Hace un año, la sala del tribunal resonaba con la solemnidad de las decisiones que marcarían el rumbo de las vidas entrelazadas. Luz Noceda, con la mirada tensa, asentía ante las restricciones impuestas contra Hunter Wittebane. El hombre barbudo, portando una expresión seria, detallaba las condiciones con la rigidez de quien conoce la seriedad de la situación.
Señorita Noceda, ¿está de acuerdo con la restricción contra el señor Hunter Wittebane? -dijo aquel hombre barbudo con una expresión seria, ella solo asintió en acuerdo. Okey, señorita Noceda, la orden de restricción dura 1 año desde la fecha en que el juez la firme, a no ser que el juez la desestime o la cancele. Las órdenes se pueden renovar por un año a la vez si el juez cree que aún es probable que usted esté en peligro. ¿Comprende lo que digo? -preguntó con severidad.
Si -respondió Luz nerviosa.
Está bien -dijo acomodándose la corbata-. Ante cualquier situación de agresión, puede llamar al 144, donde la orientarán, la asesorarán y le darán contención. Quienes atienden esa línea son profesionales y están los 365 días del año, las 24 horas. No es una denuncia policial, sino una línea de ayuda. Es anónima, gratuita y nacional.
...
Señor Wittebane -habló un hombre rubio con heterocromía-, si usted rompe la orden de restricción se dicta como medida cautelar, según establece el artículo 174 del Código Nacional de Procedimientos Penales, se ordenará el arresto de usted, siempre y cuando al dictar la medida se le haya hecho saber que esas serán las consecuencias de su desobediencia. Ya que si es una pena impuesta en sentencia firme como medida accesoria, la orden de alejamiento no se podrá modificar en ningún caso. Si la orden de alejamiento consistiera en una medida cautelar de la fase de instrucción, tendrá punto final con la celebración del juicio. Por otro lado, si la orden de alejamiento tuviera nacimiento en una sentencia, terminará cuando el tribunal hubiera considerado para proteger a la señorita Noceda. ¿Qué pasa si se incumple la orden de alejamiento? Si usted incumple la orden de alejamiento, puede enfrentarse a cumplir privativa de libertad entre seis meses a un año, como el juez lo determine. También se le pueden imponer multas de doce a veinticuatro meses dependiendo del caso. Así que le recomiendo que siga la orden al pie de la letra, señor Wittebane. Ya se pueden retirar -finalizó, pronunciando palabras que resonaban como advertencias.
Gracias -dijeron Luz y Hunter al mismo tiempo, levantándose del aquel sillón de cuero rojo.
Así, entre órdenes legales y advertencias concretas, la vida de Luz Noceda se veía delineada por límites y precauciones destinadas a salvaguardar su bienestar y tranquilidad.
El eco de las palabras del tribunal resonaba en la mente de Luz Noceda mientras abandonaba la sala, acompañada por la sombra de Hunter Wittebane. La orden de restricción se cernía como un muro invisible, delineando la distancia que debía existir entre ellos. Cada paso que daban hacia la salida del tribunal resonaba con el peso de decisiones tomadas y la certeza de un futuro marcado por límites legales.
La sala del tribunal quedó atrás, pero las cicatrices emocionales seguían presentes. Hunter Wittebane, aunque ahora obligado por las restricciones legales, continuaba siendo una figura ominosa en mi vida. La advertencia del tribunal resonaba en mis pensamientos como un recordatorio constante de la fragilidad de mi seguridad.
Salimos a la luz del día, pero la sombra del pasado se aferraba. La distancia impuesta por la orden de restricción se convertía en una barrera tangible, una línea que él no debería cruzar. Sin embargo, las cicatrices de la traición pasada no se desvanecían fácilmente, y la vulnerabilidad persistía.
El viento soplaba frío, como una metáfora de la realidad que enfrentábamos. La severidad de las medidas legales contrastaba con la tormenta emocional que se desataba en mi interior. La promesa de seguridad que buscaba en las decisiones judiciales se entrelazaba con la realidad de un corazón herido.
Caminábamos en direcciones opuestas, pero la conexión del pasado perduraba. Las órdenes y las advertencias se volvían una narrativa compleja en la que la legalidad intentaba imponerse sobre las emociones. Entre distancias impuestas y cicatrices sin cerrar, la vida de Luz Noceda continuaba su curso en un equilibrio precario.
Ubicación: Afueras del Tribunal
Hora: 16:30 de la tardeAsí, entre el peso de las decisiones legales y las huellas del pasado, se escribía un nuevo capítulo en la vida de Luz Noceda, donde las emociones y las restricciones legales coexistían en una danza compleja.
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Tiempos Rotos
FanfictionEl pasado duele, es un lastre que nunca dejamos de llevar. Yo le creí que me amaba, nunca abrigué la más mínima duda sobre ello. Pero la vida es maestra en dar giros inesperados, y aquí nos encontramos. Así que es cierto -dije con un suspiro, hundié...