Capítulo Ⅴ

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SeongHwa permaneció en silencio.

Viendo fijamente la puerta del cuarto del hospital donde WooYoung estaba acostado. San estaba adentro hablando con su pequeño amigo, y él se sintió demasiado intimidado como para entrar junto a ellos. 

SeongHwa era ese tipo de persona, confiaba muy rápido pero a la vez temía que su presencia fuera rechazada. Sus compañeros de clases creían que él era genial, claro que eso fue antes de que ayudara a San y WooYoung con ChungHee. Del resto, SeongHwa no era interesante.

Era obediente, ordenado, inteligente. Y demás adjetivos que decían sus padres y tíos para con él y que pensaba que le quedaban bien porque sí lo era.

Levantó su mano y tocó su labio inferior. Ya hace un rato se había limpiado la sangre del señor del vecindario, pero aún podía saborear el sabor metálico de la sangre en su boca.

SeongHwa era obediente, ordenado e inteligente.

Había roto con sus dientes la piel de un hombre que quería tratar de protegerlo del fuego.

Era obediente.

Se había sentido bien lastimar a una persona, para llegar y proteger a otra, más corrompida que las demás.

Ordenado.

Y si fuera necesario, lo volvería hacer. San y WooYoung ya habían pasado por mucho como para agregar más.

Inteligente.

Justo ahora, su mente no servía para nada más que recordar cada detalle de lo sucedido anteriormente.

Se había cruzado con el padre de San y minutos de haber llegado a casa, su madre lo mando a hacer unas compras. SeongHwa había refutado asustado, no quería salir por temor a conseguirse al Sr. Choi otra vez.

Su mamá le dijo que se hiciera la cruz y que con eso estaría protegido. A regañadientes SeongHwa lo hizo frente a ella y salió de la casa.

Ni siquiera recuerda lo que pasó, supuso que fue la adrenalina.

Había escuchado gritos de ayuda.

Pero no eran solo eso. Era la voz de WooYoung. Sonando tan desgarrador que puso sus pelos de punta. E ignorando la vocecita que le decía "ten cuidado. El lobo se disfraza de oveja" que sonaba muy similar a su madre, corrió al lugar donde se escuchaban los gritos de WooYoung.

Aún no era un gran incendio. Pero había humo oscuro, dentro de la casa.

Se fijó en que había una señora parada cerca y le gritó que llamará a los bomberos. La mujer hizo caso inmediatamente.

Abrió la puerta principal y tuvo que alejarse cuando el humo salió disparado hacía todos lados. Recuerda haber grita el nombre de WooYoung. Recuerda haber visto a pesar del humo, a WooYoung tratar de cargar a su madre.

Recuerda haber entrado y tropezado varias veces, hasta llegar hasta ellos.

Con fuerza que ni sabía que tenía. Logró sacar a WooYoung. Él ya estaba desmayado para ese entonces.

Recuerda que cuando iba a entrar otra vez llegaron los bomberos. Y entonces, algo dentro de la casa explotó y el fuego se propagó. SeongHwa se aferró al delgado cuerpo de WooYoung y observó horrorizado como las grandes lenguas de fuego salían por las ventanas.

Un grupo de bomberos llegó y le arrancó a WooYoung de sus brazos, otro entró en la casa.

Minutos después salieron con la mujer en una camilla y rostro tapado. 

Recuerda haber entrado en histeria y haberle gritado a las personas reunidas por haber ignorado los pedidos de ayuda de WooYoung.

Recuerda haber visto llegar a San y verlo creer que su familia estaba dentro de la casa en llamas. Trato de llegar hasta él, pero fue detenido.

Creyó que en algún momento se iba a desmayar por el estrés. Pero pudo resistir hasta guíar a San al hospital donde estaba su mejor amigo.

Lo único bueno que recordaba era que, les habían informado que la mamá de WooYoung aún estaba con vida pero gravemente herida.

Fue un suspiro de alivio para los hombros de SeongHwa.

El sonido de la puerta abriéndose hizo que SeongHwa se enfocará otra vez en el presente. San se asomó y sonrió débilmente al verlo aún ahí, en silencio abrió más la puerta como una invitación.

SeongHwa se relajó grandemente y le sonrió de vuelta. Entró a la habitación y vió a WooYoung acostado en la cama. Le trajo a la memoria la primera vez que él los ayudo.

—SeongHwa Hyung... Me salvaste otra vez — Fue lo primero que pronunció. Su sonrisa sincera fue todo lo que necesitaba para romper a llorar, se sentó en la silla vacía a un lado de la cama y apoyo su rostro en las sábanas. Nunca en su vida había sentido tanta desesperación en un momento.

WooYoung intercambió una mirada con San.

A los segundos, el menor le acariciaba el cabello suavemente y San le abrazaba la espalda.

Ninguno dijo nada más después de eso. Pero eso estaba bien para SeongHwa. No iba a poder soportar una plática.

Tal vez después.

Igual tenía que saber que había pasado en la casa de WooYoung.

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𝕎𝕊ℍ

𝐒𝐀𝐕𝐄 𝐔𝐒 {𝚆𝚘𝚘𝚂𝚊𝚗𝙷𝚠𝚊}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora