El resto de la tarde Marie, no se acerco a mi oficina, para mi era un alivio, podía concéntrame mas en le proyecto de la materia prima, las horas pasaron, y ni me había dado cuenta, solo estaba concentrado en adelantar lo mas que pudiera. Además que esa "cita" tan pésima que había tenido me había robado tiempo, solo por hacerle caso a Rossana. Acaso ella no tiene en claro que la única mujer que amo es ella, estaba usando el anillo que le iba a dar. Claro Rossana no sabia. Pero igual, no entiendo su empeño en que consiga a otra mujer. No estoy interesado.
Y creo que no lo voy a estar por el resto de mi vida, con tenerla así sea de esa forma me bastaba. Miro la hora, y veo que es muy tarde, tengo que irme darle comida a Mr. Trance, era increíble como ella había cambiado mi perspectiva hacia ese gato negro con un humor de los mil demonios. Llego al departamento, al abrir la puerta la veo con los brazos cruzados y labios fruncidos, algo le pasaba.
— ¿Ahora que hice?— estaba cansando y mi voz lo reflejaba, no quería escuchar sus insultos por que llegue tarde y Mr. Trance va a comer una comida de mierda.
— Daniel, acepto que me ignores, que no te importe lo mas mínimo el departamento, que comas comida basura y hasta que no le pares a Mr. Trance... pero como vas a tratar como basura a esa pobre mujer — se levanta muy molesta, lo puedo ver en sus ojos marrones — No puedes ir por la vida tratando a las personas así, tenemos sentimientos aunque tu parecieras que no los tienes...
— No te atrevas hablar de mis sentimientos... siempre piensas que soy un hombre frio, que nunca hago nada por ti. Que hay de las veces en que me quede, cuando estabas molesta, cuando algo te disgustaba. Acepte a tu gato en mi hogar, solo porque te hacia feliz. Esa mujer no me interesaba, fuiste tu la que la lastimaste obligándome aceptar una cita con ella —mis manos empezaron a temblar, me molesta que ella siempre piense que es la única que puede sufrir. Cuando ella fue la que me dejo.
Su mirada se vuelve mas dura — intento ayudarte... y hacer esas cosas no significa que hagas cosas por mi Daniel.
— Nunca es suficiente para ti — es increíble que ella nunca este feliz con lo que haga, nunca... me volteo por que no puedo aguantar las ganas que tengo de gritarle tantas cosas, a ver si así abre los ojos, que así como yo cometo errores ella igual, pero solo me lo guardo — Nunca pedí tu ayuda, tampoco quería que volvieras si solo vas a estar reclamándome cosas. Solo vete Rossana.
Me fui a mi habitación a respirar un poco, necesitaba relajar mis nervios, primero toda esta situación de Rossana sea algo que no entiendo, aunque lo había buscado, todavía no me lo podía creer, después la locura de querer arreglar todo en el departamento, como si el dolor de seis meses se fuera en un día, que mierda tiene esa mujer en la cabeza, a demás me ajura a tener una cita con Marie. Y cuando llego solo viene a reclamarme, solo por que no soy como ella quisiera que fuera. Es una puta locura.
Me hecho en la cama intentando relajar todos mis músculos, y poder pensar en frio. después de unos cuantos minutos me clamo y voy a ver si Rossana quiero hablar el tema mas tranquilo... pero al mirar, ella no estaba, otra vez la sala estaba vacía. Suspire entre mis adentro, sabia que iba volver en unas horas, ella siempre vuelve. Me fui a duchar, y me acosté en la cama. Se que ella va a volver en cualquier momento. Me despertare y me volteare y la voy a poder observar dormir, como siempre me ha gustado hacerlo. Cierro los ojos confiando.
Un aire frio recorre mi mejilla, algo que hizo que mis ojos se abrían de par en par, sabia que ella había vuelto, como siempre lo hacia. Al levantarme y mirar, el lugar estaba vacío, ella no estaba. Otra vez volvió el nudo, otra vez sentí el vacío en mi estomago y mi mente empezó a pensar en escenario hipotéticos, donde ella se iba por fin aquella luz que dijo, en otro estaba ella sola y mal, mientras yo ni sabia donde podía estar y la ultima y la que me dejo mas preocupado, fue el pensar que ella no iba a volver mas nunca. Aunque todavía su alma o fantasma o lo que mierda sea... estuviera en la tierra. Me dolía pensar que por fin la hubiera alejado...
Y sin darme cuenta volví a extrañas su voz... pasaron las horas y no pude dormir después que me levante a las tres de la madrugada, la luz del sol empezó a entrar por la ventana, y mis ojos estaba rojos mirando el techo, buscando una explicación... pero si yo la había llamado, si por mi su alma no estaba en paz, ella debía estar en la tierra, ¿pero donde?
— ¿Me extrañaste? — había vuelto, ella había vuelto, voltee mi cabeza para ver que estaba acostada en mi cama — No se irme Daniel... quisiera irme,dejarte y no arruinar o molestar tu vida... pero...
— No quiero que te valla Ross, no quiero perderte de nuevo.
Ella me sonrió y mi mundo volvió a tener sentido.
Después de ese pequeño momento juntos. Prometí intentar poner mi vida sobre marcha, salir un poco mas e acomodar la casa, y ella no volver a intentar juntarme con otra mujer y respetar mi privacidad en no seguirme. Algo que agradecía, empecé a llevarle flores todos los días, aunque nunca lo hice cuando estaba viva, quise comenzar a darle detalles de amor, que ella tenia conmigo, paseamos juntos todas las noches para que no pensaran que estaba loco al hablar solo. Incluso la lleve varias veces donde la doctora Johnson, a Ross no le gustaba mucho el método de aquella doctora, así que después de cuatro citas con ella, Ross no me volvió acompañar, le deprimía que constante mente me dijera la doctora que ella estaba muerta. Aunque yo intentaba animarla llevándole cosas y detalles, para que olvidara su condición.
Pasaron los días, los días se volvieron semanas y las semanas en meses, los mese en un año completo con mi querida Rossana, muchas veces se iba a dar largos paseos, pero cuando regresaba, volvía con unas historias únicas, tan únicas como su manera de contarlas.
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Mi querida Rossana
RomanceSi me fueran dicho que iba hacer mi ultimo beso. Mi ultima sonrisa. La ultima vez que verías sus ojos marrones llenos de vida. Nunca te fuera soltado ni por un segundo mi querida Rossana.