Speechless / Love & Nine

Epílogo 🌼

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•.•° 🌼 Un año después 🌼 °•.•

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—¡Jisung, despierta! ¡Despierta! ¡Despiertaa!— Brincaba una y otra vez encima de él, mientras éste dormía. Aún era muuy temprano, pero es que no he podido dormir en toda la noche sabiendo que hoy era nuestro aniversario de un año.

—Mmm~ El gato ya viene~— Se removió en su lugar.

¿Qué el gato qué? ¿Qué gato? ¿Tenemos un gato?

—¡No que gato ni que nada! Levántate, vamos~— Insistí. Al no ver respuesta alguna, hundí mi cabeza en su cuello para susurrarle al oído: — ¿Sabes qué día es hoy verdad?

—Viernes~— Habló adormilado sin aún abrir sus ojos.

—Eres un flojo, yo siempre debo venir a levantarte...— Hice un puchero molesto y luego me levanté de su cama— Ya no te hablo, lo olvidaste...— Musité eso último y salí de brazos cruzados hacia la cocina. Allí se encontraba la señora Hwasa preparando de mi desayuno como de costumbre.

—¿Y esa carita?— Me cuestionó mientras le daba la vuelta a un panqueque.

—Sungie olvidó nuestro aniversario... ¡Y era muy importante!

—Ouh... Es un mal novio.

—Si... ¿Y Ryujin como va con Jeji? — Pregunté cabizbajo.

—Muy bien, consiguieron caer las dos juntas en la misma universidad.

—Eso es genial... Y yo bueno, todo iba bien hasta se olvidó de este día.

—Tranquilo Wookie, mejor come de tus Panqueques— Los sirvió frente de mí.

Ya no tenía hambre...

—Creo que no tengo mucho apetito— Alejé un poco el plato de mí.

—Ah no, eso no, abre la boca— Me regañó. Cortó un trozo y me hizo comerlo a la fuerza. Ella odia cuando yo no como o rechazo de sus platillos.

—Mm~ no quiero más— Dije con la boca llena aún de comida, negando con la cabeza.

—Dos bocados mas y ya ¿Sí?— La miré con cara de niño regañado y con mis manos bajo la barra, abrí mi boca, ella me dio de comer los dos últimos trozos.

—Viste que sí querías.

—No quería pero usted me obligó— Hablé con la boca llena— Me iré a encerrar en mi habitación para no salir por un día— Me levanté triste de mi lugar, mientras caminaba arrastrando los pies escaleras arriba.

Tomé de la perilla de la habitación, pero ésta estaba cerrada por dentro con seguro.

—¿Jisung, estás ahí? — Pregunté sin ánimos— Sal de mi habitación si no quieres ver a tu novio molesto en serio.

No recibí respuestas, quizás sólo se cerró sola. Fastidiado, me giré para ir a buscar las llaves.

Ya un poco alejado, sentí como ésta se abrió sola sin dar a mostrar quién la había cerrado.

—¿J-Jisung?— Caminé despacio hasta la entrada, entré con cuidado y me detuve en seco bastante sorprendido al ver como Jisung había dejado mi habitación.