❝𝑴𝒚 𝒆𝒙𝒐𝒕𝒊𝒄 𝒅𝒂𝒏𝒄𝒆𝒓❞ Yeongyu

🌿Seize🌿

"Nadie controla la vida y todos estamos a merced del destino"

🥀...

Beomgyu se dirigía a la universidad a paso lento. Las vacaciones de invierno habían sido demasiado cortas para el.

-Vamos, apúrate- insistió Jeongin detrás de el.

-No quiero, además recuerda que está semana también tenemos que volver al club.

Jeongin suspiró.-¿Y eso acaso no es bueno? Ya nos esta haciendo falta dinero.

-Fueron unas buenas semanas sin hacer nada- lloriqueo cuando estaban a algunos pasos de la entrada. Era bastante temprano por lo cual apenas había alumnos en el edificio.

Cuando abrieron las puertas no esperaban encontrarse con aquello. Carteles de color morado con una gran tipografía que decía cosas como "Miren cuántas putas ahí en esta universidad!! Este de aquí abajo es uno" dependientemente de quién se tratara, y debajo una foto de alguna persona que trabajaba en el club, no eran tantos los que asistían a las facultades que estaban allí pero si suficientes para hacer varios carteles. Algunos de sus compañeros de trabajo estaban allí, quietos frente al cartel donde salían. Jeongin y Beomgyu corrieron a ver si había alguno de ellos. Desafortunadamente los encontraron.

Beomgyu tomo el suyo, el cual decía, "¿Niño prodigio o puta al servicio?" Haciendo alusión a que estaba adelantado. No sabía quién había hecho eso, pero en cuanto lo encontrará lo golpearía.

Comenzó a arrancar todos los que pudo y los tiro en un basurero. La sangre le hervía y sentía el odio crecer en su interior.

Caminaba con pasos fuertes y decididos en un pasillo cuando alguien lo tomo del brazo. Se dio vuelta y se encontró a Ryujin viendolo a los ojos. Sus orbes expresaban un raro sentimiento de culpa.

-Beomgyu, lo que se que ella te diga, no dejes de confiar en Yeonjun ¿Si?- Su voz salió temblorosa. El chico no sabía a qué se refería.-Y perdoname por favor, ella me obligó, se aprovechó de mí y de lo que sentía.

Luego de eso lo soltó y se fue. Había sido una situación extraña.

Llego a uno los patios de la escuela cuando alguien (otra vez) lo llamo. Giro sobre si mismo y esta vez vio a Chaeryeong. ¿Que quería ahora?.

-Hola Beomgyu, ¿Cómo va el día?- La chica le ofreció una sonrisa extraña.

-No muy bien a decir verdad- hablo cortante. No estaba de humor para eso.

-Oh, es por los carteles no.- Beomgyu asintio.-¿Te puedo decir algo?

-¿Que?

-Los puse yo.- soltó orgullosa. El chico abrió la boca confundido.-Y sabes quién me ayudó, quien fue uno de los que colaboró para conseguir las fotos.- Su sonrisa era tétrica. Se acercó de a poco a él y se inclino, susurrándole en el oído.-Tu noviecito, Yeonjun.

El mundo se detuvo un momento para Beomgyu.

-No, Yeonjun no hubiera podido, el no...- trastabillo.

-O claro que sí, el pudo, el te uso, le dije que lo hiciera- La respiración de Beomgyu se aceleró y sus ojos se cristalizaron. -Se sorprendió mucho cuando supo que su noviecito era un prostituto.

-¡Eso no es cierto!- grito apartandola de un empujón.

-¡Las fotografías no mienten Beomgyu! ¡Yo misma te vi salir de ese club de mierda hace un mes!

-¡No es cierto!¡Yeonjun ya lo sabía!¡Me dijo que no le diría a nadie!¡Me lo prometió!

Chaeryeong se quedó quieta. Yeonjun sabía de eso. Mierda, su plan tenía un puto hueco.

-Oh, quise decir que el me lo dijo, me dijo que eras una puta, por eso acepto ser tu novio.- trato de salvar su trasero.-¿Por qué crees que te querría? Eres horrible, tienes un aire a adolescente emo con ese corte y estás gordo. ¿Quien te querría? ¿!Eh¡? ¿!¿Quien?¡?

Dos lágrimas resbalaron por sus mejillas. ¿Y si tenía razón?¿Por qué Yeonjun lo querría?.

-Tuviste suerte que el director no viera los carteles, te hubiera hechado a ti y a todas esas prostitutas.

(🌹🌹🥀🥀🥀🥀)

Beomgyu se encontraba almorzando, más bien teniendo el almuerzo a lado suyo y la mente en el espacio. No había dejado de pensar en lo de esa mañana. Todo lo que le dijo Caheryeong. Incluso había olvidado lo que le dijo Ryujin.

Yeonjun le había avisado ayer que faltaria a las clases de la mañana ese día. Cuando fueran las de la tarde solo lo evitaría y hablaría con el a la salida.

Tenía un nudo en la garganta pero no lloraría, no volvería a llorar por otro imbecil que solo lo usaba.

-Hey, Gyu, ¿Estás bien? Tienes los ojos rojos- Escucho la voz de Jeongin junto a el.

-Ah, si- Fue lo único que dijo. Jeongin no estaba convencido.

-¿Lograste quitar todos los carteles?

-Casi, creo que Jennie y Jihyo estarán en problemas.

-Que mal por ellas.

La comida siguió silenciosa. Ninguno emitió otra palabra. Fueron a sus clases y se volvieron a encontrar en uno de los descansos.

Beomgyu se sentó en una banca del patio a revisar su teléfono procurando que Yeonjun no se le acercara. Al parecer el universo tenía otros planes porque instantes después de sentarse Yeonjun se sentó junto a el.

-¿Me estás evitando?- pregunto.

-No.

-Si lo estás haciendo Beomgyu, me estás evitando.

-Si ya lo sabes para que preguntas.- Eso había salido muy frío.

-¿Que te pasa?¿Que hice ahora?.

-No estoy de humor para hablarte.

-¿Pero por qué?-Yeonjun insistió.

-Porque eres un maldito traicionero.- Beomgyu lo encaro. Que se joda todo, se lo iba a decir ahí y ahora.

-¿De que hablas?- El mayor no entendia nada.

-Ayudaste a Chaeryeong a humillarnos a mí y a mis compañeros de trabajo.

-De que mierda me hablas, yo apenas y convivo con Chaeryeong, no se que dices Gyu.

-Te haces el tonto, lo sabes bien.

Yeonjun se levantó harto de lo que pasaba.-La verdad no, no tengo idea de lo que dices y me acusas Beomgyu.

-¡Expusiste junto con Lee a toda la escuela que trabajo en un club nocturno!

Yeonjun se quedó helado. El no había abierto la boca, se lo había prometido. -Yo no dije nada a nadie Beomgyu, ¿Quien te dijo eso?.

-No importa, solo importa que ningún otro me verá la cara de idiota solo por qué lo quiero.- Algunos alumnos los estaban viendo.-Terminamos Choi Yeonjun.

Aquellas tres palabras cayeron como un balde de agua fría sobre Yeonjun. Beomgyu se marchó de ahí con los labios temblando, le había dolido hacer aquello porque enserio lo amaba, pero no iba a estar con alguien que lo humilló públicamente.

No volvería a dejar que lo tomarán de tonto.