Harry entró a la carpa de la recepción cuando justo un mesero iba cruzando su camino con un charola llena de copas de champaña, por lo que Harry lo detuvo y tragó una copa de golpe, la dejó en la charola y tomó otra, esta última con intención de mantenerla en su mano un rato más. Pasó de largo hacia las mesas intentando encontrar a alguien conocido que le indicara su lugar y justo entonces una chica que parecía ser del staff le pidió su nombre.
Rápidamente la chica lo llevó hasta su mesa correspondiente la cual estaba ocupada solamente por una pareja, quienes tenían una discusión en voz baja pero se callaron al notar una presencia a su al rededor. Harry sonrió incómodo hacía la pareja y se sentó abriendo su sacó mientras un suspiro brotaba de sus labios.
El día estaba fresco, decidió llevar un sombrero para taparse un poco del sol. Debía vestir formal a pesar del calor, por lo que se conformó con abrir unos cuantos botones de su camisa, hasta casi su abdomen, dejando a la vista sus tatuajes, lo que había robado miradas desde que llegó al lugar, desaprobatorias o fascinada, pero sin duda había llamado la atención.
Por alguna razón Harry había sido invitado a la boda de la que fue su primera y única novia, fueron juntos a la preparatoria y no habían hablado por un largo tiempo, hasta que recibió de ella una invitación a su boda. Harry estaba algo extrañado, pensó que tal vez deseaba que su primer fracaso amoroso estuviera presente mientras "se casaba con su verdadero amor" o una mierda como esa.
Harry no planeaba venir pero su mejor amigo desde el kinder lo había convencido y no le quedó más que aceptar. Ahora estaba en una finca a dos horas de Londres en una estúpida boda a la cual no quería venir, y cuando ya estaba camino aquí, el imbecil de Liam le dijo que no podría asistir porque estaba enfermo. Harry matará a Liam en cuanto vea a ese idiota.
Escaneó con la vista a alguien conocido y absolutamente nadie estaba a la vista. No conocía al novio, a pesar de eso lo había ubicado fácilmente por su vestimenta, portando una levita en vez de una americana como el resto de los invitados. La novia no estaba por ningún sitio como para ir a hablar con ella, así que se levantó de su asiento y se encaminó hacia afuera de la carpa para fumar un cigarrillo.
Sacó la cajetilla que guardaba en su saco y llevó uno a su boca, para proceder a buscar el encendedor, pero luego de checar un rato cada bolsillo de su atuendo, se dio cuenta que no tenía uno a la mano. Tendría que ir hasta su auto, al otro lado de la finca por uno, o su otra opción era buscar a otro fumador como él para pedir prestado uno.
Las bodas siempre tienen a ese tío obeso que fuma tabaco, así que escaneó con la vista sus alrededores hasta que visualizó un chico recargado en un árbol mirando su teléfono pero con un cigarrillo en su mano, por lo que se dirigió hasta donde este estaba.
-Hola... ¿Tienes fuego?
Al momento en que este levantó la cabeza pudo apreciar que no era un chico, era un tipo probablemente de unos treinta años solo que un poco más bajo que él. Estaba divinamente vestido con un traje bastante elegante color azul cobalto, traía lentes de sol, por lo que Harry no pudo apreciar a detalle sus facciones, pero su escasa barba de afeitada hace poco y su cabello peinado hacia atrás lo hacían ver suficientemente atractivo como para su aprobación.
Había ido a buscar un encendedor y encontró fue un tipo que lo encendió, una mierda irónica.
Las cejas del hombre se dispararon hacia arriba, fuera de los lentes de sol y miró por unos segundos al imponente tipo frente a él, que parecía más un actor de cine que una persona normal, para luego murmurar un leve "si, claro", que no está muy seguro si fue escuchado y se dispuso a sacar el encendedor de su bolsillo trasero.
Harry lo tomó y prosiguió a encender su cigarrillo, tapando con una mano para impedir el viento. Cerró la tapa del pequeño objeto metalico y lo devolvió a su dueño.
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Our Songs - One Shots
FanfictionPequeñas historias Larry. Algunas contienen smut, otras son super soft.