Capítulo 6

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«Irán los dos».

Kokonoi había tratado de contestar. Había hecho amago de exponer sus argumentos sobre por qué juntar las estrategias de Ran y de él desembocaría en que, al final, ninguna de las dos funcionara. Pero también sabía cuándo debía dejar de reprocharle al jefe. Mikey había tomado una decisión. Por la visible dureza de su semblante, seguir protestando, al menos durante esa reunión, no haría más que molestarle.

Así que terminó por guardar silencio. Apretó los dientes y continuó con la profesionalidad que su posición le exigía. No había otra, ¿no? En dos semanas iría a la sede de Urashima Taro con Ran Haitani para negociar una tregua. Ya encontraría una manera de lidiar con todo aquello saliendo airoso.

*

Ran Haitani, al otro lado de la mesa, guardó un silencio diferente al de Koko. No uno resignado, sino victorioso. No eran abundantes las ocasiones en las que se permitía un capricho tan directo en el trabajo, pero aquella intervención lo había sido.

Había presentado su estrategia ofensiva para la reunión con Urashima Taro por el mero placer de llevarle la contraria a Kokonoi. El ímpetu con el que Koko se había prestado voluntario para un trabajo así de peligroso le había espoleado, y todo en su cuerpo le había pedido interceder. ¿Quería hacerlo solo por alguna razón? Tendría compañía.

Kokonoi le había vuelto la cara en cuanto se cerró el asunto. Ran supo que por mucho que guardara la compostura, se estaba mordiendo la lengua y, por supuesto, por dentro estaba maldiciéndole. Aquel pensamiento le reportó a Ran una satisfacción que dilató su perenne sonrisa.

Poco más quedaba por hablar. En cuanto se dio por finalizada la reunión, antes de que pudiera salir de la sala, Rindo le abordó.

⏤¿A qué ha venido eso?

⏤¿El qué? ⏤le preguntó Ran a su hermano a pesar de tener una clara idea sobre a qué se estaba refiriendo.

⏤El qué ⏤repitió Rindo con voz aguda de burla⏤. ¿El decidir meterte de pronto en la sede del Urashima, tal vez? ⏤Alzó las cejas⏤. ¿Te tengo que recordar que la última vez que nos reunimos con esa gente murieron cinco hombres? ¿Que eran de los suyos y los matamos nosotros? Conseguimos salir de la trifulca justitos y uno de esos bastardos se dejó la voz para gritarnos que...

⏤Que en cuanto nos pillara nos mataría lentamente y usaría nuestras cabezas de bolas de bolos. Siete sobre diez, originalidad intermedia y poca practicidad, pero bastante impactante si uno se pone a imaginarlo. ⏤Ran sonrió para quitarle saña al asunto⏤. Cómo olvidarlo.

Sin enredarse en la conversación que Rindo buscaba, que bien podría dar para otra junta, Ran comenzó a caminar hasta la salida. Su hermano le siguió de cerca.

⏤No han pasado ni dos meses desde eso, Ran ⏤continuó. Por lo visto, no iba a dar su brazo a torcer⏤. Eres pedante, pero no tanto. No me trago que de verdad te creas el hombre ideal para el trabajo. Llego a ser yo del Urashima y te coso a tiros antes de que pongas un pie en mi territorio.

⏤Debo dar las gracias por que no lo seas, entonces ⏤terció Ran.

Cuando llegaron al final del corredor, pulsó el botón del ascensor del edificio con el nudillo. Ran solía tener la cortesía de no hacerle preguntas a Rindo sobre nada que no saliera de él contarle. Mucho menos insistir con ellas. Entre otras cosas, porque su hermano era para Ran un libro abierto, además de descuidado, y de una forma u otra se terminaba enterando de todo aquello que le escondía. Aun así, se hacía el ignorante y nunca le reprendía por ello. Dejaba a Rin vivir su fantasía de creerse un maestro de la discreción y la mentira.

Beautiful, Dirty, RichDonde viven las historias. Descúbrelo ahora