Destinados ꒱ Jintae

O2.

Las consultas de Jin habían bajado verdaderamente en el ultimo par de semanas durante el mes de enero, y es que ahora parecía que todos habían resuelto todos sus conflictos emocionales, algo que envidiaba un poco, ya que significaba que todos eran significativamente felices.

Inclusive, más felices que él. 

ㅡ¿SeokJin? ㅡlo llamó bajamente su secretaria y hermana JiSoo, que se encontraba parada en la entrada de su consultorio con una expresión pensante y una postura algo rígida. 

ㅡPasa ㅡhabló cansado el alfa. 

Sin apartar la vista de su laptop, Jin sobo lentamente las cienes de su cabeza.

ㅡ¿No piensas irte a comer? ㅡpreguntó intranquila la linda pelinegra frente a él.

Sin contemplar que ya era más que nada, hora de cenar, el mayor respondió perdidamente y con la vista fija en el segundo párrafo, de su tercer reporte, del cuarto día de la semana.

ㅡVe tú. Tengo un paciente más que atender ㅡmintió lo mejor que pudo.

ㅡ¿Estás seguro? 

SeokJin sabía bien lo linda y considerada que era su hermana con él, siempre, a pesar de todo. 

ㅡLo estoy ㅡVolvió a mentir el mayor de los Kimㅡ. Ve a casa. Salúdame a NamJoon y a los niños ㅡagregó con una corta sonrisa en su rostro. 

La hermana de SeokJin era la menor y no importando mucho aquello, ella ya se encontraba felizmente casada y con dos pequeños extremadamente hermosos como hijos.

«Increíble» pensó SeokJin, tan pronto como JiSoo le dio la noticia de que se iba a casar con el mejor amigo de él, Kim NamJoon. 

Todos dentro y fuera de la vida de SeokJin estaban haciendo sus vidas con suma felicidad mientras que él, se quedaba sentado por horas frente a su escritorio con la vista totalmente en su computadora o mirando fijamente por la ventana con la vista perdida en alguna parte de la gran ciudad de Seúl, preguntándose una y otra vez, si de verdad había alguien para él o esperando por él. 

O al menos así lo hizo hasta que tanto su lobo como él, se dieron cuenta que aquella cosa como las parejas destinadas no existían o al menos no para ellos. 

ㅡPasa por la casa al rato, ¿de acuerdo? 

Demandó su hermana pues sabía bien que si no lo hacía Jin se quedaría hasta altas horas de la noche trabajando.

ㅡLo haré ㅡrespondió no muy convencido. 

ㅡHablo enserio, SeokJin ㅡamenazó su hermanaㅡ. No me obligues a venir por ti a las 3 de la mañana. 

ㅡIré, no te preocupes ㅡaclaró mirándola directamente a los ojos. 

Sin poder decirle algo más a su hermana, su celular comenzó a vibrar dentro de su pantalón de vestir negro, haciéndolo levantarse un poco para sacar su celular y poder contestar. 

ㅡNos vemos por la noche ㅡañadió seriamente JiSooㅡ. Te amo. 

ㅡVe con cuidado ㅡsusurró al momento de contestarㅡ. ¿Bueno? ㅡcontestó inmediatamente, oyendo como al otro lado de la línea se oía una respiración temerosa. 

ㅡ¿El psicólogo Kim SeokJin? ㅡpreguntó una dulce y baja voz masculina al otro lado de la línea telefónica, helando completamente los vellos detrás de la nuca de Jin e incrementando los latidos de su corazón. 

ㅡS-sí ㅡrespondió nervioso.  

ㅡAmm... Mi, mi madre me dio su numero de teléfono... ㅡcomenzó diciendo el chico al otro lado de la líneaㅡ. Y-Yo, yo quisiera una cita con usted ㅡformuló sin cuidado alguno el menor de los dos.  

ㅡ¿Una cita? ㅡinterpeló perdido el mayor, sintiendo sus mejillas pintarse de rojo y a su lobo brincar de felicidad, como si aquello fuera una estupenda idea. 

ㅡMmm... y-yo, lo siento ㅡse disculpó TaeHyung mientras jugueteaba con las mangas largas de la sudadera verde oscuro que traía puestaㅡ. N-no, no me exprese bien ㅡcompletó sonando de pronto muy nervioso.

 ㅡTaeHyung, hijo... 

Oyéndose a lo lejos ㅡdentro de aquella llamadaㅡ, una voz femenina de al parecer aura intimidante para aquel chico al otro lado del teléfono, Jin rápidamente escuchó el sonido que le indicaba el final de dicha llamada tan extraña.

"TaeHyung..." 

Saboreando aquel dulce nombre entre sus labios, Jin no pudo evitar sentirse como un chico de secundaria; uno muy enamoradizo e inexperto ante las sensaciones que abordaban su cuerpo. Sintiendo los vellos de todo su cuerpo completamente erizados, diviso su móvil, el cual se encontraba a un lado de él, pues después de ya haber pasado más de cuarenta minutos de aquella llamada tan extraña el alfa esperaba que aquel número volviera a aparecer en la pantalla de su teléfono. 

Intentando concentrarse en el par de reportes frente a él, el pelinegro volvió su vista a la computadora frente suyo, notando como es que aquel chico se había metido en sus pensamientos, pues a mitad de las palabras en sus reportes, su nombre figuraba perfectamente. 

Jin no entendía que rayos estaba pasando dentro de su cabeza ㅡApenas y fue una llamada extraña, de una persona extraña ㅡ, o al menos eso se decía así mismo, para intentar calmar a su lobo que no dejaba de moverse ansioso.

Oyendo la puerta principal de todo el piso, ser abierta, Jin inmediatamente se paró de su lugar, para enseguida encaminarse hasta la puerta de su consultorio muy lentamente, abriendo la misma de manera silenciosa, lo suficiente para divisar quien había entrado al piso y grande fue su sorpresa cuando sus ojos se centraron en un lindo chico de cabellos verdes caminando muy nerviosamente por la sala principal, con las palmas de sus manos dentro de una muy grande sudadera verde.

El lobo dentro de Jin, velozmente se comenzó a remover ansioso tan pronto cómo poso sus ojos en los bellos cabellos verdes del mismo chico.

Jin sin dudar supo que era el chico más hermoso que había visto. Las facciones de su rostro eran muy hermosas, además de finas.  

Saliendo en silencio de su consultorio, el mayor de los dos se paró enfrente a la puerta de su consultorio con un semblante totalmente imponente. 

ㅡ¿Puedo ayudarte? ㅡpreguntó con cierto nerviosismo, pues su lobo no dejaba de removerse ante la presencia del omega frente a ellos, pues era más que obvio que era un omega el chico peliverde. 

ㅡY-Yo, no, no sé... ㅡdivagó el lindo chicoㅡ. Es, estoy buscando al psicólogo Kim SeokJin ㅡdijo sin pensarlo más pero con miedo al sentir que el hombre que le había hablado era un alfa. 

ㅡSoy yo ㅡcontestó el mayor sin titubear. Algo que agradecía. 

ㅡEn-entonces... hablé contigo ㅡcomentó el menor de los dos. 

ㅡ¿TaeHyung? ㅡcuestionó perdido Jin, admirando como los ojos del peliverde se posaban sobre los suyos. 

ㅡSí ㅡconfirmó nervioso y algo ansioso, TaeHyungㅡ. ¿Có-cómo lo supo? ㅡpreguntó con los vellos de su nuca erizados, debido a que el menor no se había tomado la molestia de prestarle atención a su lobo que se removía cada vez más feliz

El lobo de TaeHyung chillaba con alegría dentro suyo, como si supiera que aquello que tanto habían buscado ambos, por fin se encontraba ahí con ellos.  

ㅡKim TaeHyung ㅡse presentó el menor, viendo los ojos oscuros del hombre frente a él brillar de sobre manera. 

ㅡKim SeokJin ㅡse presentó el mayor, teniendo unas profundas ganas de estar un poco más cerca del chico frente a él. 

Estirando sus manos frente a ellos, ambos hombres de fino y porte elegante, unieron sus manos una con la otra, sintiendo como una corriente recorría los cuerpos de ambos. 

Sus lobos se habían reconocido...