La realidad

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—¡Soobin!—Jimin exclamaba el nombre de su pequeño. Los demás profesores se habían divido en busca del menor.

Yeonjun con sus compañeros no habían dicho nada por temor. Lisa bajaba las quebradas con ayuda de un profesor. Jimin caminaba entre los árboles desesperado por su pequeño. Jungkook le seguía gritando el nombre de su hijo.

—¡Soobin!—el blondo empezó a desesperarse con sus lágrimas saliendo de sus párpados—¡Soobin, cariño! ¡Dios, donde está mi hijo!—jadeó asustado.

Jungkook se le acercó mirándole asustado por igual—¡tranquilo, no puede salir muy lejos de aquí. Tenemos que seguir buscándolo!

Park le miró receloso—no debí venir, debí quedarme en casa. Ahora estoy aquí con mi hijo perdido.

—no es hora de qué te mortifiques por eso —trató de hablar. Pero Jimin le fulminó creando miedo en su rostro.

—¡esto es absurdo!—se giró caminando entre las bajadas—¡Soobin!—gritó. Jeon frunció su entrecejo siguiéndole.

Ya era suficiente, ya tenía que aceptar la realidad, ambos tenían que aceptarla y dejar todo el dolor. Jimin se sobresaltó cuando se deslizó en falso. Jungkook le sostuvo de la cadera sosteniéndose entre los árboles delgados.

Park respiró agitado cuando sintió los dedos del mayor en su vientre.

—¡Buscaré a nuestro hijo Jimin!—sus ojitos se abrieron en grande al escuchar las palabras persistentes de Jeon—estoy cansado, cansado de todo esto. No quiero que te alejes de mi, no quiero perderte más, tal ves tarde mucho, pero ahora aquí estoy. Estoy aquí Jimin, puedes sentirme—sus brazos rodearon al menor abrazándolo contra su pecho. Jimin sintió sus lágrimas salir con la timidez en su corazón—por favor, déjame enamorarte, déjame amarte una ves más. Puedes odiarme, puedes hacerlo, pero yo suplicó perdón, una oportunidad que por años e esperado.


—¡Soobin!—Lisa caminó entre el camino rocoso con el director y los maestros.

Ambos niños estaban abrazados por el frío, siendo protegidos por una roca. Monoban corrió con los demás profesores encontrando a los menores—¡Soobin! ¡Oh Dios están helados!—dijo exaltada cuando abrazo al menor con la pequeña YeYi.

—¡Hay que sacarlos de aquí!—dijo el director.—rápido, hay que llevarlos al grupo.

La tormenta oscureció el cielo. La lluvia empezó a caer en el espeso bosque, los estudiantes fueron guiados a las pequeñas cabañas por refugio. Jimin sintió la primera gota con Jeon abrazándole la espalda.

Sintió su pecho latir con fuerza, y la calidez del mayor ante las gotas fría de la lluvia más intensa.

Jeon le giró mirándole con sus cabellos húmedos—es en este momento, este momento donde yo te preguntaré una sola ves. Si tu respuesta es definitiva con sinceridad, yo me alejare, los dejaré vivir tranquilamente con Yoongi. Dejaré que seas feliz—Jimin podía sentir la lluvia llevando sus lágrimas tibias—¿Aún me amas? ¿Lo hiciste?—dijo con suplica en sus ojos.

Sintió la calidez de los dedos fríos del menor acariciando su mejilla, pudo ver su mirada muy cerca una ves más, y si el menor dijera que no, entonces tendría que entender qué jamás fue de el.

Jimin le miró tan intenso que sintió el terror en sus ojos. Las manitas del blondo le tomaron de sus mejillas acercando su rostro. Sus labios se abrieron al recibir el beso del blondo.

Lo abrazo apretando sus labios con agonía contra los del rubio. Le sintió tan caliente y confortante al sentirlo en sus brazos. La lluvia helada no parecía nada comparado con el calor naciendo en su corazón. Jimin le abrazó del cuello profundizando el beso.

RECUPERÁNDOTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora