RECUPERÁNDOTE

Vueltas

—por los exámenes que te realicé y los análisis que hicimos en tus radiografías. Me temo que el cáncer regreso.

Hyuna se contuvo de abrir sus ojos en miedo y asintió tragando el nudo en su garganta. Su doctor la miraba con tristeza.

—doctor por favor dígame….¿Cuanto me queda de vida?—exigió firme obteniendo un suave suspiro del hombre quien analizó su mirada y asintió.

—dos meses aproximadamente—la revelación no pudo ser pasada por alto. Kim abrió sus ojos con sorpresa.

Era muy poco tiempo.

—tu cáncer había estado en modo exceptivo. Has estado acumulando células cancerígenas, tu cuerpo ha venido reaccionando después de qué una de las células—la seña que el doctor hizo la mortifico—explotó totalmente, dañando tu hígado, y de paso tu intestino. Podría darte quimioterapias para darte tiempo…—el hombre frunció sus cejas, no sabría si sería correcto—y disculpa pero te lo digo para que órdenes tu vida. Tienes un aproximado de tres meses antes de tu primer recaída; si comenzamos con el tratamiento lo más antes posible.

—¿No hay probabilidades de una cirugía?—preguntó con un deje de esperanza, la cual fue cortada con la negación del mayor.

—hyuna si procedo a intervenir quirúrgicamente, no saldrás viva. lo siento.—sinceró.—¿Procedemos?.

—si. Pero doctor—el mayor le miró—puede proceder en una semana?.

—eso sería arriesgado, cortarías tu tiempo—hyuna negó con una suave sonrisa.

—solo necesito ese tiempo para poder ordenar mi vida y luego podré entrar en el tratamiento—el hombre asintió más que entendido.—sin embargo, le pido con toda sinceridad, que no me realice las quimioterapias.

—pero…entonces no habría motivo de trata…

—no, yo…creo que si no tengo cura, prefiero no sufrir doctor—le interrumpe. El hombre hizo una mueca, pues para ellos esa parte de su trabajo era la más dura de asimilar.

—comprendo…lo siento.

—si, yo también lo siento.



La morena abrió su puerta encontrándo a su joven empleado. Hoseok le miraba con su ojos perdidos, cómo si sus ojos estuvieran muertos, sin vida alguna.

—Hoseok—susurró. Él menor se acercó abrazándola mientras lloraba con todas sus fuerzas. Hyuna suspiró abrazándolo con fuerza.—tranquilo…. Aquí estoy yo—el tacto del menor, era como sentir a su pequeño hijo.

“—Jimin?—el rubio estaba frente a ella con lágrimas derramadas y una maleta”.

“—tranquilo…aquí estoy yo—”

Apretó con fuerza al blondo permitiéndose llorar con el menor.

Más tranquilo el blondo le dio una sonrisa tomando la tasa de café caliente. Hyuna se había sentado al sofá de frente mirando al menor con sus lágrimas contenidas. Ya no podía ser fuerte.

—Hoseok….

—n-no quiero hablar de eso ahora…—murmuró. La mayor asintió—lo siento noona, pero podría darme posada unos días? No quiero que mamá se enferme por mi culpa.

—claro estás en casa.—Él blondo asintió más tranquilo bebiendo el líquido con sus lágrimas.

Taehyung apartó el sudor en su frente. Él varón limpiaba las mesas, mientras algunos empleados entraban. Aún no estaba abierto para nadie, y Hyuna parecería qué no estaría temprano para abrir; a si que se dedicó a limpiar, intentando ignorar su dolor y desespero.