—Sana— la princesa había decidido salir de su habitación, tenía algo de sed, necesitaba un poco de agua, se encontró a la alfa líder por uno de los pasillos—, ¿estabas por ir a mi habitación?
—Sí, princesa— mencionó Sana en respuesta—. ¿Necesita que le lleve algo?
—No, no es necesario —sonrió hacia la alfa líder, esperaba que por lo menos Sana le correspondiera su sonrisa, pero la alfa no hizo más que apartar la mirada—, ¿me acompañarás?
De inmediato la alfa líder dio un asentimiento, ambas se dirigieron a la cocina por aquel vaso de agua, de inmediato la princesa lo tomó y decidieron emprender de nuevo hacia la habitación de esta, Sana se veía de lo más tranquila y en realidad lo estaba, en cambio Tzuyu, era cosa diferente, se sentía muy nerviosa.
El tener el aroma de Sana tan cerca, si le estaba afectando mucho, la miraba de vez en cuando de reojo para saber si por lo menos la alfa mostraba algún signo de estar interesada por lo menos en ella, pero no era así, Sana parecía ser una piedra en esos momentos, y Tzuyu sentía que debía de romper aquello, porque se estaba sintiendo algo incómoda.
— ¿Cuándo vendrá la princesa? —preguntó, sabía de la reunión, gracias a Nayeon, así que sería mucho más fácil para ella tener una conversación.
—Vendrá en dos días —mencionó la alfa líder—, todos los preparativos están hechos, su llegada será digna, como de todo gobernante.
—Eso suena perfecto —sonrió, pero Sana solo la miró por unos segundos—, Sana, ¿desde cuándo te comportas tan seria?
—Siempre he sido así —mencionó la alfa con poco interés, ¿a quién le interesaba eso? Bueno, era cierto que solía sonreír más, pero ya no importaba—. ¿Por qué el repentino interés, princesa?
— Bueno, te veía y casi siempre sonreías... ahora que te veo, me gustaría ver que sonrías aunque sea un poco, me hace sentir algo incómoda.
—Puedo retirarme si gusta, así no se sentirá incómoda — la omega de inmediato negó repetidas veces con su cabeza.
— No, estás bien aquí, conmigo —respiró profundo—, aún no puedo creer que seas la alfa líder, debe ser grandioso, ¿no es así?
Para Sana no lo era, la alfa líder negó con su cabeza, y miró solo por unos instantes a la omega a su lado.
— Preferiría estar muerta —mencionó, a lo que Tzuyu apretó sus labios levemente, esa respuesta no había sido lo que ella esperaba.
Muchos decían que cuando alguien era nombrado el alfa líder era un total regocijo, se podía considerar como el mejor de los títulos, era la primera vez que escuchaba a alguien que no le agradaba para nada la idea, y pensar en Sana muerta le estaba causando tristeza.
— ¿Se encuentra bien, princesa? —la omega miró hacia Sana, su semblante ya no era sin alguna clase de expresión, la preocupación emanaba por toda la alfa.
—S-sí —no, no lo estaba, pensar en que su predestinada prefiera morir a estar allí con ella, estaba doliéndole, y eso era demasiado, sintió unas pequeñas gotas salir por sus lagrimales y comenzar su camino por sus mejillas, Sana se alarmó al ver aquello—, di-sculpa.
La alfa líder no sabía si era lo correcto, pero se acercó hacia ella y la abrazó, había visto aquello un par de veces con sus padres, cada que su madre estaba triste, su padre la abrazaba para reconfortarla, con algo de duda pasó su mano por la espalda de la princesa brindándole caricias suavemente.
Tzuyu se quedó estática, sintiendo el cálido abrazo que Sana le estaba dando, y por fin la tristeza que emanaba poco a poco fue dando su fin, cerró los ojos acurrucándose más en la alfa para poder sentir el aroma de esta misma, tan tranquilizador, el mismo olor de aquellos inciensos, pero que ahora se sentía mucho más familiar y cálido, perfecto, simplemente perfecto.
—Perdone si he dicho algo mal, princesa.
—Solo... no te separes de mí, por favor — la alfa quedó un poco sorprendida por aquellas palabras, pero no era como si en sus planes estuviera abandonar a la princesa, claro que no, la única forma de abandonarla sería muriendo.
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La Omega que no quería a su predestinada [Adaptación Satzu]
Fanfiction- ¡No soy tu omega! Deja de pensar esas cosas, no eres más que un fastidio para mí, además ¡tú! No serías nada digna para una omega como yo. En ese momento, Sana había sentido como la opresión en su pecho se había hecho cada vez más grande, escuchar...