Kill me ✄ VMin

Epílogo

La luz del Sol golpeó su rostro, Jimin despertó con un amargo sabor en su boca y abrió los ojos encontrándose con un rostro sonriente.

—¡Papi levántate! —Jungkook gritó.

Habían pasado cerca de dos años desde que se fueron a buscar suerte en otro país. Comenzar una vida desde cero había sido más difícil de lo que pensaba.

Tuvo que despedirse de Namjoon y tomó un vuelo lejos a un país que no conocía.

Y por supuesto, viajó con su hijo y con el amor de su vida. El cuál llevaba tres años ausente por lo que al principio se sintió extraño vivir con él. Incluso llegó a irse a dormir al sillón para no estar con él, pero ya había pasado el tiempo y lo amaba. Ambos se amaban.

Taehyung consiguió un empleo como cocinero en un puesto y Jimin comenzó a trabajar en una fábrica, la cual tenía guardería.

No era una vida lujosa, pero con el tiempo lograron conseguir una mejor vivienda y Jimin se salió de trabajar para cuidar de su hijo.

Taehyung continuó en el puesto y poco después logró entrar en un restaurante donde ganaba mucho mejor.

Por lo que se podría decir que sí estaba viviendo una vida de ensueño. O al menos él lo sentía así.

Años atrás se odiaría por verse de esa forma, durmiendo con Taehyung, amándolo, siendo amado y cargando a su próximo bebé. Jimin se habría burlado de su yo del futuro, pero estaba feliz de la decisión que tomó porque después de años, podía decir que sí era feliz.

Que sentía el amor de su familia y aunque su pasado le dolía, estaba aprendiendo a vivir con ello.

Taehyung lo abrazó por detrás y besó su cuello. Jungkook dio un grito y se subió a la cama para meterse en medio de ambos y ser recibido por Taehyung con cosquillas.

—¡Papá! —gritó entre risas.

—Harás que se orine —advirtió Jimin.

Taehyung se detuvo y besó a su bebé en la mejilla.

—¡Papá! —se quejó Jungkook— ¡Ya me había peinado!

—¿En serio? —preguntó Taehyung.

—Ya te dije que no puedes usar la gel, cariño —Jimin tocó el cabello húmedo por demasiada gel.

—Es que me quiero ver guapo para mi primer día en la escuela.

—Eso lo sacó de ti —le dijo Jimin a Taehyung—, siempre se mira en el espejo y tú también eres igual.

—No es verdad, tú siempre andas mirándote en el espejo.

—No, yo miro como mi otro bebé crece, no lo entenderías.

Taehyung rio y se acercó para besar a Jimin.

—¿Quién llevará a Jungkook a la escuela?

—Vamos los dos —dijo Jimin—, sólo peinalo y arregla la cama en lo que yo hago el desayuno.

—Sí, mi amor.

Taehyung se levantó y cargó a Jungkook para llevarlo al baño y Jimin se quedó sentado escuchando la voz de su hijo quejarse y de Taehyung diciéndole que se quede quieto.

Sonrió ligeramente y acarició su vientre sintiendo pataditas.

—¿También quieres salir para que tus papis te abracen? —Jimin se levantó y fue hasta el baño para mirar como Taehyung jugaba con el cabello de Jungkook haciéndole un peinado punk. Jungkook estaba enojado.

—¡Papá no! —se quejó Jungkook.

Taehyung sólo se rio y al percatarse de Jimin acomodó el cabello de Jungkook rápido. Jimin se rio y fue hasta con él para besarlo.

—¿Estás bien? —preguntó Taehyung y bajó su mano acariciando a su próximo bebé.

—Estoy muy bien, sólo recordé algo, pero ahora estoy muy bien.

Taehyung sonrió y besó de nuevo a Jimin.

—¡Oigan! —se quejó Jungkook—, se me va hacer tarde.

Y sí, ambos pudieron ser felices después de todo.

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