Capítulo 2

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⏤A vosotros lo que os pasa es que estáis aburridos y os sobra el puto dinero ⏤sentenció Sanzu a voz de grito para que se le escuchara por encima de la música del club.

Rindo dio un sorbo profundo de su copa y giró la cara para hablarle alto al oído.

⏤Pues sí. Pero no puedes negar que la oportunidad era demasiado buena como para dejarla pasar ⏤dijo⏤. A ver por cuánto nos sigue el juego.

Sanzu, Rindo y Ran se encontraban en el Heavens, un pub cortina en Roppongi a través del cual la Bonten blanqueaba dinero. Ran calibraba en la mano su whisky on the rocks. El hielo repiqueteaba contra el cristal del vaso bajo sin que pudiera oírlo, solo sentirlo a través del tacto.

Su reservado se encontraba en un amplio balcón por encima de la barra, aun dentro del jaleo, lejos de la multitud. Por encima de ella, más bien. Tenían una panorámica privilegiada del antro. Desde allí podían controlar quién entraba y quién salía. Ran frecuentaba el pub por las mañanas por trabajo. Entonces se realizaban los intercambios que había de supervisar. Los viernes noche como este, sin embargo, el trío de la Bonten no era más que tres clientes VIP cuyo único objetivo era pasarlo bien.

Ran solía entretenerse oteando a las personas que frotaban sus cuerpos en la pista de baile. Pasarlo bien, para él, pasaba por echarle el ojo a alguien. Para llevársela a la cama. O para provocarlo y terminar la noche en una pelea, con el sabor a sangre fresca en la boca. Eros, Thanatos. Dependiendo de la manera en la que le apeteciera satisfacer su Ello en el momento. Sus impulsos animales los mantenía atados con correa a corta distancia, pues Ran era una persona comedida la mayor parte del tiempo. Era dueño de esas pulsiones en tanto que las liberaba cuando quería.

Y aquella noche no estaba especialmente interesado en la búsqueda de placeres que el gentío podía proporcionarle.

⏤¿Cómo váis a conseguir que sea un verdadero dilema para Kokonoi? ⏤preguntó Sanzu. Se recostó en el sillón acolchado con una sonrisa maliciosa⏤. Porque me cuesta imaginar a qué se negaría. ¿Por dinero? Le soltáis a Koko dos mil más e, in situ, Ran se la saca y se lleva puesta una mamada.

⏤Dice el que se la haría gratis ⏤se mofó Rindo. En respuesta, Sanzu le dio un codazo en las costillas que provocó que derramara parte de su bebida sobre la pernera de su pantalón. Rindo jadeó al sentir el frío repentino en el muslo⏤. Joder, Haru, si querías que me quitara los pantalones, podrías haberlo pedirlo.

⏤Más quisieras. ⏤Sanzu sacó una píldora del pastillero que siempre llevaba consigo y se la metió en la boca. La bajó con un buche de su cargada margarita⏤. No cambia el hecho de que Koko es una puta por el dinero.

Ran cogió el pañuelo de tela que llevaba en el bolsillo del pecho y se lo echó a Rindo, que lo atrapó al vuelo y se comenzó a secar la mancha.

⏤No te equivoques, Sanzu ⏤intervino Ran⏤. Koko es orgulloso, inteligente y perspicaz. No alguien al que uno pueda comprar con facilidad. Mi teoría es que su fijación por el dinero conoce límites: los de su dignidad. Obedecer o no una orden tan trivial como ponerse de rodillas, incluso por un dineral, incluso en la situación de necesidad en la que se encuentra, es un dilema para él. Porque hiere su orgullo.

⏤Lo araña un poquito ⏤matizó Rindo, que ya había tratado, dentro de sus posibilidades, la mancha de Cosmopolitan⏤. Lo suficiente para que lo veamos debatirse entre si hacerlo o no, pero no tanto como para que se cierre en banda. E ir escalando.

⏤Una pendiente resbaladiza ⏤puntualizó Ran.

Sanzu chasqueó la lengua.

⏤De todo saco la conclusión de que antes me pego un tiro que depender de vosotros para nada. En fin, ⏤Empinó el codo para terminar del tirón su bebida y se levantó del sofá⏤ voy a ver si encuentro algo de diversión ahí abajo, que he llegado al puntito.

Beautiful, Dirty, RichDonde viven las historias. Descúbrelo ahora