5

142 7 0
                                    

Nadie esperaría que el tema más delicado a tratar con la mujer que controla el clima con su humor, dejo de ser las predicciones que su hermano podía llegar a hacer, y ahora era el momento en que su hijo, se interesará en una niña, o el momento en que se junte o se case. Y la chica descubrió lo que podía hacer una de las herederas Madrigal, con aquel don otorgado.

La chica caminaba junto a la Madrigal con un silencio incomodo de por medio, la mujer a su lado se veía algo tensa y la nube no se iba de su alrededor, incluso noto que todos los del pueblo que las veían se alejaban un poco, o incluso evitaban salir si es que iban a algún lado.

-Señora Pepa...- La chica le llamo sorprendiendo a la peliroja. -¿Se encuentra bien?-

-Si, si... Disculpa, he estado algo estresada últimamente...-

-Oh, lo entiendo... Quizá una taza de té le pueda ayudar a calmarse...-

-No, no... Por ahora así está bien, tengo que regar los cultivos del pueblo.- La chica le escucho sin entender.

-Es necesario que esté estresada para poder regarlos?- Cuestionó algo... Curiosa.

-No exactamente, pero es mejor que comience a haber nubes.-

-Entiendo...- "Que pesado ha de ser, su humor tiene que cambiar de acuerdo a lo solicitado." Pensó la chica al mirarla.

-Y bueno __________, mi hijo Camilo te siguió ayer...- La mujer mostró una gran sonrisa, mientras la nube hacia truenos.

-Oh eso, Siento mucho lo sucedido, debí haber echo que regresará en cuanto me di cuenta de que me estaba siguiendo.- La peliroja no esperaba una disculpa al respecto.

-Camilo puede ser algo testarudo y bromista, espero que no haya echo nada malo ayer...-

-No Señora, su hijo es muy amable y carismático.- La chica le sonrió, pero ese comentario hizo que la mujer viera algo, molesta.

- Si, no es como si el hubiera echo cosas como tomarte de la mano o darte un beso...- Dijo tratando de pensar positivamente.

-Soy una forastera... Señora Pepa, creo que sí el tuviera ese tipo de contacto sería con alguien que conociera de más tiempo.- La chica miro hacia el frente sabiendo lo que quería lograr la Madrigal, era mejor que no dijera que quien tomo su mano fue ella, mucho menos lo del broche.

-Si... Y por qué terminaron todos empapados?- Dijo queriendo saber más de la situación.

-Fue por qué terminamos jugando con agua.- La mujer soltó una gran rafaga de viento que sorprendió a todo el pueblo.

-Agua...? Entonces si fueron al río...-

-Señora Pepa...- La chica le miro algo sorprendida de lo que estaba sucediendo.

-Mi niño no había ido tan lejos nunca, y ahora por seguir a una niña. Después ya no querra estar con su hermanito, conmigo... Con su familia...- Comenzó a susurrar la mujer que provocó un gran torbellino, los ciudadanos rápidamente comenzaban a regresar a casa, la chica le costaba un poco el seguirla.

-Pero tenía que aparecer esta niña, no puedo creer que bajara la guardia por un par de ojos coquetos, este niño se haya puesto en peligro... Pero cuando regresemos tengo que hablar muy seriamente con el.- Los grandes rayos llegaron al pueblo junto con el inicio de una gran tormenta. -No puedo creer que mis hijos se empiezan a ir de mi lado.- Escucho la niña que antes de que callera el agua de gran manera, se quitó el saco y se lo puso a la mujer que se había olvidado por completo de que tenía un acompañante.

La tormenta estaba en su máximo apojeo cuando la niña suspiro mostrando una actitud muy serena y calmada, la mujer ahora no podía detener la tormenta, eran tantos los pensamientos sobre eso en su cabeza, y la forastera miro los cultivos como esperando un momento.

Un nuevo encantó (TN x Camilo Madrigal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora