Foreword

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!Hola! Soy aby.
Por problemas de salud de mi hermano. No puede actualizar ni una novela ahora. Y bueno busque en sus borradores y no tiene nada escrito.

Excepto algunos proyectos que dejó a medio andar. Por lo tanto, subiré esta segunda temporada hasta donde la tiene, que son como seis capítulos. Para darles algo que leer.

O al menos deseen hacerlo.
Gracias por su apoyo. Y Feliz año 2023 ^^ ya que no pude desearles yo.

Bien, les subiré esta novela, espero les guste.

Escrito: Josua.
Resubido: Aby.


—profesor Jeon-el aludido elevó su mirada de unos documentos, dirigiendo una suave sonrisa al pequeño que había levantado su mano

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—profesor Jeon-el aludido elevó su mirada de unos documentos, dirigiendo una suave sonrisa al pequeño que había levantado su mano.

Él mayor era profesor entré los estudiantes de seis años hasta doce años, en un colegio privado, conjunto a la universidad local.

Él pequeño mordió sus deditos con sus ojos grandes—¿puedo ir al baño?—preguntó tímido.

—claro ¿Quieres que valla contigo?—el menor negó, pues ya estaba grande para hacer sus necesidades; Jeon sonrió con suavidad, asintiendo. Los niños empezaron con su bullicio. Algunos dibujaban y otros jugaban entre sí, pues era la hora de jugar un momento antes de continuar la clase. Jeon suspiró dejando los documentos para golpear su hombro derecho.

Estaba cansado y tenso por el trabajo.

—toc-toc—una rubia sonrió pasando con elegancia, siendo saludada por los menores. Jungkook se levantó de su escritorio, mirando a la mujer quien le extendió un expediente—lamento interrumpir tu clase—bromeó la mujer obteniendo una débil risa del mayor.

—gracias. Por cierto ¿por qué me traes ésto?—dice confuso leyendo las páginas.

La rubia suspiró cruzando sus brazos—tenemos un nuevo estudiante—reponde mirando sería al mayor—supongo que puedes con eso, el pequeño parece dé autismo.

Ante la confesión de la menor, Jeon mordió su labio mirandole cansino, incluso la rubia podía notar sus ojeras. Tenía razón, el hombre aún no superaba su desgracia; no importaba cuántas mujeres o donceles se le cruzarán, él parecía una piedra, y lo único qué ella notaba era, verlo ver hacía la nada por segundos con un brillo apagado en sus ojos; además había notado que tomaba al terminar la clase, hasta el punto de terminar ebrio. Eso a su muy pesar, le preocupaba pues había sido su ex novia, y además familia del causante de sus delirios.

—es un caso especial supongo—musita leyendo el documento—entiendo.

—el director Kim me dijo qué podrias lograr mucho con el, además—la mujer suspiró con pesadez—eres bueno con los niños, lo admito—sonrío.

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