CAPÍTULO 12: Desconfianza

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Hola lector@s!!!

Hace mucho tiempo que no actualizo, lo sé, pero he estado arribar de faena con los examenes, el trabajo y llevo muchos días bloqueada. La buena notícia es que, ahora que tengo una semana y algo de fiesta, podré aprovechar mejor el tiempo para escribir un par de capítulos nuevos que publicaré al largo de la semana. 

Otra cosa mariposa, me gustaría dedicarle el capítulo a @Akako_1 por su increíble exposición de teorías en el capítulo 8 y a @Anav_16 

Espero que os guste este capítulo, ¡a leer!

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Una luz intensa penetra en mis ojos a medida que se abren mis párpados con esfuerzo. Mi cabeza da vueltas sin permitirme saber dónde me encuentro, a medida que un dolor agudo me impide recordar o, ni siquiera, pensar con claridad. Oigo claramente voces que gritan cerca de mí, pero no soy capaz de reconocerlas, ya que parece que me encuentro en una tumba de cristal aislada por completo del mundo exterior. Unas manos acarician mi piel, moviéndome la cabeza con suavidad, aunque lo único que consigue es aumentar ese extraño dolor que inicia en mi sistema nervioso central y se expande por cada uno de los nervios de todo mi cuerpo.

- ¡Isa! - grita alguien muy a lo lejos mientras que esas mismas manos zarandean mi rostro para que reaccione.

Arrugo las cejas al volver a sentir ese dolor agudo en el centro de mi frente mojada de sudor e intento deshacerme de esas manos, pero es imposible. Alguien vuelve a levantarme, antes de darme una fuerte bofetada que, por algún motivo, parece fruto de mi imaginación. Mi mente no reacciona o, como mínimo, no al tiempo correspondiente, ya que por un momento, soy capaz de sentir la confusión en el ambiente.

- ¿Qué haces? Así lo único que vas a conseguir es hacerle más daño. - dice una voz grave que parece demasiado lejana como para tratarse de alguien conocido.

- Tú cállate, si la hubieras vigilado como se suponía que debías hacer, no hubiera pasado nada. - contesta el dueño de las manos que vuelven a mover mis hombros frenéticamente.

- Déjame ayu...

- ¡No! Todavía estoy intentando entender por qué sigues aquí después de todo lo que le hiciste a Isa.

- No tienes ni idea.

- ¡Clyn me lo contó todo! Así que mantente al margen si no quieres que te eche de esta nave.

- ¿Estás seguro de que quieres amenazarme? Que seas su mejor amigo no significa que no pueda romperte la cara.

- Puede que ella te haya perdonado y te deje caminar por la nave como Pedro por su casa, pero te aconsejo que vayas con mucho cuidado; yo no voy a ser tan fácilmente manipulado por una sonrisa parcialmente atractiva y un cuento sobre tu dura infancia.

- Sigo sin saber quién cojones es Pedro... - comenta una voz distinta a las otras dos que, por momentos, parece aclararse facilitando su reconocimiento.

- Chicos...

- ¡Cállate, Alek! No te acerques a ella, ¿ha quedado claro? - pregunta esa voz que, por un segundo, retumba en mi memoria como un distante recuerdo cubierto de polvo.

Esas manos que antes me trataban tan bruscamente, empiezan a acariciarme la mejilla con detenimiento, cubriendo mi rostro con una toalla de un ligero olor a esencia de vainilla que entra por mis fosas nasales tranquilizando mis inquietos pensamientos.

- ¿Y si ella me lo pide? - contraataca la voz grave.

- Isa no es tonta, nunca sería capaz de pedirle a un monstruo como tú que le pusiera la mano encima.

ASTHOR, EL PLANETA ESCONDIDO #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora