01, la gran ciudad

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— Entra, siéntete como en casa — comenté con gracia, Rick solo se dedicó a observar la sala en la que nos encontrábamos — Iré por las cosas, haz lo que quieras, solo no te atrevas a irte sin mí — amenacé antes de subir al segundo piso. 

Caminé con prisa hacia el cuarto en donde guardaba todas mis cosas importantes, ahora que tenía al policía como aliado quería irme lo más pronto posible, no soportaría estar un día más en este ambiente tan deprimente. Agarré la mochila más grande que tenía y puse todo lo que nos ayudaría en la gran ciudad: más cuchillos, una glock 43 cargada con algunas balas de repuesto, ropa, latas de comida y agua, bastante agua. 

Al terminar con la mochila en tiempo récord me acerqué al mueble en donde reposaba el bidón de gasolina que con esfuerzo había traído hace unos días, la verdad era que en mi plan inicial pensaba reunir suficiente gasolina como para irme yo sola en un coche a la ciudad. Nunca me habían enseñado a manejar, pero sabía lo necesario para haberme aventurado si no encontraba a Rick.

Al agarrar el bidón fue inevitable no fijarme en las cosas que había ahí, enmarcada estaba la foto con los dos abuelos que habían cuidado de mí durante cuatro meses antes de que todo comenzara, realmente los extrañaba y me arrepentía todos los días por no haberlos tratado mejor cuando las cosas no estaban mal. En esos tiempos solo los ignoraba, me sentía enfurecida con mi padre al haberme abandonado sin haberse siquiera despedido, traicionada con mi tío por haber permitido que mi padre hiciera tal cosa y por consecuencia, me sentía molesta con el par de ancianos por haberme aceptado con ellos. Eran demasiado buenos, no merecían vivir en un mundo tan mierda como el de ahora y yo no merecía su sacrificio.

Junto a la foto de los abuelos estaba la foto de mi padre y mi tío cuando eran más jóvenes, sonreí con melancolía sin poder evitarlo, recuerdo habérsela robado a mi tío sin que se diera cuenta. En esos tiempos necesitaba algo a lo que aferrarme, alguien que me demostrara que le importaba y a pesar de que no fueron los mejores cuidándome, les agradecía enormemente que siquiera lo intentaran, no como Carla, la que se supone que era mi madre pero solo le interesaba cuando necesitaba intentar sacarle dinero a mi padre.

— ¡¿Lía?! — oí el grito de Rick en la planta baja, sonaba alarmado, de seguro ya había encontrado a los abuelos en la cocina.

— ¡Ya voy! — tomé las dos fotos y las metí en las bolsas de mis pantalones, sabía que si sobrevivía el tiempo suficiente como para crecer un poco me olvidaría de sus rostros y sus voces, no quería olvidarlos. Me coloqué la mochila, agarré el bidón de gasolina y bajé con Rick — ¿Qué pasa oficial? — pregunté con burla, Rick salió de la cocina con la pistola en la mano.

— ¿Son las personas que te cuidaban? — asentí — ¿Tú las mataste?

— En parte sí y en parte no, ya los habían mordido los muertos, yo solo hice que no se convirtieran en ellos — Rick asintió — Vamos, ya tengo todo — al salir tomé el hacha que estaba en el portón de la casa, podía aparentar ser muy ruda y que no le tenía miedo a matar a los muertos, pero la verdad es que me daban pavor las hordas y no quisiera tener que pelear a corta distancia con los cuchillos. 

(...)

— ¿Hola? Soy oficial de policía. ¿Tienen algo de gasolina que puedan prestarnos? — reí sin poder evitarlo.

— Por si no te llegó el email sheriff, estamos en medio de un apocalipsis zombie, ya nadie pregunta antes de actuar. Solo entremos, todos deben de haber muerto — Rick lo pensó unos segundos pero al final accedió.

— Quédate aquí, veré si hay alguien con vida — asentí con el hacha en la mano y me senté en una banca que había enfrente de la casa, minutos después llegó Rick montado en un caballo. Sonreí divertida, al parecer desde que me topé con el sheriff no dejaba de divertirme — Sube — obedecí — Hace mucho que no hago esto.

𝑰𝒇 𝑰 𝑳𝒐𝒔𝒆 𝑰𝒕 𝑨𝒍𝒍 - ᵗʷᵈDonde viven las historias. Descúbrelo ahora