• Shinichiro Sano •

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Capítulo 1

🥀

— ¡(...)! ¡No te vayas nunca! —
Emma lloraba en el hombro de (...)
Habían tardado más de lo debido en ir a recogerlos a la escuela.

Mikey, no se había dado ni cuenta.

Shinichiro daba explicaciones tontas a la profesora al mismo tiempo que era regañado.

— Emma, Mikey.
¿Quieren ir por un helado? —
(...) intentó subir los ánimos y tapar el trasfondo de la situación.
Tomó a ambos de la mano y comenzaron a caminar a la salida de la escuela.

— ¡De chocolate! —
Mickey respondió de manera automática, dando un gran salto.

— Sí, por favor.—
Emma sonrió limpiandose las lágrimas de hace unos momentos.

— Vamos, no se separen de mi.—
(...) caminaba más lento de lo habitual, aún debía esperar que el despistado de su novio saliera de ese maxi regaño.

— ¡Yo también quiero! —
Shinichiro apareció de la nada con una gran sonrisa. No iba a desaprovechar la oportunidad de un helado gratis.

Los tres dieron media vuelta para ver al azabache con la mirada apagada y una mueca de desagrado. Él tenía la culpa de todo y fingía que no había ocurrido nada.
— Mikey, ataca.—
(...) apuntó en dirección a Shinichiro.

— ¡OOOOORRRAAAAAAAAAAAA! —
El niño impulsivo se abalanzó sobre la pierna de su hermano mayor y le mordió la pantorrilla.
No dudó ningún segundo en hacerlo.

— ¡No no no! ¡Manjiro! —
Le daba cosquillas y algo de molestia. Sacudió su pierna con tal de quitarse de encima al enano pero no hubo caso.

— Ahora si, Emma, vamos por tu helado de fresa.—
(...) sonrió ampliamente cargándola en brazos y le besó la punta de la nariz.
Siendo sincera, adoraba pasar el tiempo con los pequeños hermanos de su novio.
Habían ocasiones en las que el Abuelo Sano agradecía por los favores que ella le daba a la familia, sobre todo por el comportamiento tan inmaduro e irresponsable de Shinichiro.

El atardecer se asomaba por el horizonte.
Estaban los cuatro en la plaza de juegos que quedaba cerca de casa.
Mikey jugaba con sus amigos y Emma había caído dormida luego de comer.

— Lo siento, (...), siento que te hago responsable de mis problemas.—
Al fin tenían un momento a "solas".
Shinichiro se disculpó por todo lo que había pasado esa tarde.

— No son problemas, son responsabilidades, Shinichiro.
Tus hermanitos jamás serán un problema.—
Abrazó a Emma mientras la sostenía en su regazo y le acomodo un mechón de cabello tras la oreja.

— Interrumpí nuestra cita de hoy, prometo que voy a compensarte cariño.—
Pero en este momento, no se le ocurría ninguna manera de como remediar el lío.
Vió por todas partes y se topó con unas flores silvestres en el parque.
Fue en busca de una, que era una margarita común y corriente. La cortó desde el tallo, llevándola en su mano en dirección a (...) y se arrodilló frente a ella.
— Tengo que decirte algo.—

La piel de (...) se erizó y tembló.
Había soñado con este momento.
El sonrojo atacó su rostro en todo su esplendor.
— Shinichiro. . .—

— No soy un hombre de muchas palabras. . . Ni acciones.
No tengo idea de cómo demostrarte mi amor.—
Se enredaba con sus propias palabras. Se rascó la nuca nervioso y mordió el interior de su mejilla.
— ¡(...)! ¿T-te gustaría. . . ? —

— Nii-san, estás haciendo el ridículo.—
El ambiente romántico fue roto por Manjiro.
Tiró de la playera de su hermano, indicativo directo para que le cargara en su espalda.
— (...)-san, cásate con mi hermano por favor, él puede morir si se queda solo.—

— ¡Manjiro! —
Shinichiro le tapó la boca con ambas manos. El momento ya se había enterrado sólo, tres metros bajo la tierra.

(...) tomó la flor que su novio le había traído y la acomodó sobre su oreja, aceptando con mucho gusto.
— Me encantaría ser tu esposa, Shinichiro.—

— VIVA CRISTO REY.—
Shinichiro apuntó al cielo aún estando de rodillas y lanzó un beso al aire.
— ¡QUÉ PASÓ PAPÁ! ¡SOY EL MÁS CAPO! —

Sí, se quedó con la minita.

; [To be continue. . . ] ; Anime boys.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora