trabajo y después volvía a lo suyo.

Tomó una de las almohadas y la abrazó, sollozando un «nido para bebés» ahogado por la tela. Tenía la otra detrás de su espalda apoyada en la pared, ya que se encontraba en una esquina de la habitación, en medio de todas esas mantas.

Se sentía cansado, su vientre le dificultaba todo y las lágrimas le habían impedido poder ver bien para seguir intentando crear su nido.

SooBin llega un poco después, yendo directamente a la habitación y entrando mucho antes de que el omega pudiera siquiera gatear hasta la pared para levantarse. Lo primero que encuentra el alfa es a Kai sentado en el suelo alrededor de un montón de cosas, con su suéter favorito y las mejillas completamente rosadas, mientras soltaba pequeños sollozos y susurraba pequeñas palabras a su vientre.

El pelinegro suelta sus cosas, sentándose rápidamente en el suelo y permitiendo que el omega se posicionara en su regazo. Coloca una mano en el vientre de este, en lo que el contrario apoya su cabeza en su hombro izquierdo.

—Hey, hey, hey, tranquilo —susurra, acariciando su espalda con su otra mano—. ¿Qué sucede? ¿Qué está mal? ¿Te hicieron algo, mi amor?

—Nido —el omega aprieta sus ojitos, un poco apenado ahora que SooBin está allí, preocupado por la razón de su llanto—. Bebés y Ning quieren nido.

El alfa pucherea un poco, llevando su mano a la mejilla del contrario un poco más tranquilo. Sabe que Kai ha estado algo sensible esas semanas y además, el doctor les había hablado de los nidos y como a veces algunos embarazos despiertan el instinto de protección de los omegas.

—Oh, amor, ¿estuviste intentando hacer un nido?

Kai asiente.

—Pero bebé, ese es mi trabajo —SooBin deja algunos besos en su marca, soltando feromonas para aliviarlo—. Te haré el mejor nido de todos, ¿está bien?

Kai lo observa con un pequeño y destellante brillo en sus ojitos. Con cuidado, el omega se retira de su regazo y deja un beso en sus labios.

SooBin se levanta, ayudando al castaño para que hiciera lo mismo. Lo dirige a su habitación, donde lo ayuda también a recostarse y deja unos cuantos besos en sus mejillas y vientre.

Club de alfas ᥀ SooKai. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora