Pasaba los pasillos totalmente perdido en sus pensamientos, negando la realidad en la que se encontraba ahora, ya que fácilmente podría decirse, era todo una broma, una pésima broma dicha con afán de molestarle
Deteniendo sus pasos hasta quedar frente las puertas del almacén, tragó saliva, dudando si entrar o sólo quedarse ahí, imaginando que detrás de esa puerta, detrás de todo esto, su padre le esperaba con una tediosa sonrisa mientras se burlaba de su persona, realmente esperaba encontrar esa posibilidad real
Sin embargo, para él, todo pasó en cámara lenta
Desde que ingresó al espacio levemente iluminado por el ventanal central, pudo visualizar frente suyo un cuerpo inerte, uno que se encontraba encima de una camilla de metal con sólo unas cuantas mantas mientras la habitación era acompañada de unas cuantas velas
Al estar cerca, ignoró por completo a las personas que se encontraban en las sombras, sólo concentrando su vista como atención en aquel bulto, pasando su mano por la manta que cubría lo que parecía el rostro, esto hasta quitarla y verlo por completo
- Shinso, sé que ahora es un momento duro - reconociendo aquella voz, su mente entró en un conflicto al no entender el por qué se encontraba esa persona en el templo - así que sólo quiero que sepas que, si necesitas hablar con alguien... -
Una baja risa, una sarcástica podrías decir, fue la respuesta a esas palabras, esa que pudo prever el joven castaño que se encontraba al otro lado de la camilla
- Siendo honesto... Usted sería la última persona a la que recurriría -
Con esa respuesta, un simple "Te estaré esperando" salió de los labios del mayor, dejándole aparentemente solo, o eso imaginaba puesto que su vista no se separaba de aquel hombre
- ¿Quieres hablar? - comunicó un hombre mayor, ese que llamaban Shigaraki por el trabajo, siendo más un apodo de respeto por sus subordinados
- ¿Estoy rodeado de buitres o es cosa mía? - fue lo único que dijo, eso mientras trazaba con sus dedos la herida en el cuello del difunto, siendo más roces
- Que Overhaul lo sea, no me convierte en uno, Shinso - declaró, rodeándole hasta estar a su lado - sólo digo, conozco por lo que estás pasando, tú y Sero -
Asintiendo a las palabras ofrecidas, agradecía al mayor, siendo como última interacción una leve palmadas en su hombro, despidiéndose así del invitado
• • •
- Abran la celda - informó el policía a otro, escuchando sólo un ruido provenir de esta, dejando pasar a un hombre no mayor de treinta cinco años, luciendo más un drogadicto que apenas puso pie dentro, se tambaleaba, apoyando su cuerpo en el muro de concreto
El azabache que bien se mantenía en la esquina contraria, sólo miraba de soslayo al nuevo invitado, terminando por reclinar su cabeza hasta dejarla descansar en uno de los barrotes, abrazando la manta que momentos antes la joven fémina le había ofrecido
- Usted es Sero ¿No? - al escucharle, volteó a su dirección, observando al joven que segundos antes parecía fuera de sí, estar ahora en perfecto estado - Sero Hanta ¿No? -
Ahora lo tenía de cerca, frente suyo, con una reluciente sonrisa mientras estaba inclinado para verle mejor
- Me confunde con otra persona - comentó, devolviendo el mismo gesto
- Claro que no, estoy casi seguro que sí lo es - sentándose a su lado, chocó hombro con hombro, siendo un gesto amigable - ¿Sabe? Realmente no estoy drogado -
Silencio, eso es lo único que ofrece el azabache al nuevo integrante
- Si le soy sincero, se me encargo un trabajo un tanto especial - dejando caer su cabeza en el regazo del azabache, sacó a relucir un entrecejo fruncido por parte de este último - Especial por que se trata de usted -
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¿Qué se siente ser amado...? (SeroBaku)
SonstigesLa vida es un azar del destino, puedes crecer con amor y calidez pero, también en un mundo cruel y aterrador. Aclaraciones: - AU -Violencia -Temas delicados *Personajes pertenecen a Kohei Horikoshi.