Pov ____:Ay, malditas contracciones.
Dejar de vivir con Vinnie y Kylie fue la mejor decisión que tome. No aguantamos ni una semana juntos pero bueno, Kendall era la única que estaba teniendome paciencia.
Hoy amanecí de mal humor, que bueno que es Kendall la que me aguanta. Me duele todo el puto cuerpo lo juro, parece que me han dado una paliza.
—mi amor ya esta listo tu surtido. —dijo Kenny entrando a mi habitación con mi jugo en mano.
—ya no tengo ganas de tomar eso —hice un mal gesto.
—¿qué deseas ahora? —habló con mucha calma Kendall, me sorprendió la verdad.
—tal vez un helado de vainilla.
—pero tu odias el helado de vainilla.
—pero es mi bebé quien quiere helado de vainilla, no yo! —dije haciendo pucheros. Agarre mi pequeña panzita y dije —nadie nos entiende mi amor.
Kendall soltó un suspiro y se acercó para colocar su mano encima de la mía.
Quien nos viera, somos como una pequeña familia feliz.
—iré por tu helado de vainilla, mi amor.
—no, ya se me pasaron las ganas. Solo dame el surtido, por favor. —dije rendida.
Kendall me paso el juego y dejó un beso en mis labios.
—¿sabes? Mejor quiero comerte a ti. —dije dejando el juego en mi mesa de noche.
Kendall soltó una risa.
—un mañanero nunca viene mal! Extrañaba esto —dijo Kendall mientras empezaba a desvestirse.
Yo solo la miraba, sus movimientos de mi mujer son sexys.
—¿por qué tienes una marca en tu seno izquierdo? —dije mirando fijamente la marca que tenia ahí.
—¿cuál? —preguntó mientras trataba de verse.
—esta de acá —dije tocando la zona.
—tu me mordiste!
—yo no recuerdo haberte mordido ahí Kendall, ya dime si vas a engañarme nuevamente. No estoy para juegos —dije cruzada de brazos.
—amor, nunca te engañe. Además ya no soy capaz de estar sin ti, recuerda por favor. Tu me mordiste, recuerdas que de camino al concierto, en la camioneta tu me mordiste justo aquí, solo porque estabas muy molesta de que el vestido era muy corto. —dijo Kendall.
Bueno, ahora creo que ya recuerdo. Pero no lo admitire.
—lo dejaré pasar por esta vez Kendall Jenner —dije.
Ella me sonrió y se acercó a besarme, yo coloque mis manos en su cintura y la acaricie suavemente.
—deberías castigarme —susurro en mi oído para luego morder mi oreja.
—¿eso quieres? —pregunté.
Ella asintió y yo sonreí de inmediato.
—luego no digas, "ay aveces eres muy brusca conmigo"
—es que me das muy fuerte.
—porque los castigos son así!
—bien, castigame. Esta vez no me quejare. —dijo ella.
—obviamente no te quejaras, porque si lo haces la próxima vez lo haré más fuerte mi amor. —dije, para luego ponerla bocabajo.
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