VEINTE.

2.3K 408 85
                                    

Esa mañana, Kei podía sentir sus parpados pesados, había dormido tan solo dos horas, verdaderamente no podía dejar de pensar en lo que había hecho la noche anterior, no podía negar que quería volver a hacerlo y estaba totalmente seguro que Shousuke pensaba lo mismo; después de todo correspondió a su beso, lo que le aterraba era la idea de enfrentar esa mañana y no saber lo que ocurriría.

Shousuke jamás ha tenido una relación, de ningún tipo, con ninguna persona ¿Podía sentirse seguro sobre que ese día conseguiría un novio?, esperaba que sí y aún en caso de ser un no, al menos deseaba no haber arruinado su amistad con Shousuke.

Salió de su casa a la misma hora de siempre, luego de preparar su bento, después de despedirse de su madre. Se encontraba parado en la entrada a la casa de Shousuke, sentía sus piernas temblando y se preguntaba si era por el frío, que ya había disminuido o por los nervios de ver a aquel chico perfecto salir por la puerta que llevaba al menos tres minutos mirando.

Finalmente, la puerta se abrió y las miradas de ambos se encontraron, los nervios incrementaron en todo su cuerpo ¿Cómo no sentirse así? eran dos adolescentes experimentando su primer enamoramiento, viviendo el día después de haber dado su primer beso.

—Buenos días, Shousuke —saludó Kei, en un tono más bajo al que solía utilizar.

Shousuke lo miró unos segundos antes de de cerrar la puerta de su casa.

—Buenos días, Kei —correspondió al saludo, por primera vez utilizando palabras.

Ambos comenzaron a caminar y ninguno fue capaz de expresar nada en palabras durante todo el camino a la escuela, ese día en clases, Shousuke no fue capaz de concentrarse y Kei estaba seguro que tendría más de una respuesta en sus exámenes porque lo único en su mente era lo que sucedería entre él y Shousuke luego de ese beso.

La hora del almuerzo fue silenciosa, quizás solo unos diez minutos, ambos comieron más rápido de lo que jamás lo habían hecho, después de todo, no tenían que detenerse para hablar con el otro.

—Shousuke —le llamó Kei, luego de unos segundos de haber terminado con su comida.

—Tengo que ir al baño —no pasaron siquiera dos segundos antes de que Shousuke diera una excusa para irse.

—Oh, entiendo.

Se levantó y salió del salón, no regreso en lo que restó del almuerzo y durante el resto de las clases Kei no pudo volver a tomar el valor para tocar ese tema. Quizás era la primera vez que Shousuke estaba agradecido de tener una barrera de gente rodeándolo solo por existir, al menos así tenía una excusa para no tener que hablar directamente con Kei hasta que fuera la hora de salida.

Komi Shousuke se había enamorado por primera vez y estaba cometiendo tantos errores, detestaba eso, quería hacerlo bien en esa ocasión, quería ser el primero, ser capaz de dar ese paso, antes de Kei, quien era el que siempre subía los escalones para después ayudarlo a subir también.

La hora de la salida llegó, el sonido de la campana indicó a todos que podían volver a casa, para Shousuke y Kei esa fue su señal de "No hay vuelta atrás, esta es su última oportunidad o deberán olvidar el tema" aunque realmente no tenían por qué olvidarlo, así era como lo sentían.

Caminaron juntos a casaz como ya era costumbre en ellos; Kei una vez más se había armado de valor pero antes de poder decir algo, Shousuke habló.

—Me gustas mucho, Kei —confesó, era obvio, pero era lo que se debía decir ¿No? como un protocolo—. No estoy seguro de cómo, pero sé muy bien por qué —le dirigió la mirada—, eres alguien asombroso y no soy capaz de describir con palabras lo importante que te haz vuelto para mí.

—Shousuke...

—Cállate y déjame hablar.

Kei no pudo evitar sonreír, era tan divertido oír eso venir por parte de Shousuke "déjame hablar."

—Estoy consciente de lo que pasó ayer, realmente... No esperaba eso —no pudo evitar sonreír al recordarlo—. Sé que ambos estamos conscientes de nuestros sentimientos así que esto no es una confesión, no estoy tratando de decirte lo que ya sabes —se detuvo abruptamente colocándose frente a Kei para detenerlo también—. Lo que estoy tratando de decir o, mejor dicho, tratando de preguntarte —sus miradas se encontraron, Kei sentía que iba a desmayarse de la emoción— ¿Quieres salir conmigo?

Kei abrió su boca un par de veces tratando de responder, pero solamente era capaz de soltar balbuceos en ese momento, sentía como sus ojos se llenaban con lágrimas de felicidad y cubrió su boca y parte de su nariz con sus manos tratando de mantener la calma.

—¡Dios! ¡Por supuesto que quiero! ¿Por qué esperas una respuesta? —habló rápidamente mientras trataba de calmarse.

Tu novio ese era definitivamente el título que utilizara su hermana, su madre o cualquiera cuando hablaran de Kei con él.

—Esto es injusto —reclamó Kei mientras secaba sus lágrimas—, quería ser yo quien te lo pidiera.

—Lo sé, por eso no quise dejarte hablar antes.

Kei fingió sentirse ofendido ante aquello.

—Eres realmente malo.

—¿Lo soy?

Kei sonreía ampliamente, no podía evitarlo.

—Claro que no, pero eso no quita que yo tenía el derecho a preguntartelo a ti.

—Por supuesto que no, tú fuiste el primero en dar el beso —reclamó Shousuke.

—Pero yo gusté primero de ti, es obvio que al que le gusta primero se tiene que declarar primero.

—Eso es absurdo ¿Cómo vas a saber si tú gustaste primero de mí?

—Oh claro, el chico que se escondía de mí en los baños gustó antes de mí que yo.

—No me recuerdes eso, fue estúpido, lo admito —Shousuke se sintió avergonzado.

—Lo recordaré siempre que sea necesario —afirmó Kei con una sonrisa triunfante.

Ambos se quedaron en silencio unos segundos ¿Qué más podían decir? Kei aprovechó la oportunidad de esa absoluta nada y le dio un corto beso en los labios a Shousuke, ni siquiera lo dejó reaccionar.

—Ahora también di el primer beso siendo novios —se burló a modo de juego mientras le sacaba la lengua y volvió a caminar—. Vayamos a casa ahora.

Shousuke no dijo nada ante ello, luego se las cobraría y solo caminó al lado de su, ahora, novio, para ir juntos a casa.

¡BUENOS DÍAS, SHOUSUKE! | KOMI SHOUSUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora