¿Qué se siente ser amado...? (SeroBaku)

¿Es correcto?

Tras varias horas en busca de alguna pista o detalle desapercibido por los investigadores en esa amplia oficina que dejaba ver el día desvanecer para recibir la silenciosa noche, se escuchaba menos bullicio de afuera como el anuncio de que pronto tendrían que marcharse de las instalaciones

Agotado como fatigado, ya no mostraba su conocido ceño, sólo una pulcra seriedad marcada por las luces del exterior ante los grandes edificios continuos

- Debemos irnos, Bakugou - expresó su compañero al colocarse a su lado, siendo que éste se mostraba más somnoliento al pasar todo lo que quedaba del día en ese despacho, leyendo cada libro, archivo, cuadernos como apuntes, terminando con un severo dolor de cabeza

- Sé que quieres seguir pero, ya hemos limpiado la zona, no hay nada -

Un suspiro fue la única respuesta que pudo obtener del cenizo,  contemplando como éste último afirmaba ante su respuesta

- Bien, vámonos... -

Al salir, se despidieron de la joven secretaria que bien trataba de sonreír, sólo se mostraba decaída por la noticia de su ex jefe ahora, pudiendo ver sus ojos estar acompañados de un leve color rojizo y unos pañuelos estar encima del escritorio, siendo suficiente evidencia de haber estado llorando hace unos minutos

Llegando al vehículo, se dirigieron primero a la estación de policía, entregando primero su informe ante Aizawa mientras dejaban al joven azabache estar fuera

- Les fue mal ¿Cierto? - musitó la joven frente al rubio quien se mantenía ensimismado en observar al más alto, dejando a esta en segundo plano

Al notar esto, la joven no sintió ningún remordimiento al golpear con el  archivo en mano la cabeza de su compañero, siendo algo tosca en el transcurso por el problema en que la había involucrado al pedirle ayuda en sus obligaciones

- ¡Mina! Eso dolió mucho... ¿Necesidad? - sobando el área afectada, miraba con recelo a la contraria, recibiendo otro golpe pero, uno totalmente indoloro

- ¿Eres consciente de que debes escuchar a tus compañeros cuando te hablan? - indignada, soltó un suspiro para luego dejar en manos del joven el archivo antes usado - más si te hacen favores y reciben un regaño por parte del superior -

- Disculpa, Mina... -

Una sonrisa fue respuesta suficiente para saber que la joven sólo bromeaba un poco con el contrario

- Descuida, suele pasar - al volver su vista hacia la oficina de Aizawa, meditó un leve momento hasta volver con su amigo, por que fuera de todo, no solo eran compañeros de trabajo, eran amigos de hace años

- ¿No es raro que el Sr Toshinori haya aparecido muerto en su casa? Incluso que lo hayan notificado como homicidio y luego de la nada, ¿resulta un suicidio...? -

Volviendo su atención donde el rubio para saber su opinión, observó a este seguir en su viaje astral, o eso parecía pues no le colocaba nada de atención a sus palabras

- ¡Denki! -

- ¡¿Qué?! - asustado, brincó de su asiento, colocando otra vez su atención en la fémina quien lo miraba con cierta molestia acompañada de una pequeña sonrisa nada amistosa

- Podrías dejar de observar a los transeúntes un momento... - murmuró mientras colocaba su mano en el hombro de este, apretando con cierta fuerza al final, sólo recibiendo un asentamiento por el joven

- En serio disculpa mi comportamiento... -

Negando con su mano, no le quiso tomar tanta importancia, sólo sería avivar el pequeño enojo que iba creciendo por la actitud del otro, aunque siempre era así y realmente no era un enojo real, sabía que podía ser distraído desde siempre