Vigilancia nocturna - Vkook

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Les han cantado, arrullado o acariciado mientras duermen?

Pues a mí sí.

Por quién?

Por mi Kookie.

Les cuento, era viernes en la noche casi madrugada, el pequeño Yeonjun se había levantado y obvio Jungkook, como papi protector, le fue a arrullar.

Pero se preguntaran, y eso qué tiene que ver conmigo?

Simple.

Yo también me había despertado y como estaba de mono, como me dice Kook, que no me quería volver a dormir por el simple hecho de que quería ver una película.

Película a las 11 de la noche?

Sí, estaba aburrido, Yeon estuvo un poco molestoso desde que se despertó, no sabíamos que quería, le vimos el pañal, Jungkook le quiso dar de tomar, pero el cachorrito no cedía para nada.

Paso como unos 20 minutos, Jungkook también un poco más cansado que yo, sólo le quedó cargarlo y pasearse por la habitación, yo también le quería ayudar con eso, pero cuando trató de pasarmelo Yeonjun se empezó a quejar mucho más.

Expulse también mi aroma para que se calmara, pero más se apegaba a Jungkook.

Así que sólo quedó seguirle cargando y paseando, cuando todo quedó en total silencio, dije :

- Kookie.

- Mm.

- Podemos ver una película?

- Tae, pero son las 11, es muy tarde para eso - Me miró con reproche mientras se sentaba a la cama muy despacio.

- Pero no tengo sueño y está aburrido.

- Pero Tae, ver una película no va hacer que te de sueño.

- Pero nos entretiene.

- No.

- Sólo unos minutos.

- No.

- Sol-

- Mono.

Creo que ya se a hecho una costumbre que cuando él me dice 'mono' yo me callo.

- Pero no tengo sueño - dije después de quedarme en silencio y que me mirara en forma de regaño.

Él no respondió, sólo se acostó en la cama con el bebé en su pecho, me hizo señas para que lo abrazara y eso hice.

- Sólo relájate - susurró.

Y empezó a cantar, muy despacio y bajito, además no conforme con eso empezó a acariciar mi cabello.

El cielo está aquí.

Su voz era tan acogedora y suave que quería seguir escuchando sino fuera que me ganaban las ganas de dormir, le abrazo más y puedo descansar en paz, me apego a su cuello y deje un beso.

Es el paraíso hecho en realidad.

- No te sacarás la camiseta si tienes calor - logró escuchar, pero no procesar.

- Te quiero - dije antes de dormir profundamente.

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