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Sentado en el mostrador con sus piernas cruzadas, Jongseong jugaba con la boca de una botella de refresco a medio tomar, pasando su dedo índice por el borde de está una y otra vez, siguiendo la forma circular del pico, intentando enfocarse por completo en ello en lugar del muchacho que laboraba la tienda como de costumbre, yendo de un lado a otro dentro del local, ordenando productos o matando el tiempo en su celular, pero sin hablarle en lo más mínimo.

¿Cómo Sunoo podía trabajar tranquilito siendo que el día anterior se había encontrado con su ex-novio.

El pelinegro no comprendía aquello.

El foráneo (casi intruso) de cabello azabache se había presentado antes, de forma incómoda para todos y con la mirada colérica de Sunoo sobre él, pero lo había hecho por lo menos. Ahora era conocido para el registro mental de Jay como Nishimura Riki, o también " mi ex hijo de perra que pronto será mi cuñado", como le había dicho Sunoo en medio de sus murmuros enojados que soltaba al aire camino a casa.

Las cosas se habían desarrollado bastante bien en comparación a cualquier otra reacción que pudo haber tenido el muchacho de baja estatura ante la repentina aparición de la razón de su escapada de la ciudad en medio de la madrugada. Ni-Ki se había alejado de Sunoo cuando esté se lo pidió con una amenaza de por medio, se mostró preocupado mientras le pedía explicaciones sobre su repentina huida y se disculpaba cientos de veces con el mismo "No es algo que yo haya decidido".

La respuesta de Sunoo ante todo fue un simple "Aléjate de mí" a la vez que se daba media vuelta para irse, importándole muy poco que el más alto lo siguiera unos cuantos pasos, intentando llamar su atención.

Unos cuantos nada más porque puede que Jongseong se haya metido donde no lo llaman y hubiese dicho cientos de cosas simplemente con la filosa mirada que le dio al más alto antes de propinarle un pequeño empujón.

Últimamente Jongseong quería proteger a Sunoo.

Al final el último mencionado se había ido a casa y el apodado Jay había logrado evitar exitosamente cada una de las preguntas de Ni-Ki sobre el menor de los tres, terminando la situación con el aparentemente menor cediendo a la desición del más bajo de alejarse de él, al menos por esa ocasión.

-¿No te vas a ir?

El pelinegro detuvo su movimiento constante con la botella en sus manos para prestarle atención al azabache finalmente, y luego de un par de largas horas, había decidido hablarle.

-Me iré cuando esté seguro de que ese imbécil no te va a hacer nada- respondió Jongseong, tomando un trago de la bebida en sus manos y colocando una expresión de desagrado cuando se percató que el líquido se había calentado.

-¿Crees que no puedo defenderme por mi cuenta?- cuestionó Sunoo sin siquiera mirar al más alto, manteniendo su vista sobre su teléfono para darle un toque de desinterés a la conversación.

Jongseong se encogió de hombros.

-Cuando estás cerca de alguien que en algún momento fue importante para ti es muy probable que no pienses ni actúes como es debido.

-¿En qué momento le enseñaron psicología a los delicuentes?- cuestionó el más bajo entre dientes, desviando su mirada antes de rodar sus ojos.

«Convenience Store»ꨄ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora