Minishot 01

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Estaban compartiendo habitación de hospital, Katzuki ya no aguantaba, estaba como león enjaulado, todo el día las visitas y los besos, el gran barullo, los idiotas habían salvado al mundo otra maldita vez, la batalla lo ponía de humor y no podía cruzar ese estúpido pasillo, casi lo matan a punta de navajas los malditos gemelos, a Shoto casi lo ahogan y Deku acabó molido a palos con el extra ese rarísimo, de nueva cuenta había terminado en medio de todo el desmadre y ya se había dado cuenta de la reacción de su cuerpo luego de una batalla, le encantaba el desmadre, eran demasiadas emociones juntas  dejandolo encandilado y caliente. Lo pensó un buen rato cuando las luces se apagaron con el murmullo adormilado de su Icyhot; y de buenas a primeras decidió que le valía una mierda dónde estuvieran y el estúpido dolor que tenía en todo el maldito cuerpo, de ser por él habrían cogido nomas despertar; se puso del lado para juguetear algo con su trasero antes de cambiarse de cama, se lamió los dedos dejando escurrir la saliva para irse directo entre sus nalgas, uno, dos, tres dedos moviéndose y haciendo espacio, mordía la almohada e intentaba no evidenciar lo cabrón que se estaba masturbando en el hospital.

Se levantó como pudo y caminó bien despacio hasta la cama de su mitad y mitad, jalo la cortina y se recostó a su su lado sin notar que había despertado a toda la habitación al atravesar, era ruidoso hasta no queriendo, solo Shoto reaccionó a la hazaña abrazándolo por la cintura, mierda, que explicarle a su imbécil sin hablar era una labor titánica, lo pensó un momento y tomó una de las manos que lo abrazaba para correrla por su cuerpo y mostrarle lo que estaba pensando con una evidente erección,

-mierda, Katz- escuchó en susurros, no podía hacer eso, hablar tan bajito no le salía nada bien, pero lo intentó,

-mierda llevo pensando esto desde que estábamos con esos malditos villanos, ya está todo listo-

-no estamos solos, Izuku puede despertar y no tenemos condones-

Bakugou le puso en la mano dos envolturas,

-los tenía en el uniforme-

Notar de pronto que su gatito podría no ser huraño y entender que esperaba eso, que la guerra le resultaba como un afrodisíaco, un lugar donde podía estallar de emociones y sentirse libre, ya no tenía nada que decir, se puso un condón y otro a él, pensó bastante bien cómo diablos iba a darle gusto sin que la habitación entera resonará, los ocultaba una cortina, su amigo dormía herido a un lado y frente tenían un desconocido. Se acomodo como pudo, Katz levantó una pierna hasta su pecho inclinándose un poco, estaba mojado y suave, recargó su peso sobre él y empujó, su gatito mordía la almohada y tensaba los músculos obligándose a guardar silencio, oculto el rostro en el cuello rojísimo de su bomba para apagar los gemidos y comenzó a moverse despacio, luego un poco más rápido pero buscando no entrar por completo para evitar el sonido de sus cuerpos, de las nalgas duras y redondas chocar con su cadera, cubiertos lo más posible con las sabanas del hospital todo lo silenciosos que podían ser, un pajarito morado los miraba sin entender que mierdas pasaba, las sombras en la cortina cerrada moviéndose rítmicamente y las respiraciones agitadas evitando los gemidos.

-¡así, vamos, mierda Shoto, más adentro!-

No aguanto, se dió el gusto, le mordió la nuca, le empujó la cara contra la almohada y adelanto los movimientos, rápido, preciso, rozando cada lugarcito que estaba aprendiendo de su gatito, se dejó ir en la sensaciones de la carne expandiéndose y palpitando a su alrededor, el músculo de su recto contrayéndose y abrazándolo, la piel suave de su ano y ese pene que le encanta acariciar danzando víctima de los movimientos, lo quería voltear, darle más duro y hacerlo gritar. Estaban en una habitación de hospital, casi los matan y casi se acaba el mundo, todo ese maldito tiempo su bomba lo siguió a gruñidos e hizo lo que debía, cómo siempre y como aprendería poco a poco  había acabado caliente y esperando algo; estaba seguro que Isuku se había despertado, vaya que era malo intentando ser silencioso, está no era la primera vez que quedaban expuestos con él, ahora sí tenía que hablar con su amigo, pensó, pero eso también hacia que le valiera un huevo su situación; empujó el cuerpo e Katz hasta ponerlo boca abajo, lo presionaba del cuello a la almohada para apagar el sonido, le tomó con la mano el pene para masturbarlo y se concentró, se dejó ir, no era suave ni dulce, no lo trataba como una joya, se lo quería comer, comenzó embestir con fuerza, profundo mientras lo masturbaba, se olvidó de las heridas, sintió su cuerpo tensarse y venirse, se quedó moviendo en círculos, presionando y jugueteando dentro hasta venirse, no podía gemir o gritar, le mordió el cuello hasta hacerlo sangrar un poco.

Se quedaron quietos y abrazados un momento, luego Bakugou volvió en silencio a su cama, requirió otra sesión de besos de Recovery girl, algunas de sus heridas solo se volvieron a abrir; se fueron poco después a la UA, ahora sí tenía que hablar con Izuku.

Just One Shot Stories.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora