ㅡ¿Cariño? ㅡllamó suave y delicadamente la madre de TaeHyung, a la puerta de su lindo y ya no tan pequeño cachorroㅡ. Preparé tú comida favorita ㅡmencionó en un vago intento la castaña, por hacer que su lindo niño saliera de su habitación donde últimamente se la pasaba al llegar de trabajar.
Recostado pesadamente boca abajo, TaeHyung se obligó a responder gentilmente a la invitación de su madre o bien sabría que ésta no tardaría ni diez minutos en abrir la puerta de su habitación para comprobar que estuviera bien y arruinar por completo su espacio personal.
ㅡNo tengo hambre, pero gracias mamá ㅡrespondió lo más educadamente posible a su madre, no demorando en volver a hundir su rostro en sus almohadas de suave algodón.
ㅡ¿Amor? ㅡVolvió a llamarlo con duda su madreㅡ. Baja ㅡle pidió con angustia la pelinegraㅡ. Tenemos que hablar.
El peliverde estaba cansado de hablar con su madre acerca de lo que era o no era conveniente para él, ya que si fuera por ella, él se quedaría toda su vida con ella, y ya bastante monótona era la vida de TaeHyung al ir de su casa al trabajo y viceversa, todos los días de la semana. Eran realmente pocas las veces que él podía salir con sus amigos y disfrutar de un tiempo para él. Su madre controlaba gran parte de su vida y eso era en gran parte porque el peliverde no se inmutaba en negarse.
Las pocas veces que había intentado imponerse ante su madre y sus reglas, ella comenzaba a decir sentirse mal y eso le asustaba a TaeHyung de muchas maneras, pues si a ella le llegará a ocurrir algo, él no sabría que hacer de su vida.
¿Quién lo querría sino fuera su madre?
¿Quién querría a un omega que no era como los demás omegas?
¿Quién estaría dispuesto a darlo todo por él sin importar nada?
Esas eran las tres preguntas que más atormentaban a TaeHyung al despertar o al hacer enfadar a su madre, porque, después de todo, ella era la única familia que tendría siempre.
ㅡ¿Recuerdas a mi amiga Lim Sun Hee? ㅡpreguntó su madre, sabiendo que su pequeño la escuchaba fuerte y claroㅡ. Bien, pues, ella tiene un hijo que es psicólogo ㅡmencionó con duda, haciendo a TaeHyung levantar su rostro de entre sus almohadaㅡ. Se me ocurrió que podrías ir a terapia con él ㅡcomentó su madre no muy convencida y algo molesta.
ㅡ¿Terapia? ㅡindagó TaeHyung.
ㅡS-sí ㅡtartamudeo la castañaㅡ. Te ayudaría a comprender que no ser como los demás omegas no es malo, al igual que vivir sin una pareja no es lo peor del mundo ㅡaseguró con su tono de voz más seguro.
La madre de TaeHyung era por mucho como una linda y tierna oveja por fuera, siendo que por dentro era uno de los peores lobos que podía existir, y es que lo que menos le interesaba a ella, era que su pequeño tuviera amigos, al igual que una relación formal con algún alfa, omega o beta. Cualquiera de los tres terminarían alejando a su bebé de ella. Ninguna de esas especies merecía a su pequeño cachorro.
Nadie lo merecería, nunca. De eso se encargaría laalfa.
ㅡV-voy a pensarlo, ¿bien? ㅡinterpeló el menor sintiéndose algo expuesto.
¿Cómo por qué le contaría sus problemas a alguien que no conocía?
¿Qué pasaría si después de contarle sus problemas no le ayudaba?
¿Y sí le decía a su madre cómo se sentía?
Asintiendo levemente, la alfa recordó que su TaeHyung no estaba ahí para verla asentir. Aunque realmente no le importaba, puesto que solo quería sacarlo de su encierro para que fuese a comer con ella y que ella no tuviera que hacerlo sola, porque odiaba hacerloㅡ. Entonces, ¿bajarás a comer?
La mente de TaeHyung se sentía completamente pérdida, todo débido a que lo que él menos quería era comer con su madre, no ahora que su persona y lobo estaban tan deprimidos por las fechas tan especiales que se aproximaban. Faltaban exactamente seis días para San Valentín y ya podía ver a todos los alfas, omegas y betas tomados felizmente de la mano de sus parejas, esbozando grandes sonrisas de sus rostros.
Absolutamente nadie podía saber cuán duro era ver a todas y todos esos alegres personas mientras que él omega peliverde se lamentaba por ser un "omega defectuoso" como tan cruelmente lo había llamado su anterior pareja y poco después por su madre.
ㅡ¿Tienes su número telefónico? ㅡpreguntó algo avergonzado TaeHyung.
Si su madre quería que tomará terapia, primero se aseguraría de que tan profesional era dicho psicólogo.
Su madre tardó cerca de dos minutos en responder su pregunta, pero cuando por fin lo hizo la castaña sintió un gran peso sobre sus hombros. No estaba para nada en sus planes que su pequeño aceptará aquella tan descabellada idea. Él no estaba loco como para ir al psicólogo. O quizá ahora si lo estaba porque lo estaba considerando, sino, no le hubiera preguntado por el número del hijo de su amiga.
Maldita la hora en que le había hecho caso a su amiga.
ㅡS-sí ㅡconfirmó ansiosa.
ㅡPásamelo y ahora bajó a comer ㅡnegoció.
Una sonrisa se formó y resplandeció enormemente sobre el rostro de su madre. No le agradaba en demasía que TaeHyung negociará su salida de su habitación pero en definitiva le agradaba que saliera de su cuarto, puesto que ella sentía como si su cachorro la viera como una terrible mujer cuando para nada era así. No aún.
Tomando con algo de velocidad una pequeña hoja de papel y una pluma de tinta negra, la madre de TaeHyung comenzó a escribir sobre el mismo el número del hijo de su amiga que llevaba por nombre Kim SeokJin.
No demorando ni un minuto, la castaña deslizó bajo la puerta frente a ella dicho número telefónico. Esperaba de verdad que su hijo no llamará a SeokJin, aunque aún si lo hiciera no tendría mucho problema con ello, pues sabía que SeokJin se encontraba muy felizmente casado.
Pero, que equivocada estaba...
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Destinados ꒱ Jintae
Fanfic• 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋𝐈𝐙𝐀𝐃𝐀 • ꒰♡Sinopsis: Alfas y omegas siempre están en espera de su pareja destinada, esa persona con la que compartirán el resto de su vida, ¿no? Pues ese no es el caso de Kim SeokJin, un alfa y prestigioso psicólogo. Después de años...