Capítulo 18

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13 de abril de 2003

POV LU

Me desperté a las ocho y media. Cuando abrí los ojos y me di cuenta que hoy estrenábamos el primer show, me tuve que levantar. De los nervios y lo ansiosa que estaba no me pude volver a dormir.

Me cambie, me cepille los dientes y empecé a acomodar la ropa de mi valija en el pequeño armario que había en la habitación.

Dormí súper bien, la cama es re cómoda y la almohada me la quiero llevar a Buenos Aires.

Estaba terminando de guardar mi ropa cuando me tocan la puerta.

-¡Pase! – grité.

-Buen día – apareció Feli por la puerta.

-Hola mi amor – le dije dándole un beso - ¿Qué haces despierto tan temprano? Son las nueve menos cuarto recién.

-Es que como sabía que ibas a estar nerviosa, vine a hacerte compañía – me respondió.

-Sos más lindo – dije dándole un beso en el cachete - ¿vos no estás nervioso?

-Un poco, igual cuando cantemos la primera canción ya se me van. Los nervios son esos segundos que tardamos en salir, ahí sí me pongo de los pelos.

-Ay a mí me pasa lo mismo, los dos minutos que estamos abajo del escenario me hacen re mal.

-¿Vamos a desayunar? – me preguntó.

-Sí, tengo un hambre... – respondí.

Antes de salir del cuarto me peine un poco ya que mis pelos no estaban en su mejor momento. Al terminar salimos con Feli al pasillo y estaban casi todos hablando.

-Uy, que te apuesto que el negro nos dice algo – le dije a Feli mientras cerraba la puerta con llave.

-Te apuesto una noche de pasión – dijo el boludo de mi novio mirándome pícaro.

-¡Ay Felipe que guarango que sos! – le dije.

-AA BUEEENO – dijeron el negro, Diego y Coco

-¿Todos duermen en parejas ahora? – dijo el negro.

-Ay, ya empezaron – hablé.

-Buen día chavos – saludó Feli a los chicos.

-JSJAJAJAJ ¿chavos? – dijo Diego.

-Es como decir pibe, amigo.

-¿Podemos bajar a desayunar? – pregunté.

-Si vamos – respondieron los demás y nos acercamos hasta el ascensor.

Al llegar al comedor había demasiada gente. Ni bien pisamos el lugar, Macana nos dijo a nosotros cuatro que teníamos reservada una mesa alejada de todos.

En esa mesa había mucha comida, como frutas, yogurt, leche y cereales. Me extrañó que no haya medialunas dulces.

-¿Qué pasa con esa cara mi amor? – le preguntó Benja a Cami.

-No hay medialunas – dijo con un poco de tristeza mi amiga.

-Es verdad, que raro que no haya – dije yo.

-Bueno, no sé ustedes pero yo voy a comer porque estoy re hambriento – dijo el gordo de mi novio mientras se servía un vaso de yogurt de vainilla y cortaba un poco de fruta.

Mientras nos preparábamos nuestro desayuno, apareció la pesada de la nutricionista con Cris y Yair.

-¿Y, cómo andan? – preguntó.

Rebelde Way en IsraelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora