CAPITULO 9

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—¿Un primo? —pregunto

—Así es, tu primo Gabriel vendrá a visitarnos —confirmo papa

—¿Por que no sabia de la existencia de ese primo?

—¡ES UN PRIMO LEJANO! —grito mama desde la cocina

—Ujum —finalizo papa

—Entonces.... —me levante lentamente del sillón —mi querido primo Gabriel, ¿Cuánto tiempo se quedara?

—Dos meses

—Un mes —corrigió mama mientras se sentaba al lado de mi padre

—¿Y para que viene? 

—Se hará cargo de la empresa que tu dejaste tirada —papa volteo a verme furioso

Baje la mirada a mis manos, después de todo papa tenia razón, había abandonado la empresa familiar.

—Prepare tortitas de chocolate —cambio de tema mama —¿quieren?

—No

—Yo si —casi salte de la silla, las tortas de chocolate son mis favoritas.

—Bien

Mama desapareció de la sala y yo me levante para ir a otra parte donde papa no estuviera, no quería pelear con el por culpa de mi decisión. Fue inútil, papa me llamo antes de que pudiera salir de la sala.

—¿Tu madre ya te ha castigado? —pregunto serio

Asenti —por dos meses

—Muy bien

No estuvo tan mal.

Sali de la sala y fui a la cocina para ayudar a mi madre. Al entrar vi toda la cocina llena de humo, si, el cocinar no se le daba bien.

—Creo que ya no tendre tortitas de chocolate —bromee

—Oh cállate si no quieres que te castigue

Carcajee —aun quedan materiales, ¿preparamos mas?

—Hazlo tu, esta cocina me odia

—O tu la odias a ella 

—¿Que? claro que no ¿por que lo dices?

—Mírala

Mama volteo a ver toda la cocina y dejo salir un suspiro

—Como sea, iré a ducharme

—Biennnnn —rio

Empecé a preparar la mezcla siguiendo al pie de la letra la receta, pase todo a un molde y lo puse en el horno.

—Madison linda

Volteo —¿si?

—Papa y yo iremos a recoger a tu primo

—Ok

—Prepara otra, ¿si?, para tu primo.

—Claro —sonreí

Mama salió de la cocina y yo empecé a hacer otra torta, la deje en el horno y subí a mi habitación. Conecte mi celular a bluetooth para poner música de Taylor Swift y recordé la camisa que Jacob me regalo, corrí hasta mi armario y empecé a buscarla.

Me mire al espejo por al menos tres minutos hasta que el timbre sonó obligándome a tener que bajar. La música de Taylor estaba sonando por toda la casa, baje las escaleras cantando a todo pulmón y abrí la puerta totalmente feliz. 

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