La muerte de Hyuna.

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Jungkook miraba de lejos a su doncel moverse en ansiedad sobre el sofá junto a su madre. Las lágrimas del menor se derramaban hinchando su carita. Se sentía tan culpable por lo que pasaba, de sentía tonto por no a verse rendido a pesar de todo.

—debes descansar cariño—la señora Jeon le acarició la espalda.

—no. Quiero quedarme con el—la mayor asintió. Ella estaba destrozada, pues era la segunda ves que la miraba en esa situación.

—me llevaré a Soobin. Taehyung cuidara la siguiente guardia. Por favor descansa un poco ¿Si?

El menor asintió besando la frente de su madre. Jeon se alejó hacía las bancas donde Soobin dormía en los brazos de lisa. Hoseok había cerrado el lugar, no podían abrir cuando la dueña moría a cada instante.

—por favor, por favor Dios, por favor—susurraba el menor con la manita de su madre en sus mejillas—por favor.

La familia se elevó de la banca cuando el doctor se acercó con el expediente. Dando una reverencia como respeto se acercó entrando al cuarto. Jimin se elevó rápidamente de su lugar para acercarse.

—¡Doctor, por favor, dígame, dígame cuánto le queda!—pidió, no, rogó ante la mirada cohibida del castaño.

—quiero que se tranquilice. Si se siente muy mal, puedo pedir un calmante para usted—dijo el menor acariciándole la espalda. Jungkook aprovechó para entrar y acomodarse junto a su doncel, dándole un abrazo que tanto necesitaba—¿Son pareja?

—es mi doncel—dijo Jeon. El menor sintió elevando el expediente y un folleto que Jimin miró confuso.—doctor.

—le pido ahora ahorre sus palabras, con todo respeto sería mejor que abrace a su pareja. Señor Jimin, su madre me hizo firmar un papel, y es que ella pidió la difusión de su muerte desconectándola cuando ella ya no pudiera respirar por si sola—Jimin negaba como un niño. El doctor tubo que tomar fuerza por la mirada desvanecida del blondo. Jungkook tuvo que tomarlo con fuerza, estaba tan débil que sentía qué el rubio se caería de sus brazos—ella me pidió qué le diera esto.

No pudo tomar el papel. No podía cuando le pedía tal cosa. Incluso el su momento más crítico, ella le estaba dando la salida.

Jungkook aceptó el folleto obteniendo una reverencia por parte del médico. Hoseok y la señora Jeon se acercaron cuando el doctor dejó la habitación.

—¡Jimin!

—¡NO!—negó el blondo entre su pecho—¡No, no, no, no, no, no!

—Jimin—Jungkook le abrazó con fuerza. Taehyung apareció con una mochila y si rostro demacrado.

—lo haré por ti—dijo tomando el rostro de su doncel—Jimin no paraba de llorar—lo haré ¿Si?—con asentimiento débil, el blondo asintió siendo abrazado por su suegra. Jungkook tomó aire para luego abrir el folleto enfrente de los presentes. Hoseok miraba el cuerpo de su jefa, tan débil, tan delicada y pálida—hijo—comenzó a leer con un nudo en su garganta—fue muy poco el tiempo que estuvimos juntos. Perdóname por no decirte que me quedaba poco tiempo, perdóname pero sabes que yo…—Taehyung sonrió en sus lágrimas. Ella era tan única y directa. Jungkook mordió sus labios prosiguiendo la lectura—soy tan jodida que prefiero verte feliz. Cuando te vi ese día buscando ayuda, cuando te vi cargar a tu bebe, cuando te vi, hijo el día que tú llegaste a mí vida. Perdóname…

Jimin miraba a su pareja temblando entre sus lágrimas.

—lo siento hijo. Pero ahora es mí turno buscar mí camino. No te preocupes, esto es solo una parte de lo que te diré. Mí abogado te entregará algo a cada uno. Menos al imbécil de Jungkook—el aludido soltó una risa amarga—pero quiero decirte una cosa. Te amo, y te amare siempre mí hermoso, y bello Mochi—terminó de leer—posdata, ya terminemos con esto, no quiero verte llorar. Desconecta está maldita máquina ya no la aguanto hijo. Por favor…creme yo te esperaré bebe. Te ama: mamá Hyuna.

El blondo se acercó siendo visto por todos. Sus manitas tomaron las mejillas de su madre como pudieron por las máquinas. Sus labios besaron la frente de su progenitora. El doctor entró con las enfermeras, les habían dado su espació.

—¿Qué a decidido?—preguntó el médico. Jimin le miró, apenas podía respirar. Asintió alejándose—desconéctenla.

—¡Esperen!—Hoseok pidió mirando al rubio—por favor, déjame darle algo antes—suplicó. El médico se detuvo y las enfermeras se alejaron. Jimin sonrió tan débil cuando el blondo menor se acercó poniendo su nombre bordado en el pecho de la mayor—no te olvides de mí Noona. Por favor—dijo apartando sus lágrimas.

Los médicos procedieron. La máquina pronto se escuchó en un suave pitido y el pulso se apagó. 

La familia fue sacada excepto por el blondo que ya no podía llorar más. Lo último que se pudo ver en la puerta del cuarto, era la espalda de Jungkook abrazando a su doncel.










)seis años después(



El viento soplaba con suavidad, y los cabellos oscuros de Jimin se mecían por la briza. Soobin miraba la tumba de su abuela. Una pequeña niña aplaudió mirando a su padre varón derramando una cuántas lágrimas.

Jungkook apretó la manita de Jimin en su agarre de manos. La pareja se acercó a la lápida dejando flores. Una foto de una mujer castaña ya hacía arriba con unas velas y comida. La familia dio una reverencia ante la lapida. Jimin sonrió al ver a su madre, y su manita suelta acarició su vientre de ocho meses.

—¿nos vamos?—preguntó Jungkook mirando a su blondo. Jimin le miró asintiendo.

—saben yo quiero una foto del cementerio—dijo Soobin. Sus padres rieron ante el menor que tomaba fotos. Una fascinación que había tomado desde niño.

—debemos darnos prisa. Los clientes nos esperan—Hoseok tomó a su pequeño de cuatro años de los brazos de Taehyung. Las dos parejas se alejaron de la lápida oscura. La sonrisa de Hyuna era enorme, y su corazón también lo había sido.

El restaurante había quedado para Hoseok, pues Hyuna había puesto en decisión la toma del local por su hijo. Jimin no quería tenerlo en posesión, era algo que le recordaría a su madre, y no deseaba sentir dolor. Hoseok agradeció con gran ímpetu. Pues la mujer que había tomado como una madre, le había dejado algo de ella.


Taehyung quedó como gerente del local, y junto a su esposo hicieron una cadena de restaurantes. Cada uno de ellos tenía la inicial de su difunta dueña. Con seis años de casado, una bebe había llegado a su vida: la pequeña MinYu….


Los años pasaron y Jungkook negó la oportunidad de ser catedrático en la universidad. Jeon decidió seguir en la pequeña escuela con su hijo, y su blondo en el restaurante ayudándole a Hoseok. Con el tiempo Jung logro que Jimin tocará el lugar que una ves fue un mundo mágico para el. Y pronto juntos pudieron cocinar platillos y lograr sueños a Donceles que eran abandonados. Una fundación qué Jimin creo basado en su vida.


—¡Vecino!—Jimin salió de la casa buscando a un pálido alto. Un chico japonés que se había mudado junto a su familia.

Donde vivía junto a Yeonjun, su primo. Una familia qué tenía una casa encerrada y seguridad que nadie preguntaba. Parecían una familia normal, pero dentro de esa casa habían secretos que nadie conocía.

—¡Mande!—gritó el menor al salir fuera del portón. Yeonjun estaba junto a el con su cara de gruñón. Por más que creciera el seguía siendo un bravucón.

—¡Tsk, de nuevo ese niño enfermo!—bufó. Daniel era el nombre de aquel joven japonés con rostro delgado.

Yeonjun se quejó cuando el mayor le golpeó la cabeza. Soobin miraba a los dos chicos discutir. Jimin le abrazó y le dio un beso para luego despedirse y pasarlo de la calle.

Soobin ya tenía doce años, ya era un niño grande, a pesar de seguir con la enfermedad de autismo. Los cambios de humor de Soobin no habían cambiado en nada, era el mismo niño serio y frio.


—¡Hola, disculpa que te traiga a Soobin. Pero es que no puedo dejarlo con lisa!—el menor negó con una sonrisa. Soobin parecía tener química con Tachibana, el nombre del chico alto.

—claro que no, vengan esos cinco—chocó las manos con el menor. Yeonjun bufó ignorando el echo de sus celos—yo lo cuidó vecino. Ustedes vayan con cuidado. Mamá me dijo que haría galletas.

—¡Muchas gracias, enserio!—para Jimin no era primera ves que dejaba a Soobin con los Choi y Tachibana. Pues la señora del hogar, era dulce y una madre cariñosa.

Las gemelas aparecieron llevándose al pequeño Jeon. Yeonjun entre fanfarreadas siguió a las menores quitándole al pequeño.

—gracias, volveremos pronto—Daniel asintió, elevándo su pulgar al esposo del hermoso doncel—¡Cuídense, nos vemos en la tarde!

Jungkook entró a la camioneta despidiéndose del joven.

—¿Será que pueda servirme la historia de esa pareja?—se dijo Tachibana despidiendo al blondo que subía a la camioneta—¡Cierren el portón!—ordenó. Dos hombres con escopeta alzada cerraron la puerta—¡Oup, hoy me toca actualizar en Wattpad!—se dijo subiendo la subida hacía al rancho.



—¡Daniel, Yeonjun está tocando a Soobin. Es un pedófilo!—gritó una de las gemelas.

—¡QUE DICES!

—¡ES UN NIÑO NO VES!

—¡Yeonjun te juro que te corto el pene!—se escuchó la voz de una mujer.


Daniel se giró, cruzó sus brazos y guiño al unísono.
















Fin.







Nos vemos en otro ficc

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Nos vemos en otro ficc.

Estaba pensando ponerles un apodo de cariño. Pero no sé cual. Xd

Jajajaja

:-:

Joshua.

Fallas de ortografía se arreglaran la otra semana.

RECUPERÁNDOTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora