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Al día siguiente...

Los dos adolescentes regresaron algo tarde a la casa Madrigal, ambos totalmente empapados y cansados, al final la chica le había ganado por un pelo, realmente el camaleón no esperaba que ella lo tomaría del pie para hacerlo caer, mientras ella no esperaba que el chico fuera muy divertido, se sentía comoda con el, lo cual incluso era extraño para ella ya que no confiaba mucho en la gente.

Aquella mañana el Joven Madrigal estaba realmente cansado, más cuando escucho el toque a la puerta, debía de ser Mirabel, no quería pararse, además su poncho aún estaba húmedo pero en eso escucho que alguien entro a su habitación.

-Camilo Madrigal... Saliste de la casa en la noche?- Su madre entro con una gran rafaga de viento y una fuerte tormenta, el joven solo se despertó de golpe mirando sorprendido a su madre.

-Ah... Yo... No mamá...- Dijo nervioso ante la gran irá de su madre.

-Tu... Poncho... Está mojado... Fuiste más haya de las montañas?- La mujer estaba más que histérica.

-Camilo...- Escucho de Dolores que le miraba algo preocupada. -Sera mejor que digas la verdad.- Sin alguna alternativa, el camaleón se levantó, esperando el regaño de su abuela y madre.

-Camilo, que había dicho sobre esa niña?- Su abuela le miro molesta, el grito se escucha hasta la casa de la chica que suspiro de manera pesada, quizá también tenga problemas.

-Ah Abuela... No fue nada, solo caminamos por el río.-

-Entonces realmente saliste del pueblo... Y si algo malo sucedía Camilo?- La nube comenzaba a expanderse y en cualquier momento, le caería un rayo a alguien.

-Ah...-

-No había nadie más con ellos, de eso estoy segura.- Comento Dolores para calmar a las dos mujeres mayores, miro de reojo a su hermano dándole un claro "Chico en realidad no debiste" - Y de lo que llegaron a hablar, no fue nada importante, ella no interrogó a Camilo ni nada parecido.-

-¿Estás segura Dolores?-

-Si, al parecer está esperando su respuesta respecto a lo que ella quiere hacer.- Terminó su comentario Dolores, trantado de que Camilo se mostrará más sereno y algo arrepentido de lo sucedido.

-La chica no intento nada verdad Camilo?- Comento Mirabel viéndolo como señal de apoyo.

-Si, ella no hizo nada malo, solo fue a buscar unas cosas que se le cayeron ayer y yo la interrumpí.-Dijo mostrando cierta culpa. -Era algo noche es cierto, pero como aún están algo alertas con ella, pensé que era mejor ver de cerca.-

-No te pongas en peligro Camilo, somos los Madrigal pero eso no significa que seamos libres de cualquier daño.- La abuela suspiro y le dió un pequeño abrazo.

-Ire a ver a esa niña...- La abuela se fue algo sería con respecto al asunto. Camilo tenía la cara llena de sorpresa, incluso Isabela, Luisa y Mirabel estaban algo preocupados, para hacer a la abuela entender era algo complicado.

-Ah...- Con eso la mujer miro la puerta antes de tocar, ni siquiera pregunto su nombre cuando fue a su hogar.

-Buenos días, Señora Alma.- Abrió la niña la puerta antes de que la mujer tocará.

-Buenos días.-

-Adelante, prepare algo de té, espero sea de su agrado.- La mujer entro a la casa, la cuál era acogedora y realmente muchas de las cosas en ella, actuaban por si solas.

-Debe haber venido por aquel asunto, lamento mucho el desvío de sus órdenes, debí pedirle al Joven Madrigal que se retirara tan pronto me di cuenta de que me estaba siguiendo.-

Un nuevo encantó (TN x Camilo Madrigal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora