despertar y conexión

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El dolor se filtraba en cada rincón de mi cuerpo cuando intenté moverme. Un gemido escapó de mis labios, y la realidad de mi condición se hizo evidente. Regresé a la cama, observando la habitación desconocida donde me encontraba. Luz dormía plácidamente en una silla azul, su rostro tranquilo en el sueño.

Pov Amity

Luz - dije un poco cansada. Una hora más, mamá... -respondió ella, con palabras entrecortadas y aún sumida en el sueño profundo.

Eso fue extraño. Solo me sonrojé un poco. Luz despierta -intenté moverla de la silla hospitalaria. No, por favor -respondió un tanto dormida.

Okey -dije mientras veía la puerta abrirse y entrar una enfermera para verificar si todo estaba bien.

Oh, veo que ya despertó, señorita Blight -dijo la enfermera con una sonrisa amable.

Lo admito, es linda eso sí. Tiene unas curvas, lindo cabello largo negro liso, ojos color avellana, un poco bajita y tiene unas... bueno, ya saben. Gracias -respondí un poco nerviosa mientras veía mis propias manos.

Y ella -dijo Luz un poco seria-.

Ni cuenta me di cuando despertó. Fue mi error -mencionó la enfermera llamada Carmen, manteniendo su amabilidad-.

Soy Carmen, mucho gusto, señorita Noceda -agregó con la misma sonrisa.

Ajá -dijo Luz cruzándose de brazos-. Bueno, ¿y qué necesita, Carmen?

Oh, solo vine a ver cómo está la paciente -dijo Carmen con la misma amabilidad.

Sentí la vibración de mi celular y vi que era un mensaje de Viney y Willow.

Willow

Oye, ¿estás bien? Me debes dinero, acuérdate.
✓✓

Si, hola a ti también. Y sí, estoy bien. ✓✓

Chat de Viney

Loca

Hey, ¿qué pasó? ¿Estás bien?
✓✓

Pues sigo viva, es algo. ✓✓

Despertar en el hospital no era precisamente cómo había planeado comenzar el día, pero la presencia reconfortante de Luz y la amabilidad de Carmen, la enfermera, al menos aliviaban la situación. Mientras las conversaciones fluían, el intercambio de mensajes con Willow y Viney en mi celular añadía un toque de normalidad a la situación.

La interacción amistosa a través de los mensajes brindaba un respiro, aunque mi atención volvía a centrarse en la realidad del hospital. Carmen, la enfermera, continuaba su revisión mientras Luz observaba con atención.

Carmen: veo que se encuentra estable, señorita Blight. ¿Cómo se siente?

No muy bien, pero he tenido días mejores -respondí con sinceridad.

Entiendo. Asegurémonos de que se recupere completamente. -Carmen sonrió con profesionalismo.

Mientras Carmen continuaba su trabajo, Luz no podía ocultar su preocupación. Sus ojos avellana reflejaban una mezcla de sentimientos, y la conexión entre nosotras parecía intensificarse, incluso en ese entorno hospitalario.

Luz: Amity, deberías cuidarte más. No entiendo cómo terminaste aquí.

Fue un accidente, Luz. No te preocupes tanto. -Intenté tranquilizarla, aunque la sombra de secretos no dichos aún se cernía sobre nosotros.

La enfermera Carmen finalizó su revisión y se despidió con una sonrisa. Luz y yo quedamos a solas en la habitación del hospital, un espacio cargado de emociones no expresadas.

Luz: ¿Quieres contarme qué pasó?

Es una historia larga, Luz. Solo un accidente sin mucha trascendencia. -Evadí la pregunta, sintiendo que no era el momento adecuado para compartir ciertos secretos.

Luz se acercó y tomó mi mano con suavidad.

Luz: No tienes que enfrentar todo sola, Amity. Estoy aquí para ti.

Su gesto cálido y la promesa no hablada resonaron en la habitación del hospital. Entre amigas y secretos aún por revelar, la conexión entre Luz Noceda y yo se mantenía fuerte, incluso en medio de la incertidumbre de aquel momento en el hospital.

Tiempos RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora