10 𔘓 ¿dos niños? ¿dos niñas?

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—¿Estás emocionado?

Kai recuesta su cabeza sobre el hombro ajeno, tomando la mano de SooBin, quien lo mira con una sonrisa, dejando un beso en su cabello.

—Obviamente lo estoy, pingüinito.

El castaño entrecierra los ojos, sus labios formando una “o” y una expresión indignada que lo hace suprimir una pequeña carcajada.

—¡Ya te dije que no es gracioso! ¡No soy un pingüinito!

SooBin se permite carcajear, provocando que el rostro malhumorado de su omega cambie a un pequeño mohín debido a la burla. ¿Por qué lo llamaba de esa forma? Pues, Kai había comenzado a caminar extraño y un día cualquiera, el alfa lo asimiló con un pingüino caminando sobre hielo.

—Cariño, sé que no eres un pingüinito, pero luces como uno. ¿Recuerdas cuando fuimos al acuario?

Kai asiente.

—Había un pingüino bebé caminando igual que tú —Kai cruza los brazos—. Amor, no me quiero burlar de ti, es solo que te me haces muy adorable y bonito, así como un pingüino.

Las pálidas mejillas del omega se tiñan de un carmín muy notorio, resaltando algunas pecas y lunares en su rostro.

—¡Ah! Mira la hora; deberíamos alistarnos para la ecografía...

El mayor sabe que él está intentando escapar para que no viera lo sonrojado que estaba. Y ya lo había logrado cuando simplemente se fue a la habitación a “cambiarse”.

Lo gracioso era que aún faltan dos horas para la primera consulta del mes.

Tenían algo especial en la consulta de ese día ya que no solo sabrían cómo estaban los bebés, sino que también sabrían el género de ellos y eso los emociona muchísimo. (Kai tenía una apuesta con YeonJun sobre el género y parte de la emoción se atribuía a saber si ganaba o perdía).

En la clínica no tuvieron que esperar demasiado ya que ese día, YoonGi, el obstetra, no tenía muchos pacientes. Los recibió muy bien, como era de costumbre e hicieron los procedimientos de siempre antes de la ecografía.

Al momento de esta, ambos estaban nerviosos, en especial, Kai; sus pies se movían eufóricos y se encontraba algo rígido.

—Cálmese un poco, estoy haciendo mi mayor esfuerzo por ver a los bebés.

El doctor apoya más el ecógrafo, provocando que Kai se queje un poco y esto, a su vez, logrando que SooBin gruñera (el doctor está acostumbrado, incluso cree que él es uno de los alfas más gruñones que le ha tocado).

YoonGi rueda los ojos con diversión hacia SooBin, quien pucherea cuando el doctor sigue observando la pantalla en busca de su cometido.

—¡Genial! Ya sé qué es el bebé uno.

Los orbes de ambos brillaron con emoción. Una pequeña sensación rodeando sus cuerpos.

—¡Díganos!

YoonGi sonrió.

—Bebé uno es una niña, pueden verlo por... aquí —el doctor acerca un poco la pantalla y explica un poco antes de proseguir—. Y bebé dos es... un niño. Felicidades.

Kai fue el primero en sonreír, dejando que diminutas y cristalinas lágrimas rodaran por sus rosadas mejillas.

SooBin lo siguió, besando su rostro innumerables veces.

Mientras, YoonGi se retiró en silencio, indicándole a Rei, la pasante que lo ayuda en algunas cosas, que fuese a imprimir las ecografías.

—¡Vamos a tener un niño y una niña! —SooBin exclama eufórico, abrazando a su omega.

Kai deja un beso en sus labios, sonriéndole al guiar sus manos a su vientre, donde los movimientos son firmes y notorios.

—Los bebés también están felices.

A SooBin le duelen las mejillas de tanto sonreír, pero no puede evitarlo, ¿podría ser más feliz? Su omega y él seguían embelesmados en el ambiente, hasta que el menor miró por detrás del alfa y se sonrojó un poco.

—Soo, ¿crees que debamos irnos ya?

YoonGi los observaba desde la puerta (que tenía una gran ventana), con lo que él creyó, discreción. Y cuando Kai lo miró se volteó y siguió su camino.

—Ah, sí...

—Estoy tan feliz.

La noche se hizo presente junto al cansancio de aquel alegre día. Ambos ya se encontraban en su cama, Kai tenía los ojos cerrados, con una sonrisa en su rostro y un peluche de delfín que le dio SooBin en sus brazos. A su lado, el mayor se encontraba colocándole algunas cremas y sonriendo de igual forma; su omega estaba tan sonriente que no podía evitar contagiarse de ello.

—¿Cuál crees que deban ser sus nombres? ¿Deberíamos comenzar a comprar cositas? ¡Oh, tal vez pueda decirle a mami que me dé algunas cositas de Bahiyyih y Lea! Ella siempre guarda todo en el ático.

SooBin ríe con ternura, dejando las cremas en su lugar y recostándose al lado del omega y haciendo una mueca, porque uno de los peluches del chico ha sido aplastado y lo puede sentir justo en su espalda.

—¿Tienes pensados algunos nombres?

Kai se voltea con cuidado, su mirada observando al alfa y sus mejillas regordetas rojas (quiere culpar al frío esta vez).

—Tal vez, tal vez, tal vez... Haya estado buscando muchos nombres para niños y niñas en mi tiempo libre.

SooBin sonríe internamente, porque BeomGyu ya se lo había comentado un tiempo atrás y no quería decírselo al omega.

—¿Cuáles tienes en mente, cielo?

Kai hizo una mueca pensativa, de esas donde su boca se mueve a un costado y sus ojos miran hacia el mismo lado. También, arruga la nariz y entonces, hace una expresión, dando a entender que ya sabía cuales eran.

—Me gustan TaeHyun y Sakura.

—Están muy bonitos los nombres.

—¿Enserio lo crees?

SooBin rompe el pequeño espacio, besándolo, provocando unas risas por parte de Kai.

Deciden ver una película antes de dormir. Kai se sienta, apoyando su espalda en la cabecera de la cama y SooBin deja su cabeza sobre su vientre, permitiendo que el omega acariciara su cabello.

—Em, Soo...

SooBin levanta la mirada y Kai le da una sonrisa tímida.

—¿Sí, Ning?

—¿Me prestas veinte dólares? Perdí una apuesta...

Club de alfas ᥀ SooKai. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora