V

2.1K 265 39
                                    

Desperté con un fuerte dolor en la parte baja de mi cuerpo, las imágenes de anoche llegaban a mi como un bombardeo, rápidamente mire a mi alrededor y estaba completamente solo en la habitación, tenía puesta una pijama de seda en color marfil, no recuerdo haberme vestido, ni siquiera recuerdo en qué momento me quede dormido, baje mis piernas y me senté con cuidado, mi mente aun tenia vagos recuerdos del Sr. Chiva-aree, muy dentro de mi aun sentía un gran terror por lo que pueda llegar a pasar más adelante, no sé hasta qué punto esto será tan bueno o tan malo para mi, pero rápidamente salí de mi ensoñación tras escuchar dos toques a mi puerta.

Sin dar siquiera una respuesta, ésta fue abierta dejando ver a una señora de una edad media.

—Buenos días joven, le traigo su desayuno, el Sr. Chiva-aree me indico que lo dejara descansar, pero ya es bastante tarde y no ha comido nada.

—G-Gracias.

Una bandeja con comida fue lo que dejó en la mesita central, un vaso de jugo y una taza de café, algo de fruta, jamas había visto tanta comida, en el burdel de Godji, ella nos cobraba por los alimentos y eran sumamente caros como para darte el lujo de pedirle algo decente.

—¿Sucede algo?, puede decirme su comida favorita y yo puedo prepararla.

—No no no, esto está muy bien, gracias.

Ella refleja un aura diferente al del Sr. Chiva-aree, se que una de las reglas fue el no entablar conversación con ella, pero es que nunca había sentido que alguien se preocupara por mi, se que es algo simple con la pregunta que me hizo, pero es algo que nunca en mi vida alguien lo había hecho.

—Muy bien, más tarde regresó, buen provecho. —Sonrió y salió de la habitación.

Entre al cuarto de baño necesitaba asearme primero, al desvestirme y mirarme al espejo note las marcas que el Sr. Chiva-aree me había dejado, pase mis manos por ellas y algo dentro de mí se sintió diferente, tapó perfectamente las marcas que tenía antes, estas eran más seductoras, recordar sus grandes manos sobre mis caderas justo al momento en el que llegamos al orgasmo, recordar que sobre mis manos tuve la oportunidad de acariciarlo, sentir la sedosidad de su cabello, sentir su cuerpo musculoso, la calidez del sudor que emanaba, cerré mis ojos y sentí como una electricidad recorrió mi propio cuerpo, no se que significa esto, jamas me había sentido así, jamas había sentido atracción por alguien, no cuando de por medio existía la etiqueta de "compra".

Me bañe, mi estómago reclamaba por comida, y el aroma de la comida que me trajo la Sra. Jennie era delicioso, solo bastaron veinte minutos para por fin salir de la ducha, me puse algo cómoda de mi propia ropa, está tan desgastada, pero es lo único que tengo, pronto la imagen pulcra del Sr. Chiva-aree llegó a mi, no es como que esté rompiendo una de sus reglas, es la única ropa que tengo así que me termine de vestir y me dispuse a desayunar.

—¡Dios! esto está delicioso, me pregunto cómo estará Gun... —Pronto un dolor en mi pecho empezó a crecer, solo esperaba que él estuviera bien.

El y yo siempre compartimos nuestra comida, si bien nunca pudimos comprar algo que siquiera se acercara a esto, su compañía era lo más valioso para mi, justo en este momento me siento solo, y tal parece que así serán mis días.

Mi puerta nuevamente fue abierta, esta vez la Sra. Jennie venía acompañada, su semblante es muy diferente a como entró aquí por primera vez, y no era por demás, Nani venía con ella.

—¿Ha terminado?

Asentí.

—Bien. Jennie retire la bandeja.

Ella sin decir más, obedeció.

—El Sr. Chiva-aree regresará cerca de las seis de la tarde, asistirá a una importante cena a la cual deberá acompañarlo.

SR. CHIVA-AREE  [BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora