ToyBoy

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Harry se acurrucó de medio lado mientras cerraba los ojos por unos momentos. Sintió ese peculiar vacío de siempre, no sólo físico, si no dentro de su pecho.

Louis volvió del baño de desechar el preservativo y se rindió en la cama, dándole la espalda a Harry, mientras tomaba su teléfono y revisaba sus mensajes.

El ojiverde suspiró y decidió levantarse de la cama con un suspiro pesado, empezó a recoger su ropa y a vestirse, se ducharía cuando llegase a su departamento. Por ahora solo quería escapar de aquel silencio incómodo y el vacío que trataba de ahogarlo, cada segundo que pasaba en esa maldita habitación.

—¿Podrías llevarme a mi casa?

Louis sacó la vista de su teléfono y miró por unos segundos al chico frente a él, completamente vestido y con cara de pocos amigos.

—Estoy algo cansado. Te pediré un Uber.

Los hombros de Harry calleron en un suspiro y se dió la vuelta para salir de allí. Una lágrima solitaria resbaló por su mejilla y la limpió de manera brusca y rápidamente. Louis ya ni siquiera era capaz de llevarlo a su casa después de follar, y si Harry ya se sentía como una prostituta, ahora mucho más que antes.

Fue hasta el living y se sentó en un sillón a esperar el dichoso Uber mientras fingía mirar algo en su teléfono, realmente solo repasaba las aplicaciones por encima sin prestarle atención a sus notificaciones pendientes.

Louis asomó la mitad de su cuerpo fuera de su cuarto, para avisarle que el vehículo se encontraba fuera de su complejo residencial.

Louis se despidió con un movimiento de mano y un corto "nos vemos" antes de apretar sus labios con incomodidad y volver a su habitación. Harry se levantó y caminó a la salida de forma rápida, no podría contener por mucho el torrente de lágrimas que picaban amenazando con escapar de sus cristalinos ojos.

Louis ya ni siquiera lo besaba al despedirse.

Hace algunos meses la vida de Harry cambió gracias a una App de citas gays, donde comenzó a hablar con un chico desconocido de su universidad. Fue inevitable no enamorarse de dicho chico con el que se mensajeaba cada día, desde la mañana, hasta su hora de dormir. Eran muy cariñosos y realmente se gustaban, podría decirse que Harry tenía un pequeño crush con este chico misterioso.

Harry había intentado conocer a este chico que se hacía llamar Andy, muchas veces le insinuó conocerse y no fue hasta después de dos meses de hablar, que el chico accedió.

Fue una noche ventosa en la que Harry fue recogido en el auto de este chico para ir a un lugar a cenar, en que aquel cuento de hadas se comenzó a caer a pedazos, y sin que Harry lo notara.

Aquel chico no se llamaba Andy, se llamaba Louis Tomlinson, habían ido juntos a la preparatoria y que al parecer iban a la misma universidad. Louis era el típico niño rico y popular, que todos querían ser. Era un imbecil algunas veces, pero no tenía referencias directas de él, pues nunca lo trató, y menos llegó a imaginarse que era gay; o bisexual, o lo que sea que fuese.

Aquella noche Louis se disculpó con él y le contó lo difícil que estaba siendo para él tocar el tema de su sexualidad, por lo que le pidió a Harry que mantuviese todo sobre ellos en secreto.

Aquella noche de su primera cita, Harry vió las estrellas por primera vez, Louis lo hizo sentir como ningún otro hombre lo había logrado, Louis lo había hecho sentir especial.

Tuvieron sexo, y Harry pensó que Louis no volvería a hablarle después de eso, pero fue lo contrario, Louis fue super atento con él, siguió enviando mensajes todos los días, contándole su día, hablando sobre su vida, y haciéndolo sentir especial con cumplidos.

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⏰ Última actualización: Nov 19 ⏰

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