45

603 74 2
                                    


—No lo entiendo —esa fue la respuesta que dio la alfa líder después de la explicación que había dado la hechicera.

—Sé que es difícil de comprender, más cuando sabes que eres la afectada, pero es la verdad, alfa líder —habló Jihyo, la seriedad en su rostro podía confirmarle a la alfa líder que no se trataba de alguna clase de broma.

Entonces... la princesa Tzuyu es su destinada, su loba se removió cuando pensó aquello, parecía que había tratado de decirle eso desde un principio, y apenas lograba comprender lo que tanto su loba quería decirle, pero aun así ambas seguían con dudas

—Dijiste que debo marcarla —Jihyo dio un asentimiento—, no puedo hacerlo.

La omega al escuchar aquello bajó la mirada, sabía que sería difícil, ¿y sí Sana no quiere marcarla porque ya le han regresado sus recuerdos y sabe que la ha rechazado? Tenía miedo de todo, si tan sólo no la hubiera rechazado tal vez nada de eso estaría ocurriendo ahora mismo.

—Si no lo haces, la muerte es lo único que les esperará a ambas —recalcó Jihyo—, ¿comprendes eso, o no alfa líder?

—Lo comprendo, pero... —soltó un bufido—, no quiero a esa omega.

—La princesa ha cometido errores —Jihyo le dio un pequeño vistazo a la princesa—, y está pagando por ellos, pero debes comprender que estás así por aquel hechizo de parte de mi hermana.

— ¿Entonces por qué no me lo quitas? —preguntó la alfa líder.

—Alguna de las dos puede morir, o quedar sin lazo del destino para la eternidad —mencionó Jihyo, esperaba que la alfa líder recapacitara correctamente, sabía que trataba con magia oscura, y aquella magia podía llegar a dominar la mente y las palabras que salían de la boca de la alfa líder. —Debes comprender, que el lazo ha sido roto por magia oscura, Sana, no es tan fácil, jugar con el destino con magia es más peligroso de lo que crees, y es mejor que establezcan su lazo para que te des cuenta de quién es tu verdadera destinada.

Sin más palabras, tanto la alfa líder como la princesa omega dejaron a Jihyo.

Sana seguía demasiado pensativa, ¿así qué estaba peleando por unir su lazo del destino? Podía recordar los incesantes dolores de cabeza, eran debido a sus esfuerzos, miró a la princesa omega que mantenía un semblante de tristeza, cabizbaja y sin alguna intención de dirigirle la palabra.

Ni siquiera la alfa líder sentía que podía tener alguna clase de control para sus palabras y se sentía una completa tonta, sabía que estaba dañando a la princesa con cada una de sus palabras, y no hacía nada para remediarlo, lo atribuía al hechizo que estaba sobre ella.

—Alfa líder —la voz de la omega hizo que la mirase—, si no quiere marcarme está bien, pero... no me gustaría que mueras, quédate en el palacio, y evita ir a por tu ahora destinada, es mi petición.

—Princesa.

—Es lo único que deseo que cumplas, ¿podrías solamente obedecer? —la alfa líder notó los ojos cristalinos de la omega.

Su loba le indicaba que hiciera algo que hiciese sentir mejor a la omega, y no sabía porque lo que le pedía que realizara era algo que ni siquiera sabía si ella misma se atrevería a hacer, pero si obedecer a los instintos más primitivos era lo mejor, entonces no debía de tener más dudas en su cabeza.

Tomó la mano de la omega y la acercó a ella, Tzuyu al notar el agarre firme en su mano, no pudo evitar sentir como su corazón se aceleraba, por unos instantes el miedo la había invadido por completo, pensando que seguramente la alfa líder terminaría por alzar su voz de mando, pero no fue así.

La omega miró a los ojos de la alfa líder, estaban demasiado cerca, sus respiraciones se mezclaron, podía sentir la suave respiración de la alfa sobre sus labios, se estremeció al instante, y cuando menos lo esperó, los labios de Sana estaban sobre los suyos.

Fue rápido, un casto beso que había hecho que en ambas se removieran las lobas aprobando aquel contacto, Sana le mostró una pequeña sonrisa a la omega, haciendo que esta sintiera sus mejillas arder.

Sana le había besado, la princesa se sentía feliz, había sido un contacto tan suave y corto entre sus labios que le hubiera gustado que se repitiera.

— ¿Se siente mejor, princesa Tzuyu? —preguntó la alfa líder.

—Gracias, Sana... —su corazón se sintió más cálido.

La Omega que no quería a su predestinada [Adaptación Satzu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora