¡Ya basta!

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-¡que mierda te pasa, maldita sea, suéltame joder, estaba dormido, que mierdas!, suéltame mierda!-

-¿no te gusta?-

-ese no es le maldito punto, joder, estoy cansado, estaba dormido mierda, saca la maldita mano, con una chingada-

Sentía los dedos jugueteando, el brazo bajo su cuello moviéndose con suavidad sobre su playera, pellizcando y jalonando sus pezones, tampoco podía negar que el movimiento y el calor lo tenía ya bastante despierto, su cuerpo se le adelantaba y movía las caderas, casi sin notarlo se tambaleó quedando de cara al colchón, la playera subiéndose hasta las axilas y los pantalones en los muslos,

-¡idiota, espérate, mierda, que no!-

-vamos, Katz, mira cómo estás, ¿en serio no quieres?, solo una vez; anda querido-

-mierda, mitad y mitad, no es que no me guste, joder, pero no puedes hacer estas cosas sin preguntar, joder-

decía apenas calculando las palabras, pero era demasiado tarde, logro pensar una explicación cuando sintió sus músculos terminar de expandirse y el calor del pene dentro de él, su cadera se movía casi por su cuenta,

-¿me detengo?-

-¡más duro, más duro!-

Mordía la almohada, podía sentirlo bien profundo dentro de él, tenían que hablar, pero en el fondo lo entendía un poco, él mismo estaba estresado, dormía de más, se ejercitaba de más, esperaba que lo abrazaran de más, la crisis del nerd, Toya, la batalla, la preparación, las clases que se postergaban y el semblante a veces violento de Shoto, tenía a Endevour entre ceja y oreja, Toya era fuertísimo, y aunque tenía claro lo que debía a hacer, a veces lograba ver bajo todo ese estrés a un hermano que entendía la brutalidad de su padre y le costaba un poco no entenderlo; desde el mensaje televisado de Dabi a Shoto le costaba dormir solo, al final su padre era un imbécil. 

Lo buscaba con imprudencia, a estas alturas se lo había cogido en media escuela, se la metió en las regaderas, en un salón vacío, a escondidas en la jodida cocina; al menos ahora estaban en la maldita habitación, al menos.

-no quiero que te arriesgues en esto, es un asunto de familia-

-¿y yo qué soy?, mierda, muévete-

Sentía el bulto inmenso y estático dentro de él, el cuerpo presionándolo, lo abrazaba de la cintura con fuerza, sin moverse, con los labios cerca de su oído. No era un idiota, no esperaba una respuesta a la estúpida pregunta que había echo, era un novio de adolescencia, era la discreta salida del closet o al menos parcial salida del closet, tal vez siendo adultos y héroes esa aventura en sus entrañas se desdibujaría y su lugar lo ocuparía alguna chica, tendría una familia funcional, como aspiraba, algo nada cercano a esa mierda que tenía con Endevour; aun así se le iba rompiendo un poquito el corazón, las embestidas se habían detenido y no entendía si era una suerte de castigo idiota o Shoto quería aclarar un punto, de pronto sintió de nuevo el movimiento, cada vez más rápido, el choque de la piel y sus propios gemidos intentando apagarse en la almohada; no tenía condón, tenían más de una charla pendiente, pronto todo era calor, se le fue olvidando lo que había pensado, todo era él y sus caderas moviéndose, las manos a dos temperaturas, estaba jodidamente enamorado, por mucho que se prometió esperar hasta después, por mucho que quería priorizar la batalla y su camino de héroe tenía un rato largo sabiendo que esos ojos dispares y ese olor suave lo tenia loco, por eso se preocupaba aun más; de pronto los jadeos se hicieron más violentos, más fuertes, el movimiento insoportable, le temblaban las entrañas,

-¡no importa, vente dentro, mierda, dentro!-

Agarrado con fuerza de los brazos que lo sostenían de la cintura, con la voz apagada en la almohada, todo fue calor un calor que le corrió como un estallido dejándolo lleno,

Just One Shot Stories.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora