Entre Sombras y Nuevos Horizontes

1.4K 85 117
                                    

Capítulo 1: La Traición de la Luz

Era temprano aquel trágico día en Bonesborough. El sol brillaba con todo su resplandor mientras me dirigía al mercado, vestida con unos jeans negros, una camisa blanca con el logo de Levi's y unos Jordan negros. Luz y yo celebrábamos nuestro primer año juntas.

Pero todo cambió cuando la vi, abrazada a un chico. Al principio pensé que era solo un amigo y no le di importancia. Sin embargo, al seguirlos, presencié algo que destrozó mi corazón: se besaron.

No podía creerlo. No otra vez. Ella me vio, pero no mostró ni un rastro de arrepentimiento, simplemente continuó besándose con ese chico. En lugar de enfrentarlos, me resigné y regresé a casa.

Al abrir la puerta de mi frío y solitario apartamento, las lágrimas comenzaron a caer. Me derrumbé en aquel lugar vacío. "Ella... ¿me ama de verdad?", pensé.

Desperté cansada después de llorar mucho. Mis ojos estaban pesados, y un sonido en mi teléfono interrumpió mis pensamientos. Un mensaje de Willow revelaba la verdad: Luz tenía un nuevo novio. La imagen lo confirmaba.

"Me fue infiel...", murmuré con dolor. ¿Cómo podía ser tan irónico? Amar a alguien que te hace la vida perfecta y, al mismo tiempo, te decepciona de la peor manera posible.

La pregunta resonaba en mi mente: ¿Es mejor olvidarla?

Con la decisión tomada, llamé a mi madre, cuyo número desconocido apareció en la pantalla. Un poco adormecida, ella respondió.

"Voy a irme", expresé con voz firme. Hubo un silencio al otro lado de la línea, seguido por un suspiro de comprensión.

"Si eso es lo que necesitas, hija, estaré aquí para ti", respondió mi madre. Cerré los ojos, agradecida por su apoyo.

Empacar mis cosas fue un proceso desgarrador. Cada objeto tenía una historia compartida con Luz, y ahora esos recuerdos se volvían dolorosos. Al mirar a mi alrededor, el apartamento que una vez fue nuestro hogar se sentía vacío y frío.

Después de un último vistazo, cerré la puerta detrás de mí. El sol brillaba, pero no sentía su calor. Caminé por las calles de Bonesborough, preguntándome cómo llegamos a este punto.

La decisión de partir no significaba que el dolor desaparecería de inmediato. Cargaba con la tristeza y la traición, pero también con la esperanza de encontrar una nueva luz en mi vida.

El mensaje de Willow seguía resonando en mi mente. Luz tenía un nuevo novio, y ver la foto confirmó la realidad. La herida aún estaba fresca, pero sabía que el tiempo sería mi aliado en la sanación.

En el viaje hacia lo desconocido, reflexioné sobre el amor, la confianza y la fuerza interior que necesitaría para superar este desafío. No era solo una despedida de una persona, sino también de una versión de mí misma que ya no encajaba en esa relación.

Caminando hacia el horizonte incierto, dejé atrás Bonesborough, llevando conmigo la determinación de construir un nuevo capítulo en mi vida, lejos de la sombra de esa traición

El viaje hacia lo desconocido se convirtió en una oportunidad para reinventarme. Decidí alejarme de los lugares que compartimos, buscando un refugio en la distancia. Mi destino era incierto, pero esa incertidumbre era mi lienzo en blanco, listo para ser llenado con nuevas experiencias.

Al llegar a una pequeña ciudad, decidí establecerme temporalmente. Alquilar un modesto apartamento y explorar los alrededores se convirtió en mi rutina diaria. Cada calle desconocida se volvía un paso más hacia la recuperación.

Las noches eran las más difíciles. El silencio del nuevo apartamento resonaba con los recuerdos compartidos. Las lágrimas seguían siendo compañeras leales, pero también eran testigos de mi proceso de sanación.

Un día, mientras exploraba un café local, conocí a personas nuevas. Sus historias y risas se convirtieron en una medicina para mi alma herida. Descubrí que el mundo aún tenía mucho que ofrecer, incluso sin la presencia constante de Luz.

Las conversaciones con mi madre se volvieron un ancla emocional. A través de llamadas regulares, compartía mi proceso de curación y recibía palabras de aliento que me recordaban mi propia fortaleza.

Poco a poco, la tristeza se fue transformando en aceptación. Aprendí a soltar el pasado y abrazar la posibilidad de un futuro diferente. El amor propio se convirtió en mi prioridad, y cada día era un paso más hacia la reconstrucción de mi identidad.

El tiempo no borró completamente las cicatrices, pero sí me dio la perspectiva necesaria para entender que el amor propio era el fundamento de cualquier relación saludable. Las lecciones aprendidas durante aquel trágico día en Bonesborough se convirtieron en los cimientos de mi renacimiento.

El capítulo doloroso con Luz se cerró, pero la historia de mi vida continuaba. Con un corazón cicatrizado pero más fuerte, estaba lista para abrazar un nuevo comienzo y las promesas que el futuro tenía reservadas.

Tiempos RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora