Recetas de Amor [Eren X Armin]

Cap 9

"Un sabor diferente"

Hola.- dije con la mejor sonrisa que pude dar.
Al parecer a alguien no le gusto mi presencia ni mucho menos mi sonrisa, Connie apenas me vio se puso enfrente de el pequeño rubio, tratando de protegerlo de mi, como si yo fuera una amenaza, el rubio se veía asustado y a la vez sorprendido, pues hasta retrocedió con tal de no estar cerca de mi. Eso me hizo sentir mal, más de lo que ya estaba. Me aguante las ganas de romperle la cara a Connie y de cargar a el pequeño rubio como saco de papas para poder hablar civilizadamente con el.
Eren que es lo que quieres.- dijo Connie con un tono agresivo.
Nada, solo vengo a hablar con el .- dije señalando al pequeño rubio, el cual se congelo del miedo.
Pero quiero hablar con el en privado, y agradecería que tú nos dejaras hablar, si no es mucha molestia.- dije con un tono bastante serio. Connie parecía dudar si dejarme a solas con el rubio, pero este le tomo de los hombros y le dijo que nos dejara hablar, se le notaba con bastante confianza, Connie accedió pero no sin antes amenazarme con acusarme con Mikasa y al director Erwin, si le hacía algún dañó.

Nos alejamos de dónde estábamos y nos fuimos a sentar a las gradas, había un silencio incómodo, esa mañana hacia bastante frío y sumando el echo de que el cielo decía a gritos que hiba a llover, me decía muy en claro que este día va a ser bastante malo, las condiciones del frío parecen afectarle bastante al rubio, sus mejillas y la punta de su nariz estaban de un color carmesín, temblaba bastante. Solté un suspiro y reuní todas las fuerzas necesarias para no salir corriendo de lo avergonzado que estaba.
Escucha, lamento haberte golpeado el día de ayer. - dije bastante nervioso, mirando a el piso, pasaron unos segundos de silencio y el rubio dijo.
Tranquilo, acepto tus disculpas, y también lamento haberte dado una cachetada, no eres el primero ni serás el último en burlarte de mi apariencia física.- dijo nervioso mirando sus dedos.
Perdón también por eso, solo que nunca había visto a un chico con unos rasgos tan finos, como los tuyos, pensé que tus amigos ya se te avían echo o dicho algo sobre tu apariencia.- dije mirando a mi alrededor. El soltó una risa nerviosa y miro a el piso, ninguno de nosotros quería hacer contacto visual.
Bueno no tengo amigos, o bien no tenía antes de entrar a la universidad, también perdón por irme ayer, dejando sola a Mikasa y Connie, es solo que nunca presencie una pelea, hasta ayer.- dijo rascando su nuca bastante nervioso. Me quedé callado y sorprendido, el no tuvo amigos antes de entrar a la universidad. Me sentía como un completo idiota se nota que la vida me quiere a cuatro metros bajo tierra.

Lo siento de verdad, creo que no todos vivimos lo mismo, pero Mikasa y Connie están bien, no salieron tan heridos y son buenos amigos.- dije haciendo por primera vez contacto visual. El se veía un poco más tranquilo y más confíado, me miró y me sonrío amablemente, sentí mis mejillas arder y esquivé su mirada, justo cuando hiba a decir algo más, se escuchó la campana anunciando el inicio de la jornada, maldije en voz baja regañandome por no haber dicho nada.

El pequeño rubio se levantó y se despidió de mi cortes mente y yo solo asentí con la cabeza, el se alejaba lentamente de las gradas bajo mi atenta mirada, se poso en su trasero y sus muslos, apesar de que vestía unos jean algo grandes para el, una camisa de cuello y sobre ella un suéter de lana, se veía bastante atractivo, mi mirada no se despegaba de sus muslos y su trasero, no fue hasta que sentí pequeñas gotas de agua caer sobre mi me di cuenta de la lluvia que empezaba a caer, me quite rápidamente mi chamarra de cuero y la puse sobre mi, corri hacia el pequeño rubio el cuál había puesto sus manos para protegerse de la lluvia la cuál se dejó caer con fuerza.
Lo al cansé y puse mi chamarra sobre su cabeza para evitar que se mojara más, yo también me cubrí de la lluvia pues tuve que agacharme un poco para estar a su altura. Ya entrando a el gran edificio nos detuvimos no estábamos tan mojados solo nuestros pies.

Gracias, por ayudarme Eren.- dijo con su sonrisa de oreja a oreja, sentía mis mejillas arder y dije.
No es nada no puedo dejar que te mojes o que te pase algo de lo contrario Mikasa o Connie me van a hacer algo malo.- dije sin hacer contacto visual con el, mi voz sonaba nerviosa.
A no me pasará..- fue abruptamente interrumpo por el sud director Levi.
Ey mocosos a clases, la lluvia no es excusa para faltar.- dijo con su puta cara de enojo que siempre traía. A pesar de su baja estatura causa un increíble miedo.

No dije nada y solo me puse en camino a mi salón, no me importo dejar a el pequeño rubio solo con el sud director en ese momento, pues no quería poner el momento más incómodo entre el y yo. Aunque no voy a negar que me gustó oler su cabello mientras corríamos hacía el edificio principal. Su olor es una maravillosa sensación para mí apesar de fueron solo unos segundos sentía su olor de shampoo en mi nariz intacto era una combinación entre miel y almendras.
Mientras estaba en clase no dejaba de pensar en el y las extrañas sensaciónes
que el me causa.

Así estube toda la jornada de clases incluso en el almuerzo, intentaba en algunas ocasiones sacarlo de mi mente pero siempre veía la imagen de el chupando mi polla, por lo que eso no me ayudaba a intentar concentrarme en las clases.

Fue haci que terminando las clases, me dirigi hacía la residencia, aunque todavía no se hiba la lluvia y al contrario de que está fuera menos intensa era más casi, que no me permitía escuchar mis propios pensamientos por el ruido que está causaba, cuando estuve dentro de la residencia note que aún no había llegado nadie, me quite mi chamarra y zapatos, me fui descalzo a mi habitación, puse música a todo volumen para que nadie me molestará, no quería pescar un resfriado por lo que me comenze a secar con mi toalla, pero está no me ayudaba mucho por lo que decidí desnudarme y pasar la toalla todo mi cuerpo.

Hiba por mi abdomen, cuando escuchó un grito y levantó mi mirada para ver quién era, mi sorpresa fue ver al pequeño rubio cubriéndose los ojos y totalmente rojo, baje el volumen de la música y mi toalla me la puse alrededor de mi cadera, cerré la puerta detrás de el ya que no quería que alguien nos viera.

Y..yo..l..o..lo...siienntoo... muuchoo..,..noo..eraa...m...mi...inten..cion... entrar.- dijo el pobre bastante asustado y nervioso.

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Nota de la autora: primero que nada quiero pedir disculpas por no actualizar hace una semana, la escuela me tiene bastante ocupada, se los recompensó con este capitulo del día de hoy jueves 24/03/ que lo disfruten y cuando tenga tiempo libre me encargaré de escribir el siguiente capítulo.
También quiero agradecer a las personas que han estado votando y leyendo mi historia, Gracias en verdad y que tengan una bonita noche.