CAPÍTULO 1

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CAMILA
Desesperada por reencontrarme con mi hermosa novia, decidí respirar paulatinamente. A ver si con esto mi corazón se calma por un rato. Sé que solo fueron dos semanas de visita a Juan, su mejor amigo, pero para mí fue todo un año, lo cuál causaba el movimiento nervioso de mi pie izquierdo.
Cuando estaba a punto del colapsar; logré verla entre las pocas personas que descendieron del autobús, su rostro era radiante como de costumbre, al verme sus ojos se iluminaron como los míos. Se detuvo unos pasos frente a mi y no aguanté más, la abracé sin querer soltarla.

-Camila, mi amor, mi vida. -Me acarició la mejilla con la yema de sus dedos.


-Laura, mi amor, te extrañé demasiado. No vuelvas a irte. -Sin esperar respuesta, pegué mis labios a los suyos y los acaricié apasionadamente.


Laura soltó una risa por lo bajo y me dio un beso de piquito, cortando el alocado y apasionado que yo le estaba dando.


-Mi amor, yo también te he extrañado, pero ya van a cerrar la terminal. -recogió su mochila que había dejado en el suelo cuando la abracé sin intensiones de soltarla. -Vamos a cenar y te platico todo lo que quieras, princesa.


Laura había llegado en el último horario del día, por lo que la noche estaba ya en curso. Apenas eran las siete de la noche, por lo que no me preocupaba que mi tía empezara a preguntar por mi, afligiendo a mi padre innecesariamente.
Tomamos un taxi para legar al lugar que Lau pretendía, por el momento yo no tenía chófer, éste se encontraba a disposición de mi tía, su esposo y papá, consecuencia de que Laura hubiese solicitado sus vacaciones. Además, supongo que era mejor así por el momento, sin levantar sospechas.
Llegamos a uno de los lugares más altos de la CDMX, un área de restaurantes que entre más arriba se ubicara el restaurante; más elevada era su categoría y costo. Ya había venido infinidades de veces desde que mi tía Lucrecia y mi tío se mudaron con nosotros, ellos amaban frecuentar este tipo de sitios, y como no, en lo más alto, en lo más caro.
Nos quedamos a la mitad del camino, en un restaurante con ambiente amable, de muchos colores y olores. La verdad no tenía mucha hambre, solo quería estar con mi amor. Tomamos asiento, poco después nos atendieron, esperamos por la cena y hablamos de cosas banales. Me contó que Juan se había comprado un boleto para venir mañana a primera hora, porque en el pueblo no tenía trabajo y quería una mejor oportunidad, yo intentaría hablar con mi papá a ver si podía ofrecerle algo, aunque lo dudaba porque últimamente en mi casa habían recortado un poco los gastos.
Al terminar, Laura insistió en pagar la cuenta, no me agradó mucho la idea pero no le quite la ilusión.

-No me alcanza para llevarte al lugar que te mereces, pero al menos puedo mostrarte las estrellas. -Le dio un beso a mi mano entrelazada con la suya.

-No me importa en donde sea si es contigo, amor-dije. Luego le di un beso que poco a poco perdía su pudor, olvidándome de que estábamos en plena calle.


Al llegar a casa tuve que entrar primero yo, para no ser vista con Laura, y eso me molestaba demasiado. Nadie sabía de nosotras, pero tampoco teníamos porque ocultarlo, estoy segura que mi padre la aceptaría si viera lo feliz que me hace, y aunque mi tía se enojaría muchísimo, terminaría aceptándolo. Pero Laura quería esperar, reanudar sus estudios que alguna vez abandonó por cuestiones económicas y así hablar con mi padre, para que él viera que al menos teníamos «futuro» y no era una zángana cazafortunas.

-¿Dónde estabas?.-Preguntó mi tía Lucrecia, ésto tenía pinta de acusación. Al instante me puse nerviosa, pero no de mala manera, sino juguetona.

-En casa de Lucy-mentí.

-Pero si-

-¿Camila?¿Hija?

-Ya voy papá.

Sonreí muy inocente, fui al despacho dónde mi padre se encontraba sentado en la silla de ruedas color café. Su seño fruncido desapareció al verme, y sus cejas grises descansaron.

-¿Cómo te encuentras, papá?

-Ya sabes, más viejo que nunca, pero feliz al fin y al cabo, gracias a Dios.
Sonreí ante el optimismo de mi padre.
-Que bueno papá-. Nos quedamos en un silencio tranquilo. Me gustaba pasar el rato con el, platicando o escuchando sus experiencias de cuando fue joven, antes que su cabello se tornara grisáceo por completo. De pronto me sentí en confianza de preguntar:

-¿Tú tienes un tipo ideal de persona... De la que yo deba enamorarme?-Dudé y al instante me arrepentí, pero la respuesta de mi papá me consoló.


-Al parecer mi hija se ha enamorado por primera vez... -Acarició mi cabello, suave y dulcemente. -Yo no puedo controlar de quién te enamoras, hija, pero me gustaría que sea quien sea, te haga feliz. Muy, muy feliz. Que te respete, y te trate como la princesa que eres, siempre apoyándote y amándote tal y como eres. Así como tú mamá y yo nos amamos hasta que la muerte nos separó.

-Papá... -Lo abracé fuerte como niña que se aferra a sus padres en su primer día del jardín de niños. No podía creer que tenía al mejor papá de todo el mundo. -Precisamente... conocí a alguien, se llama-

-Camila, ya es hora de que tú papá se vaya a descansar. -De no haber sido por la interrupción de una Lucrecia sonriente que me observaba expectante; le hubiera confesado a papá que estaba perdidamente enamorada de Laura Díaz, su empleada.

-Lo sé, tía. Mañana seguimos hablando, papi-le dí un beso en la mejilla-. Te quiero, descansa.

Después de que se fuera descansar, entré a mi habitación, más feliz que nunca. Me puse una pijama y me recosté en la cama, repasando el tiempo que pasé junto a Laura. Cuando la besé, cuando la abracé, cuando caminamos tomadas de la mano. Cuán enamorada estaba, ya quería que amaneciera para volver a verla.

Pronto me fundí en un pesado sueño, mañana tenía que despertar y contarle todo a lucy, seguro estaría tan feliz como yo.

















Hola a todxs, este es mi primer fanfic jeje, si se me va un error ortográfico una disculpa. La neta no sé si alguien ya esté leyendo esto pero si es así, saludos, gracias por leer. Subiré los capítulos cada vez que pueda. Sean pacientes. Los tqm. Besos en la cola y feliz inicio de semana❤️

-Ale...

En El Nombre Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora