Yes, Daddy

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*Smut

Harry llegó a casa algo cansado y estresado por el fuerte día de trabajo en su consultorio. Colocó su maletín en el perchero y retiro su abrigo, siendo recibido por la calidez de su hogar. Había llegado más temprano de lo normal, pero estaba agradecido por eso.

Fue a la cocina por un vaso de agua y se preguntó que estaría haciendo Louis.

Louis era su hijastro desde hace más de 5 años. Se había casado con la mamá de Louis cuando este solo tenía 12 años y su relación desde entonces había sido un desastre.

Louis se había vuelto completamente rebelde y su madre no sabía cómo controlarlo, Harry sabía que era en parte su culpa, pues sabía que él no le agradaba a Louis, por más que intentara llevarse bien con él. Siempre trató de pasar tiempo con el chico, de darle ese apoyo paterno que nunca tuvo, pero Louis era terco, reacio y bastante grosero con él.

Todo aquello había cambiado tan solo dos años atrás. Cuando su esposa perdió la vida en un fatídico accidente que cambió la vida de todos por completo.

Harry jamás se imaginó que la corte le asignaria la custodia de Louis, pues era la persona más cercana a él que tenía buenas condiciones para terminar de criarlo. Harry no se sentía muy cómodo al principio, nunca se imaginó teniendo hijos y menos siendo tan joven, pues apenas iba entrando en sus 30, además Louis no parecía ser muy buena convivencia sin su madre de por medio.

Pero para la sorpresa de Harry, Louis el primer año lo ignoraba por completo, como si Harry no existiese. Esto aliviaba/inquietaba a Harry, pues podía percibir el rechazo del chico pero además se le hacía difícil estar presente en su vida y de cuidarlo, pues después de todo era su responsabilidad.

Así que poco a poco se las fue ingeniando para encontrar cosas en común con Louis, pasar tiempo con él y ganarse su cariño. Aún no lo había logrado, pero ya habían avanzado bastante a este punto. Por lo menos tenían conversaciones amenas, salían a cenar y veían fútbol juntos de vez en cuando.

Harry tomó un último sorbo de su vaso y se encaminó escaleras arriba, pensando en darse una ducha. Caminó por el pasillo en dirección a su habitación, pero algo lo detuvo en seco en medio del pasillo.

Unos suaves gemidos llegaron a sus oídos, y sus ojos se abrieron como platos. Afinó su oído para asegurarse de que lo que escuchaba era cierto, y lo confirmó, eran agudos gemidos provenientes de Louis. Si estaba en lo correcto, aquello significaba que él se estaba masturbando.

Harry no supo que hacer, solo se quedó ahí parado en el pasillo. En lugar de sentirse incómodo de escuchar aquello, lo único que hizo fue despertar su curiosidad.

Intentó dar un pasó adelante, ir a su habitación, y olvidar lo que escuchó, pero un grito ahogado lo detuvo. Al parecer Louis la estaba pasando muy bien.

Harry decidió nuevamente no entrometerse, y retomar su rumbo, pero de nuevo, algo lo hizo parar en seco. -¡Quiero que me folles fuerte!

Aquella exclamación casi hace que Harry vomite el agua que acababa de ingerir. Sus ojos estaban más que abiertos como platos y su respiración estaba atascada en su garganta, mientras seguía escuchando aquellos gemidos.

Harry estaba plenamente consciente que a Louis le gustaban los hombres, ya había tenido varios novios que venían a traerlo a la casa, pero Harry no tenía idea que Louis era sexualmente activo.

"Bueno idiota, que se masturbe, no significa que haya tenido sexo"

Harry estaba sumamente nervioso, había tratado con todas sus fuerzas, pero él no mandaba sobre su pene, aunque fuese por el gemido del que de supone es su hijastro, sintió un tirón en su entrepierna. Harry colocó una mano sobre su erecto pene mientras seguida escuchando como Louis se daba placer a sí mismo.

Our Songs - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora