Loliel - ¿Y SI?

Yo también estoy enamorada

En la sala de Rafael, él y Loli conversaron después de que ella le había contado sobre la propuesta de trabajar de Miami. Loli dijo que antes de tomar una decisión debería hablar con los niños, Norita y su padre. Después de todo eran su familia.

— Pues ponte esa fecha, cuando resuelvas todo te vas — comentó Rafael.

— Ok — estuvo de acuerdo Loli.

En un momento, Rafael tomó la mano de Loli y se acercó a ella con la intención de decir algo.

— Yo... yo estoy enamorado de ti..

Loli lo miró radiante.

— Y te vas, te queda y como sea eso no me la quita.

— Dice que esta enamorado de mi, está enamorado — Pensó mientras miraba como una tonta a Rafael.

Ellos sonrieron y poco a poco se acercaron para dar un beso. Loli rodeó sus brazos en el cuello de Rafael mientras él tocaba en su cabello. Ambos tenían esa adicción. El beso comenzó lento y a medida que sus lenguas se entrelazaban, él iba aumentando de intensidad. Incluso antes de que el clima se calentara, Loli detuvo el beso. Sostuvo el rostro de Rafael y mientras acariciaba sus mejillas con la punta de los dedos, dijo algo.

— Yo.. también estoy enamorada, Rafa. Estoy enamorada de ti.. y no importa adónde yo esté eso no cambia. ¿Hum? — sonrió.

Rafael sonrió y Loli lo tiró para un beso aún más largo e intenso que el anterior. Y en medio de eso se sonreían el uno al otro. Estaban realmente enamorados y eso era visible en ambos rostros. Al final del beso, ellos dieron algunos besitos.

— Bueno, me voy...

— ¿Pero ya? Quédate un ratito más.

— No, pues si me quedo tú no trabajas. — Se rió y le dio un beso en la mejilla a Rafael.

— Sí, es cierto. — rió. — Entonces... ¿Te veo después?

— Arra. Sí, nos vemos después.

Dieron un besito rápido y enseguida Loli salió. Rafael volvió al trabajo. Ambos pensaban el uno en el otro y en la declaración que habían hecho. Y sonrían al recordar. Loli estaba aliviada de saber que al menos su relación no iba a cambiar, incluso distante el cariño y el sentimiento que tenían mutuamente iba a permanecer. Lo que sentían era real y eso ni siquiera 5 horas de distancia iba a cambiar.