CAPITULO 8

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—Me siento feliz —comenzó —he hecho muchas cosas buenas hoy

—¿Cuenta robarle un peluche a una niña? —volteo a verlo furiosa mientras me abrazo a mi misma para darme calor

—¡ELLA ME LO REGALO —grito y yo di un respingo

Lo miro aun mas furiosa —te persiguió casi una cuadra gritando que le dieras su peluche, no creo que te lo regalara

—Bueno... —baja la cabeza —ella tiro las llaves de mi precioso auto por un puente

—Luego de que se desesperara por perseguirte

Frena enojado —¿de que lado estas?

—Del lado de la niña —digo orgullosa —eso es seguro

—Gracias querida amiga —sonríe sarcástico

—De nada —vuelvo a caminar con una sonrisa de oreja a oreja

Tuvimos que caminar casi por una hora ya que el bello auto de Jacob sin sus llaves era inservible. Mientras caminábamos me percate de que dos chicos venían atrás de nosotros persiguiéndonos hace dos cuadras. Quise enfrentarlos sin embargo sus manos estaban dentro de sus bolsillos y no descartaba la idea de que tuvieran algo en ellos. 

Vi un pequeño centro comercial a lo profundo de la calle y empecé a caminar mas rápido, Jacob me miro con confusión absoluta y por un momento pensé que diría algo, pero no lo hizo, de hecho empezó a caminar igual de rápido.

Ambos estábamos en total silencio, Jacob feliz con su peluche color rosa chicle y yo asustada por los chicos que estaban persiguiéndonos, en cuanto estuvimos al frente del centro comercial jale lo mas rápido y fuerte que pude a Jacob, obligándolo a que dejara de ver el maldito peluche que quería quitarle de las manos y arrancarle la cabeza.

—¡CASI DEJO CAER A NIEVE!

—Que lastima que no se cayera —dije mas fría de lo que quise sonar —entremos

Tome su mano y antes de que dijera que NO entramos.

—¿Por que estamos aquí?

—Necesito... —casi pude escuchar a mi mente pensar a toda velocidad que decir —ir al baño 

—Bien, nieve y yo te esperaremos justo aquí —señalo una banca que estaba a su lado

¿Acaso le puso nombre a el peluche?

Así es, no es tan rudo como parece ¿eh?

Me aleje y empecé a buscar el baño por todo el centro comercial. lave mi cara y retire la mayor cantidad posible de maquillaje, me mire a el espejo y deje salir un largo suspiro, tenia sueño y el saber que ya iba regreso a casa no ayudaba mucho. Sali del baño y me acerque a Jacob quien consentía al peluche como si de un bebe se tratara.

 —Pareces un niño chiquito

—Y tu una mama amargada —confeso sin dejar de ver su ahora peluche

Voltee los ojos —vamos, se hace tarde

Me percate varias veces de que las personas ya no estuvieran, estábamos cerca de la casa de Jacob por un momento quise proponerle algo, pero decidí quedarme callada, hasta que llegamos a su calle, el pensar como reaccionarían mis padres al ver que me fui de la fiesta hizo que me llenara de valor para hablar.

—¿Puedo quedarme en tu casa? —solté

—¿Eh? —freno sorprendido

—Solo.... por esta noche... 

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