CAPÍTULO 10: Tuyo

772 55 6
                                    

¡Hola lector@s!

Aquí tenéis el siguiente capítulo de esta historia... ya me diréis qué os parece. Muchísimas gracias por todo vuestro apoyo incondicional a esta saga, no sabéis lo mucho que significa para mí. 

Bueno, basta de cháchara y a leer. 

---

- Lewis, ¿estás despierto? - susurro entre la oscuridad mientras me doy la vuelta para encararlo. Por un momento, no puedo evitar apreciar la paz en su rostro, como si no pudiera hacerle daño a nadie cuando está dormido.

- No. - gruñe tapándose la cara con el edredón.

- Lewis. - vuelvo a llamarle un poco más alto, aprovechando que Alek y Hugo están completamente dormidos, y Scott y Owen han ido a ocuparse de los guardias que vigilan la entrada de naves extrañas en el Planeta Tierra. - Lewis.

Antes de que pueda darle un golpe para llamar su atención, un gas color mostaza envuelve mi cuerpo acercándolo al suyo, hasta que estoy completamente abrazada a él, con mi rostro sobre su pecho, que sube y baja suavemente.

- A dormir. - ordena pasando sus brazos por mi cintura para eliminar el espacio entre nosotros.

- No puedo dormir.

- El monstruo está encima de la cama así que no hay nada que temer, ahora duérmete, pesada.

- ¿Crees que deberíamos rendirnos? - pregunto de golpe, haciendo públicos los pensamientos que impiden que pueda pegar ojo.

- ¿Eh?

- No lo sé, ¿no sería mucho mejor escondernos en algún planeta de mala muerte, comprar una casa y vivir sin preocupaciones?

- Suena aburrido.

- Suena seguro, así no nos pasaría nada y podríamos vivir como dos personas normales.

- Eso estaría bien si fueras una persona normal, Iz. - refunfuña maldiciéndose a sí mismo por darme conversación. 

- Podría serlo. - susurro acariciándole la mejilla con el pulgar.

- No, eres demasiado especial como para ser normal. - concluye sin molestarse en abrir los ojos. - Ahora a dormir.

Los siguientes minutos parecen los más largos de toda mi vida, el ambiente se ha cargado de un silencio tenso que intento mantener, aunque me muero por ponerme a hablar como una cotorra. No entiendo qué me sucede está noche, normalmente hablamos durante una hora, pero siempre termino durmiéndome encima de él, lo que hace que él tenga que llevarme en brazos hasta mi cama, para que Hugo y Alek no descubran la verdad, aunque Alek ha dejado claro varias veces que esto es una tontería.

- Lewis... - vuelvo a susurrar al ver que la misión de dormirme es, en estos momentos, imposible.

- Pesada. - refunfuña cariñosamente.

- ¿Qué te gustaría hacer a ti? - pregunto, intentando que se despierte lo suficiente como para darme conversación.

- Dormir.

- Esto es serio. - replico cruzándome de brazos para simular un enfadado claramente falso.

- ¡Yo qué sé! Supongo que nunca me lo he planteado. - dice, abriendo los ojos al fin y dedicándome una sonrisa mientras me acaricia el abdomen.

- ¿Por qué?

- No le veo sentido a imaginar un futuro, cuando sé perfectamente cómo será el resto de mi vida. - contesta y, aunque esta frase tiene más de una interpretación, tengo la extraña sensación de que sus ojos se apagan entristecidos al pronunciarla.

ASTHOR, EL PLANETA ESCONDIDO #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora